Yahoo Estilo eBay prohíbe la venta de disfraces de Jeffrey Dahmer y tiene razón, no es lo mismo que Freddy Krueger
Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer continúa siendo de lo más visto de Netflix tras erigirse como la segunda serie en inglés más vista de su historia por detrás de Stranger Things 4. Es decir, por encima de otros fenómenos como Los Bridgerton y The Witcher, superando todas las expectativas. Al menos las mías, e incluso me atrevería a decir que también las de la propia plataforma que la estrenó sin mucha promoción y casi por lo bajini. Como si no le tuvieran mucha fe en su momento, como si quisieran sacársela de encima cuanto antes.
Pero la serie logró captar la atención del público, generando tanto debate y conversación que ya acumula más de 820 millones de horas visionadas a lo largo de cuatro semanas (Top10.Netflix). Un éxito que consiguió a través del detalle minucioso en torno a los pormenores macabros de la historia real, la del ‘caníbal de Milwaukee’, un criminal que asesinó a 17 hombres entre 1978 y 1991, los desmembró y cometió actos terribles con sus cuerpos. Con semejante éxito en el mes de octubre y con Halloween a la vuelta de la esquina, el disfraz de Jeffrey Dahmer comenzó a aparecer disponible en sitios de venta de productos como eBay. Pero la empresa los ha frenado en seco.
Al parecer, eBay habría detectado un aumento de publicaciones vendiendo disfraces del asesino antes de Halloween y a raíz del éxito de la serie. Según Buzzfeed News, la plataforma e-commerce habría actuado enseguida, retirando las publicaciones e imponiendo una prohibición en torno a este tipo de ofertas porque violan su política en contra de la violencia.
Un vocero de la compañía confirmó al medio citado que estaban eliminando las entradas relacionadas a disfraces del asesino, citando que estaban prohibidas. La política de eBay estipula que los vendedores tienen prohibido publicar productos que “promuevan o glorifiquen la violencia o estén asociados con individuos violentos, los actos por los que lograron notoriedad o escenas de crímenes de los últimos 100 años”. Por ejemplo, uno de los disfraces eliminados era una máscara del actor Evan Peters caracterizado como Dahmer en la serie.
No sé ustedes, pero personalmente estoy de acuerdo con la decisión de eBay. Es cierto que el cine y las series llevan décadas siendo fuente de inspiración a la hora de elegir un disfraz para Halloween. Sin embargo, más allá de clásicos del terror como Drácula, Jason, Freddy Krueger y cientos de personajes reconocidos, cada año suele imponerse la vestimenta o estilo de un fenómeno actual. Y así como el año pasado fuimos testigos de clones disfrazados de concursantes de El juego del calamar o su muñeca asesina, habría quien pueda pensar que en 2022 sería buena idea disfrazarse como el protagonista de la serie de moda, el asesino Jeffrey Dahmer. Cuando es todo lo contrario.
Porque no estamos hablando de una figura de la ficción o de un monstruo cinematográfico como el dueño de las pesadillas, el asesino de Viernes 13 o Michael Myers. Ni de disfraces inofensivos como lo fueron El juego del calamar, vestirse de superhéroe, cazafantasma o Top Gun. Sino de un persona que resume horror y sufrimiento.
Si Halloween es una celebración puntual en donde usamos el terror con la excusa para salir de fiesta y empacharnos de dulces, entonces ¿qué lugar ocupa un asesino que destruyó la vida de tantas personas, que inyectó jeringas en los cebreros de algunas víctimas, las desmembró, profanó sus cuerpos y un largo etcétera? No podemos mezclar el fenómeno seriéfilo con la insensibilidad humana. Como tampoco podemos frivolizar con sus actos, convirtiéndolo en un ícono del terror como si estuviera a la par de Freddy Krueger. Porque no lo está. No lo fue. Fue un asesino letal. Un hombre sádico y peligroso que arruinó la vida de muchas personas que todavía siguen sufriendo las consecuencias. Algunas de ellas incluso han arremetido en contra de la serie por “traumatizarlos de nuevo”.
La madre de una de esas víctimas, Shirley Hughes, declaró a TMZ que le parecía “malvado” que la gente quisiera disfrazarse del asesino a raíz de la popularidad de la serie. Y tiene toda la razón. No se puede glorificar su masacre convirtiéndolo en personaje de entretenimiento. En mi opinión, la serie de Ryan Murphy entra en terreno pantanoso en varias ocasiones jugando con la ambigüedad de querer respetar a las víctimas dando sus propios arcos narrativos a algunas de ellas, pero recurriendo a la exposición de la violencia y el retrato de Dahmer con un protagonismo oscuro que precisamente eleva su imagen como mito del horror.
Disfrazarse de Jeffrey Dahmer me parecería ridículo, frívolo, irrespetuoso y carente de empatía. Por eso, a cualquiera que lo esté pensando le diría que imagine cómo se podría sentir el familiar de una víctima si se cruza en su camino la noche de Halloween.
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