Donald Trump toma una importante decisión sobre el príncipe Harry

El príncipe Harry (40 años) puede respirar tranquilo, al menos de momento, según las últimas palabras dichas sobre él por Donald Trump (78). Lo que parece claro es que al hijo menor del rey Carlos III no le conviene precisamente molestar en exceso al recientemente reelegido presidente de Estados Unidos, si no quiere ver peligrar su permanencia en el país norteamericano con su mujer, Meghan Markle (43), y sus dos hijos.

El líder republicano ha descartado por ahora llevar a cabo algo que insinuó en el pasado, como era el hecho de deportar al duque de Sussex tras la confesión que hizo este de haber consumido drogas cuando era joven, episodio que narraba en su libro de memoriasSpare (En la sombra) publicado en 2023. "Lo dejaré en paz", afirmaba Trump el pasado viernes al New York Post al ser preguntado por el Príncipe y este asunto.

De esta forma, no se tomarán medidas desde la administración estadounidense contra Harry, quien afortunadamente no tendrá que hacer las maletas de vuelta a Inglaterra ni abandonar la lujosa mansión que comparte en Montecito (Santa Bárbara, California) con su esposa y sus niños Archie (5 años) y Lilibet (3). El presidente de EE.UU., tras anunciar esta importante decisión, no dejó sin embargo escapar la ocasión para criticar duramente a la Duquesa.

Así, al apostillar lo que pensaba sobre el hermano del príncipe Guillermo, Trump comentó que este "tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible", dijo sobre Meghan. El matrimonio 'royal', que actualmente se encuentra en Vancouver (Canadá) con motivo de los Juegos Invictus, no se ha manifestado aún sobre estas declaraciones del mandatario, aunque tampoco se espera que lo hagan.

Las desavenencias en público de Donald Trump con los duques de Sussex no son ningún secreto y vienen de lejos, desencuentro que se hizo notorio en 2016 cuando Markle dijo sobre él que era un "misógino". Fue durante su visita a un conocido late show, donde señaló que “nadie quiere a ese tipo de gente” al hablar del político. Ahora, con el nuevo triunfo en las urnas de Trump, la situación para Harry y Meghan se tornaba algo más delicada.

Para entender los problemas que puede tener el Príncipe con su estancia en suelo estadounidense, la Fundación Heritage investigó en su momento si este había mentido a la hora de solicitar su visado o bien obtuvo un trato de favor para recibirlo. Cabe recordar que entre las preguntas que se formulan para obtener el permiso de residencia en Estados Unidos, hay una clave sobre el consumo de estupefacientes.

Así, el reglamento exige a cualquiera dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Es usted o ha sido alguna vez un drogadicto o adicto? y ¿ha violado alguna ley relacionada con sustancias controladas? Por ello, cuando Harry reconoció en su autobiografía sus coqueteos con los alucinógenos, se puso la lupa sobre él y esto reforzó la postura de Trump.

Incluso, mucho antes de que surgiera toda esta polémica, cuando la pareja se marchó de Reino Unido rumbo a Norteamérica tras desligarse de la Corona británica, el propio magnate ya dejó claro que Harry no le despertaba ninguna simpatía: "Traicionó a la Reina (Isabel II). Eso es imperdonable. Si fuera por mí, él estaría solo", aseveró al hablar de lo que se conoció popularmente como el 'Megxit'.