Dolly Parton explica por qué declinó la invitación para tomar el té con la princesa de Gales

Dolly Parton credit:Bang Showbiz
Dolly Parton credit:Bang Showbiz

La legendaria Dolly Parton se encuentra en el Reino Unido para promocionar su último disco, 'Rockstar', un álbum que cuenta con colaboraciones de artistas tan destacadas como Stevie Nicks, Sheryl Crow o Debbie Harry. Su estancia en Londres se ha visto marcada por un ritmo frenético de entrevistas y demás actos publicitarios, como ha confesado la propia intérprete a su paso por la emisora BBC 2.

Tanto es así, que la artista ha revelado que no tuvo más remedio que declinar una invitación para acudir al palacio de Kensington porque no le quedaba hueco en su apretada agenda. El ofrecimiento no era otro que el de tomar el té con la mismísima princesa de Gales, Kate Middleton, admiradora confesa de la diva del country. Sin embargo, Parton es muy estricta con respecto a los compromisos previamente adquiridos y, eso sí, espera que su negativa a encontrarse cara a cara con la futura reina no haya sentado mal en el seno de la familia real.

"En esta ocasión, Dios mío, me invitaron incluso a tomar el té con Kate. Y me sentí fatal... ¡Es que no podía! Tenía otra cosa ya preparada", se ha justificado la estrella de la música en su entrevista con la presentadora Claudia Winkleman. "Uno de estos días podré hacerlo, ¡sería genial!", ha añadido esperanzada ante la posibilidad de que se le presente una nueva oportunidad de codearse con la realeza.

La prioridad absoluta que le otorga a su trabajo también ha quedado patente con esta rotunda frase: "Ella [la princesa] no es la que tiene que promocionar el disco, así que tuve que decirle que no", ha sentenciado la incombustible artista, de 77 años, quien también ha recordado la tensión que experimentó con el rígido protocolo de la casa real la última vez que tuvo ocasión de saludar a la fallecida Isabel II, con motivo de su Jubileo de Plata en 1977.

"Tenías que hacer la reverencia y esas cosas. Pero en seguida me di cuenta de que a ella [la reina] no le importaba demasiado todo eso. Si alguien cometía algún error, pues no pasaba nada", ha rememorado.