Dulces desde el corazón de una joven empresaria

Joceliz Montalvo ha vivido más de la mitad de su vida en Florida a donde su madre la trajo a vivir de niña desde San Juan, Puerto Rico en busca de una mejor manera de vivir.

Pero aun cuando ha estado lejos de Borinquen, esta joven de 26 años, madre de una hermosa bebé de dos años, y que comparte la vivienda con su progenitora y cuatro hermanos en la ciudad de Ocoee, Florida, ha sentido una atracción especial por la cultura gastronómica puertorriqueña, especialmente los postres caribeños.

“Siempre me han encantado los dulces típicos. Iba a una tienda, y si los veía, me los compraba todos, ¡pero ni hablar de yo ponerme a prepararlos!”, dijo Montalvo a El Sentinel Orlando.

Pero un buen día, como esos días mágicos que a todos nos toca alguna vez, a Jocelíz se le asignó llevar algo de comer a una actividad familiar. Los nervios la invadieron ante la preocupación de que algo pudiera quedar mal y que la dura crítica de la familia pudiera convertirse en un chiste tradicional eterno, de esos que quedan tatuados en el folklor de cada clan hispano.

“Y lo que hice fue buscar unas recetas de postres típicos puertorriqueños en las redes sociales, como el arroz con dulce, tembleque y los preparé. Pero antes de llevarlo a la actividad de la familia, se los di a probar a mis amigos y a las clientes a las que a veces les hago las uñas para que los probaran primero”, dijo la joven quien es técnica de uñas.

Las críticas fueron excelentes y los aplausos brotaron de forma natural.

Joceliz llegó a la fiesta familiar con sus postres tras superar la prueba con sus amigos. “Mami me dijo que sabían como los que hacía mi abuela y eso es mucho decir”, declaró.

Y así comenzó este pequeño negocio que la joven bautizó con el nombre de “Holly Coquito”.

¿Por qué el nombre? Joceliz explica que su fe religiosa es muy grande y fuerte, y como también prepara el famoso coquito puertorriqueño, aclara que vende la cremosa bebida sin agregarle alcohol pues sus principios religiosos le impiden fomentar el consumo de bebidas espiritosas. “Claro, si alguien quiere echarle ron, pues que lo haga por su cuenta, pero yo lo vento sin nada”, aclara.

La botella de coquito tradicional lo vende a $12. El coquito de sabores cuesta $15 y está disponible de Nutella, sabor a tembleque, pistacho, fresa y de galletas Oreo. Mientras, el arroz con dulce y el tembleque los vende a $8 cada uno. Los interesados en ordenar pueden hacerlo llamando a Joceliz al 407-872-9367.

“Trabajo como técnica de uñas en dos centros de envejecientes y a veces en mi casa. A veces hago dinero y a veces no. Es inestable. Con los dulces he podido tener una entrada económica que me ha ayudado a pagar la renta, a comprar los regalos de Navidad y espero que algún día me ayude para poderme mudar pronto”, dijo la joven.

Joceliz tiene en su mente imágenes de su abuela pelando cocos, preparando arroz con dulce y tembleque. “Tengo esos momentos en mi memoria y ahora que yo puedo preparar estos postres, me nacen desde el corazón. Todo esto me lo ha puesto Dios que sabe que necesito hacer más dinero, sobre todo ahora que tengo una bebé. Soy madre soltera. El amor es importante, pero nos hace falta el dinero. A veces me siento un poco apretada en mi situación económica, pero gracias a Dios y a los dulces, nada nos ha faltado”, declaró la joven quien quiere mantener su dulce producción más allá de la Navidad.

“Son postres que podemos disfrutar todo el año, más aún cuando vivimos lejos de Puerto Rico”, afirmó.