Los divorcios de famosos que siempre vimos venir

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 28 (EL UNIVERSAL).- Desde que estas celebridades se unieron en matrimonio, se sabía que su relación tenía los días contados.

La semana pasada se confirmó lo que ya se anticipaba: Jennifer López y Ben Affleck se encuentran en trámites de divorcio. Según medios estadounidenses, fue la propia cantante quien solicitó la anulación ante un Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, justo a dos años de haber contraído nupcias con el actor.

El medio "People" recientemente publicó que una fuente cercana a la pareja les había revelado que JLo se sintió decepcionada de Ben, pues consideraba que no mostraba interés ni compromiso por mantener la relación. "Ha llegado al punto en el que simplemente tiene que pensar en ella" cita la fuente a la revista sobre la decisión que tuvo que tomar la propia Diva del Bronx.

Recordemos que Ben y Jennifer se conocieron mientras filmaban la película "Gigli", en 2001, desde entonces comenzaron a salir y fueron novios alrededor de dos años, hasta 2003, cuando se separaron aún con anillo de compromiso de por medio.

Tuvieron que pasar 20 años para que sus caminos se volvieran a juntar; sin embargo, como dice el dicho: "Segundas partes nunca fueron buenas" y en el caso de estos tortolitos su reencuentro estuvo marcado por la crítica y los juicios, al grado que no muchos apostaron por ellos ni creyeron que su relación prosperara, tal como ahora confirma, pues se sabe que ella es muy exigente y él es un enfermo en rehabilitación de alcoholismo.

Ahora solo nos queda esperar a ver cuándo se divorcian oficialmente, si es que no surgen antes problemas por dinero mientras llega la esperada firma.

Russell Brand y Katy Perry

Otra relación que estaba destinada al fracaso es la que tuvieron hace más de 10 años la cantante Katy Perry junto al entonces comediante, hoy gurú wellness, Russell Brand. Primero, por los 10 años de diferencia de edad entre ambos; ella tenía 25 y él 35 recién cumplidos. Segundo, por sus respectivos estilos de vida. En ese entonces, la carrera de Katy se encontraba en ascenso y tenía una agenda muy apretada, lo mismo que Russell, quien se dedicaba tanto a la actuación como a la música.

La gota que derramó el vaso entre esta pareja fue la exigencia del británico por formar una familia; mientras que Perry decidió aplazar la maternidad por fortalecer su carrera como cantante pop. Finalmente, tras 14 meses como marido y mujer, se separaron a través de una petición por mensaje de texto que él le envió, mientras la intérprete de California Gurls se encontraba en plena gira de conciertos, un hecho que acaparó los tabloides y que puso a Brand en el ojo del huracán.

Ashton Kutcher y Demi Moore

La edad fue nuevamente el factor determinante -y el estilo de vida, en consecuencia- que hiciera que la relación entre Ashton Kutcher y Demi Moore tuviera los días contados.

Ambos se conocieron en 2003, cuando la carrera de Ashton se encontraba en vísperas de consolidarse tras su participación en la famosa serie "That ‘70s show", mientras que Demi ya figuraba como una de las estrellas de Hollywood, eso sin contar, que en el terreno personal ya era madre de tres chicas entonces adolescentes, fruto de su relación con el actor y galán de cine, Bruce Willis.

Tras dos años de noviazgo, Ashton y Demi decidieron dar un paso más en su relación y contrajeron nupcias. La pareja parecía haber librado cualquier maldición, incluso llegaron a esperar un bebé, que finalmente, no se logró luego de que Demi sufriera un aborto involuntario.

"Perder un hijo que crees que vas a tener, y tan cerca de pensar que vas a tener un hijo, es muy, muy doloroso", llegó a revelar Ashton a la revista "Esquire".

Para 2011, ambos decidieron tomar caminos separados y firmaron el divorcio. Ashton, después, se casó con su compañera de elenco en el programa, Mila Kunis, con quien tiene dos hijos, Wyatt y Dimitri. Mientras que Demi sigue frecuentando a su otro ex, Bruce, quien padece de demencia frontotemporal.

Britney Spears y Kevin Federline

Britney Spears es el claro ejemplo que ni todo el amor ni todo el dinero significan la felicidad. La reina del pop no solo acaparó la atención mediática por su faceta de cantante, sino también por las desafortunadas decisiones que llegó a tomar en su juventud, propias de edad, y no, no me refiero a la boda fugaz que tuvo con su amigo de la infancia Jason Allen Alexander, con quien estuvo casada solo 55 horas, sino al matrimonio con su exbailarín, Kevin Federline.

