Dolly Parton recibió varias palizas por vestirse como una mujer de dudosa reputación

Dolly Parton credit:Bang Showbiz
Dolly Parton credit:Bang Showbiz

En los inicios de su carrera, Dolly Parton construyó con mucho cuidado una imagen a la que se ha mantenido fiel desde entonces y que la convierte en una de las artistas más reconocibles del mundo. Ella sabe que su ropa ajustada, su llamativo maquillaje y su pelo rubio oxigenado no son del gusto de todo el mundo, y no le importa lo más mínimo. Su lema, que ha repetido hasta la saciedad en respuesta a las críticas, es que "hace falta mucho dinero para tener un aspecto tan vulgar".

La estrella del country ha explicado en numerosas ocasiones que su gran referente fue una mujer que el resto del pequeño pueblo donde creció consideraba poco respetable. Lo que se llamaba entonces "una mujer de dudosa reputación". Su familia no veía con buenos ojos la obsesión que sentía hacia aquella señora, y su abuelo la golpeó en varias ocasiones por tratar de imitarla, pero no consiguió que cambiara de opinión.

"Estaba dispuesta a pagar por ello", ha explicado en una entrevista a The Guardian. "Soy muy sensible, no me gustaba que me castigaran. Hería mucho mis sentimientos que me regañaran, o que me azotaran, o lo que fuera. Pero a veces existe esa parte de ti que está dispuesta, si quieres algo lo suficiente, a ir a por ello".

Para Dolly, aquella vecina representaba una vía de escape y una alternativa al único destino que ella veía para las mujeres de su entorno: casarse, convertirse en madres y quedarse en casa criando a sus hijos. Con el paso del tiempo podría haber refinado su aspecto, apostando por grandes diseñadores y contratando a estilistas, pero Dolly prefirió mantenerse fiel a sus propias preferencias a pesar de que a menudo la tomaban menos en serio como artista por ello. Ese es su peculiar homenaje a sus humildes raíces: "Cuando la gente decía que no era más que basura, yo siempre decía: 'Bueno, eso es lo que voy a ser cuando sea mayor'".