La dura confesión de Lola, hermana de Blanca Fernández Ochoa, 5 años después de la muerte de la esquiadora

Fueron once angustiosos días de búsqueda que terminaron de la manera más triste. El 4 de septiembre de 2019 se encontraba el cuerpo sin vida de Blanca Fernández Ochoa, la reconocida medallista olímpica, en el Pico de la Peñota, entre Madrid y Segovia. Han pasado cinco años de este doloroso adiós y desde entonces su hermana Lola Fernández Ochoa se ha volcado en crear conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental en ámbitos como el deporte de élite. Hace unos meses presentaba un proyecto llamado Preparados, destinado a ayudar a los futbolistas tras el final de sus carreras.

Lola Fernández Ochoa ha reconocido que sigue siendo muy duro hablar de lo que le ocurrió a su hermana
Lola Fernández Ochoa ha reconocido que sigue siendo muy duro hablar de lo que le ocurrió a su hermana

Estos días Lola reconocía que había sido muy duro vivir los problemas que afectaban a su hermana Blanca, que hizo historia en el deporte español al convertirse en la primera mujer en conseguir una medalla olímpica de esquí para España en 1992. Dijo que al principio sintió vergüenza lo que le había sucedido a su hermana, pues considera que eran una familia muy unida. En el marco de la Gira Salud Mental y Deporte Fundación Blanca y Renfe, Lola aseguraba que: "El problema que tuvo mi hermana es que le daba vergüenza reconocer que tenía un problema de salud mental". Una situación complicada que Lola recuerda con cierta impotencia.

"No quiso pedir ayuda. Yo muchas veces se lo dije, 'Blanca, vamos a pedir ayuda', y ella me decía que no, que le daba vergüenza. Se sentía como pequeñita". Aseguraba Lola que es una realidad que atraviesan muchos deportistas ya retirados, pues no cuentan con ningún recurso para lidiar con esta nueva situación. "Cuando están en activo los deportistas, todo el mundo se hace fotos con ellos. Y una vez que se acaban los focos es muy difícil porque no se les ayuda anda" dijo. Comentó además que quienes se dedican profesionalmente a algún deporte tienen que prepararse para que, llegado el día de su retirada, "no sea algo dramático".

Lola está volcada en concienciar acerca de los problemas de salud mental en los deportistas de élite
Lola está volcada en concienciar acerca de los problemas de salud mental en los deportistas de élite

Reconoce Lola que está satisfecha con la ayuda que presta con su fundación, pero que sigue siendo muy duro hablar de lo sucedido a su hermana. "Es un drama del que me sigue costando mucho hablar, de la salud de mi hermana y de como acabó. Es muy duro hablar de ello". Con tristeza asegura que se arrepiente de no haber insistido para que su hermana obtuviera ayuda. "Respeté su decisión, y es de lo único que me arrepiento ahora, de no haberla llevado de las orejas" e insiste en que es vital normalizar el recurrir a tratamiento psicológico. "Si un gran deportista que para ti es un ídolo ha pedido ayuda, por qué no. Hay que pedirla y no pasa absolutamente nada. Hay que normalizar igual que si vas al traumatólogo porque te duele la rodilla, voy al psicólogo porque necesito resetear" comentó.

David, hijo de Blanca, y Lola, hermana de la deportista, en un homenaje a la esquiadora
David, hijo de Blanca, y Lola, hermana de la deportista, en un homenaje a la esquiadora

Su recuerdo sigue vivo entre los suyos

El recuerdo de la deportista sigue muy presente entre los suyos, sobre todo en sus dos hijos, Olivia y David, que la recuerdan siempre muy emocionados. Blanca Fernández Ochoa marcó una época en el deporte español, pues fue la primera mujer española en conseguir una medalla en los juegos olímpicos de invierno y fue dos veces premio Reina Sofía a la mejor deportista. Era hermana del también esquiador Paquito Fernández Ochoa, fallecido en 2006, al que estaba muy unida y de quien heredó su pasión por la nieve. Se casó con el italiano Danielle Fioretto cuando estaba en la cúspide de su carrera deportiva, pero se divorciaron en 1994. Más adelante contrajo matrimonio con David Fresneda, propietario de una escuela de buceo en Murcia, del que también estaba divorciada. De esta unión nacieron sus dos hijos, David y Olivia, ambos profesionales del rugby.

Blanca desapareció a finales de agosto de 2023 y no fue hasta 11 días después cuando se la encontró sin vida. Fueron días de mucha angustia y una búsqueda incesante que terminó tristemente en una zona próxima al Pico de la Peñota, montaña situada en el valle de la Fuenfría de Cercedilla.