Yahoo Estilo Dominic West y la conexión con el rey Carlos III antes de 'The Crown'
Dominic West no tenía una tarea fácil por delante cuando decidió aceptar la oferta del creador de The Crown para interpretar al ahora rey Carlos III. No solo porque se trataba del intérprete que menos parecido físico compartía con su personaje (ni siquiera intentaron maquillarlo ni trabajar con prótesis para conseguir algún tipo de similitud), sino porque se enfrentaba al reto de dar vida a una figura teñida de gris en las temporadas previas, que ahora debía elevar por encima del escándalo y los vestigios negativos que por momentos pinta la serie en esta temporada.
Para conseguir su propósito se sumergió de lleno en la búsqueda de detalles y anécdotas que le ayudaran a conocerlo e interpretarlo mejor. Sin embargo, tuvo un privilegio que otros no tuvieron, y fue tener acceso a información deprimera mano a través de la conexión personal que lo une con la figura del monarca.
Y es que investigar a un personaje antes de interpretarlo es uno de los deberes de cualquier actor a la hora de sumergirse en un nuevo proyecto. Desde la personalidad a la forma de pensar, actitudes y motivaciones dentro de la historia que se pretende contar. Todo cuenta. Y más cuando se trata de un personaje de la vida real y en una serie de éxito usualmente diseccionada hasta al más mínimo detalle. Pero, también, porque en su quinta temporada, The Crown juega en un terreno ambiguo con la figura dramatizada del entonces príncipe de Gales. Así como aplaude su legado y la emancipación personal a favor de su deber monárquico tras la separación de Diana, también lo arrastra por el barro de la traición y el escándalo.
Dominic West asumió el reto al máximo. Pero, como apuntaba previamente, con una baza a su favor. Y es que el actor de The Affair y The Wire contaba con cierta conexión con el rey Carlos III. No solo es embajador de The Prince’s Trust, la entidad caritativa fundada por el príncipe en 1976 con el propósito de ofrecer ayudas y subvenciones para ayudar a personas jóvenes desfavorecidas, sino que su propia esposa ha sido jardinera personal del mismísimo hijo de la reina Isabel II.
Catherine Fitzgerald y Dominic West fueron novios durante la etapa universitaria, pero luego cada uno tomó su camino hasta que volvieron a reencontrarse años más tarde. Contrajeron matrimonio en 2010, dando fruto a una familia numerosa con cuatro hijos (el actor ya había sido padre primeramente con su exnovia, Polly Astor). Catherine trabaja como jardinera paisajista y, antes de la boda con Dominic, estuvo casada con el séptimo conde de Durham, Edward Lambton. Pero, además, es hija de un escritor irlandés llamado Desmond John Villiers FitzGerald que no solo poseía un título de caballero por herencia, sino también el Castillo de Glin. Un sitio considerado como patrimonio nacional y que Catherine opera junto a su marido.
Con toda su influencia y cercanía a la realeza no es de extrañar que su profesión la haya encaminado a trabajar con la familia real.Además de mantener los jardines de su castillo, también ha trabajado en proyectos como paisajista en otros sitios destacados del país. Como, por ejemplo, los jardines del Castillo de Hillsborough, la residencia oficial del rey Carlos III y otros miembros de la familia real británica cuando visitan Irlanda del Norte. Pero tambien los jardines de la Casa Dumfries en Escocia, una propiedad bajo el control de la fundación del príncipe. Y fue a través de ella que Dominic West ya había conocido al rey, o expríncipe, mucho antes de siquiera existir la opción de interpretarlo en The Crown.
"Mi esposa participó en el jardín del castillo de Hillsborough en Belfast y en el jardín de Dumfries House en Escocia", dijo a EW. "Siempre se veía un poco decepcionado cuando yo no estaba allí con mi esposa. Así que principalmente hablamos de ella. Y de las plantas" continuó en referencia a las conversaciones que habrían mantenido en el pasado.
A su vez, aseguró que el rey le confesó ser fan de su actuación en la adaptación televisiva de Les Misérables de 2018. Una versión que, casualmente coprotagonizó con Josh O'Connor, el actor que interpretó al mismo príncipe en las temporadas tres y cuatro de The Crown. "Fue muy elogioso. Dijo que realmente lo disfrutó", añadió.
Este detalle nos permite imaginar que Dominic West tenía acceso privilegiado a información y una noción preconcebida del monarca que podría haberle ayudado a tomar la decisión de aceptar la oferta o, al menos, tener un punto de partida desde donde comenzar su preparación.
De todos modos, a pesar de la interacción física que tuvo con el monarca en el pasado, Dominic West se metió de lleno en buscar más información. Además de leer todos los libros escritos sobre Carlos, aprovechó toda la información que el departamento investigativo de la serie le facilitó. “Me enviaron un montón de vídeos, muchas entrevistas. De eso se trata: hay tanto sobre él, y cada momento de su vida ha sido escudriñado y registrado”.
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Pero también investigó por su cuenta. Por ejemplo, alquiló una cabaña en una de las granjas que el mismo monarca rescató en Cornualles, y que ahora administra el Ducado de Cornualles. "Fui allí durante una semana, solo para continuar con mis lecturas e investigaciones y caminar y pensar en él y estar en un lugar [imbuido] por su personalidad. También fui a Highgrove [residencia privada de Carlos] y me uní a un recorrido por el jardín allí. Así que realmente disfruté los aspectos de viajar e ir a los lugares donde ha tenido un efecto".
West hizo el esfuerzo de hablar con todas las personas posibles que hubieran conocido al entonces príncipe para acceder a más información. Asegura haber descubierto que Carlos dejó su huella en muchos sitios y personajes que fue conociendo en el camino. “Quiero decir, su alcance es asombroso, y eso fue realmente revelador” continuaba. Una frase que refleja justamente el arco narrativo que la quinta temporada de la serie aporta en algunos episodios, plasmando la labor personal de Carlos en su faceta como príncipe, entregado de lleno a su misión de modernizar la monarquía y hacer que sus deseos y palabras tuvieran la madurez que se esperaba del futuro rey.
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