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Ana María Guzelian y Yahya Nemah Damasco, 10 dic (EFE).- El zoco de Al Hamidiya, el más grande de Damasco, ha reabierto sus puertas tras las caída del régimen de Bachar al Asad y ahora una multitud circula por sus puestos, porque, como dice a EFE uno de los comerciantes, el "pueblo sirio es muy trabajador" y las cosas "van mejorando". "Hemos cerrado solo un día y volvimos a abrir. Y mira cómo está el mercado, llenísimo, mucho movimiento", afirma uno de los comerciantes, que pidió no ser identificado, en su puesto en el que vende ropa, y añade: "Siria siempre ha tenido la fama de ser comerciante". Entre los caminos del zoco, situada en el casco antiguo de la capital y que termina en la céntrica plaza de la Mezquita de los Omeyas, está volviendo poco a poco la realidad de antes, aunque ahora sin Bachar al Asad, después de que una coalición insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante (heredera de la exfilial siria de Al Qaeda) lo derrocara hace tan sólo dos días. "Hoy no trabajamos, sino que festejamos" En otro de los puestos está Moayad, de 26 años, y dueño de una tienda de ropa, que dice a EFE: "Estamos muy contentos por la caída de Al Asad, nos quitaba la respiración. Siria es libre y estamos preparados para reconstruir la Siria que destruyó el régimen criminal de Al Asad". Moayad llama al pasado domingo como el "día de la independencia", marcado por "la caída de la familia criminal que gobernó 54 años", dado que antes de Bachar estaba su padre Hafez como gobernante. Esa reconstrucción de la que Moayad habla se topa ahora con muchas trabas: una guerra de 14 años que ha devastado la economía siria, además de unas sanciones que ha desencadenado una hiperinflación y han diezmado las infraestructuras. La economía siria se contrajo un 85 % durante casi 14 años de guerra civil, que diezmó las infraestructuras y desencadenó una hiperinflación. Los retos son enormes y la recuperación requerirá el apoyo del resto del mundo. El Banco Mundial (BM) señaló que la actividad económica se contrajo un 84 % entre 2010 y 2023, ya que el "conflicto ha debilitado la capacidad de Siria para absorber las perturbaciones económicas externas", y recordó que a lo largo de 2023, "la grave situación económica de Siria siguió empeorando, agravada por múltiples conmociones superpuestas, como los terremotos de febrero y el aumento de los combates desde septiembre". Además, el mercado paralelo de la lira siria sigue fluctuando: un dólar es 17.000 liras, mientras que oficialmente es de 14.500 liras. "Estoy trabajando aquí en el zoco de Al Hamidiya, pero hoy no trabajamos, estamos festejando, toda la semana es una fiesta. Tenemos que tener tiempo para celebrar nuestra independencia, trabajaremos a partir del sábado que viene", afirma sonriente, y exclama: "¡El país regresará 50 veces mejor de lo que era!". Espera a que bajen los precios El turismo, la agricultura o el petróleo eran de los grandes pilares de la economía, que resultaron destrozados por las sanciones internacionales. Pese a haber un llamamiento para levantar las sanciones, éstas siguen en vigor. El Gobierno sirio fue objetivo de esas sanciones, pero también lo ha sido el Organismo de Liberación del Levante, que está designado como entidad terrorista por Estados Unidos y otros países. Varios de los comerciantes sólo han cerrado un día, como otro que está cerca de donde salta de alegría un grupo de hombres que celebra la caída de Al Asad y pintan las banderas de tres estrellas, emblema de la oposición siria, y que ahora ha sustituido a la de dos estrellas incluso en las embajadas del mundo entero. "No sé cómo describir mis sentimientos, la alegría de las celebraciones, la libertad de hablar... Estuvimos oprimidos, no lo podemos creer...", dice el dueño de una tienda, identificado como Maher. Hubo un momento -afirma- que se preguntó: "¿Podrá regresar mi hermano que está en el Líbano? Y luego me dije a mí mismo: sí, claro, ¿por qué no puede volver? Si ya cayó (Al Asad). Nadie molestará a mi hermano, por fin...". (c) Agencia EFE