Se conocieron en una disco de Hollywood, cuando él formaba parte del cuerpo de bailarines de Justin Timberlake. El flechazo fue inmediato y mantuvieron un romance de tan solo tres meses. Para septiembre del 2004, Kevin de 26 y Spears de 22 hicieron público que habían contraído nupcias. De inmediato comenzaron las apuestas, pues nadie creyó que esa relación llegara a prosperar más allá del año, sobre todo, con el antecedente de la boda de 55 horas.

Pero todo dio un giro cuando se confirmó que esperaban a Sean Preston, su primer hijo en común, quien nació el 14 de septiembre del 2005. Kevin ya era padre de un niño y una niña. Al año exactamente, el 12 de septiembre del 2006, nació su segundo hijo en común, Jayden James. A pesar de la llegada del nuevo bebé, ahora sí Britney se armó de valor y solicitó el divorcio por "diferencias irreconciliables". El resto, es historia. Se separaron, Kevin se quedó con la custodia de los hijos y durante estos años Britney tuvo que mantener a sus hijos y a él.

Johnny Depp y Amber Heard

Dicen que lo que mal empieza, mal termina, y, para prueba, el matrimonio entre Johnny Depp y Amber Heard.

El inicio de su relación no inició con el pie derecho, pues se sabe que Amber fue la tercera en discordia en el matrimonio entre Depp y Vanessa Paradis, quienes estuvieron casados durante 14 años.

Ambos se conocieron mientras filmaban "The Rum Diary", que se estrenó en 2011. Al inicio de su noviazgo, Johnny presumía su relación al grado de aventurarse a decir que quería formar familia con Amber. Pero el tiempo hizo que el amor se enfriara, pues dejaron de aparecer juntos en eventos públicos y escaseaban las muestras de amor ante las cámaras. De acuerdo con la revista "People", el distanciamiento se había dado por la diferencia de edad, él le lleva 23 años, y porque en ese entonces ella no quería tener hijos todavía. Sin embargo, tuvieron a mal a forzar la relación y en un arranque se casaron en 2015.

Y sí, 15 meses después ya estaban tramitando el divorcio. Ambos lo firmaron y ella se embolsó alrededor de siete millones de dólares. Pero, la historia no acabó ahí, pues en 2018 ella participó como columnista invitada para "The Washington Post" y ahí reveló, sin dar nombres, que había mantenido una relación tormentosa en el pasado, pues había sufrido de violencia doméstica.

Obvio, los ojos apuntaron a Johnny y él ni tardo ni perezoso la demandó y luego ella lo contrademandó. Total, que terminaron ambos demandados y protagonizaron uno de los juicios contemporáneos más polémicos y mediáticos, que fue incluso televisado en tiempo real en 2022.

Guy Ritchie y Madonna

Se sabe que Madonna tiene su carácter y que tiene fama de ser muy exigente y mandona. A pesar de los antecedentes, Guy Ritchie se la jugó y decidió casarse con la mismísima "Reina del Pop".

Ambos se conocieron en 1998 en una fiesta en Reino Unido. Tras varios meses de noviazgo, Madonna se embarazó y en agosto del año 2000 nació Rocco, su único hijo en común. El 1 diciembre de ese mismo año se casaron. Anteriormente, Madonna había estado casada con Sean Penn, entre 1985 y 1989, y se convirtió en madre de Lourdes María en 1996, fruto de su relación con el cubano Carlos León.

De algo sí estamos seguros y es de que Madonna sí estuvo enamorada de Guy, pues formó una familia con él y cambió su residencia de Los Ángeles a Londres, donde Ritchie iniciaba su carrera en el séptimo arte.

Sin embargo, mujer sumisa nunca ha sido y así como dio su brazo a torcer, también se supone que exigió durante el matrimonio mantener relaciones sexuales de manera continua durante casi todos los días de la semana.

Además, se le metió en la cabeza adoptar niños, tal como lo hizo en su momento Angelina Jolie con Maddox, Pax y Zahara. Dicha situación fue aceptada por Guy, pero solo en una ocasión, cuando adoptaron en 2006 a David, un niño originario de Malawi.

Finalmente, las diferencias entre ambos se fueron haciendo cada vez más marcadas y evidentes y decidieron finalmente poner fin a su matrimonio.