La duquesa de Sussex recibe un abrazo de bienvenida a Reino Unido

Harry y Meghan en su aparición del sábado en Windsor credit:Bang Showbiz
Harry y Meghan en su aparición del sábado en Windsor credit:Bang Showbiz

El pasado sábado Harry y Meghan realizaron una aparición inesperada acompañando a Guillermo y Catalina en el castillo de Windsor, los nuevos príncipes de Gales. La expectación era aún mayor porque se trataba de la primera vez que ambos matrimonios se dejaban ver solos en público en más de dos años y no es ningún secreto que en ese período de tiempo han habido muchas desavenencias avivadas por las declaraciones realizadas por Harry y Meghan desde Estados Unidos.

Cuando los hijos del rey Carlos III y sus esposas se bajaron del coche para acercarse a los curiosos, se les recibió con un aplauso espontáneo. Cualquier resentimiento a los duques de Sussex quedó olvidado de golpe, y Harry y Meghan y Guillermo y Catalina se separaron en dos frentes para cubrir el mayor terreno posible en más o menos media hora.

Cada uno estuvo estrechando manos y charlando con distintas personas, y las cámaras prestaron especial atención a Meghan para ver si dejaba entrever algún tipo de incomodidad después de que no se la invitara a acudir al castillo de Balmoral, donde murió Isabel II el pasado jueves. Nada más lejos de la realidad. La duquesa de Sussex se mostró muy amable y cercana e incluso le dio un abrazo a una adolescente de 14 años que ahora ha desvelado que tan solo quería hacerla sentir así bienvenida en su regreso a Reino Unido.

"Me preguntó mi nombre, cómo había ido mi día y cuánto llevaba esperando", ha explicado la joven a la CNN. "Le pregunté si podía darle un abrazo y ella me lo devolvió. Fue un momento increíble, aún estoy temblando". Meghan, como su difunta suegra Diana de Gales, nunca ha tenido miedo a repartir abrazos entre desconocidos, algo que los demás royals se resisten a hacer.

Incluso la breve interacción de la duquesa para despachar a uno de los ayudantes reales que se le acercó durante el encuentro con la multitud le ha hecho ganar puntos. Lejos de darle alguna contestación cortante, como parecía en un primer momento, Meghan simplemente rechazó su oferta de entregarle las flores que le habían ido regalando porque había prometido colocarlas junto al resto de tributos a la reina. "Pero lo agradezco", le aseguró con un rostro que era pura amabilidad.

De momento la duquesa de Sussex ha superado su primera prueba de fuego, y se espera que hoy mismo acuda a Edimburgo para acompañar al rey Carlos III en un servicio religioso en memoria de la soberana.