Eduardo Santamarina no permite que otros lo llamen mal padre

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 25 (EL UNIVERSAL).- Eduardo Santamarina no toma en cuenta los comentarios negativos acerca de su paternidad, pues considera que los únicos que pueden evaluar su desempeño como padre son sus hijos, quienes han sido muy comprensivos, al entender que la carrera de actor le demanda horarios muy poco accesibles para estar cerca de la familia.

En entrevista con "Venga la alegría", el actor expresó que le tiene sin cuidado lo que las personas puedan opinar acerca de cómo ha criado sus hijos y qué tan presente ha estado en sus vidas, pues no conocen cómo es su dinámica familiar.

Para Santamarina lo único importante es lo que Roberto Miguel, José Eduardo (que tuvo junto a Itatí Cantoral), Julia (la hija que procreó con Mayrín Villanueva) y los hijos que esta tuvo con Jorge Poza, Romina y Sebastián, que también ve como suyos, piensen de él.

"Buen padre o no, la verdad es que eso siempre se lo dejaré a mis hijos, ellos son los que van a decidir, son los únicos, todos los demás pueden decir misa, pero los únicos que pueden decir si somos, o no, buenos padres son nuestros hijos, definitivamente", dijo.

El actor también expresó que es consciente de que esos rumores son sembrados y nutridos por personas que siente antipatía por él, pero que tampoco saben qué clase de persona es, pues sólo lo conocen en su faceta como actor.

De hecho, afirma que toma las críticas de forma positiva, pues tantos el reconocimiento como los señalamientos negativos es parte de estar expuesto ante la audiencia.

"Es parte del juego también, no todos somos monedita de oro, a lo mejor a ti te caigo bien, pero a otro le caigo en la punta de ya sabes de donde, pero no pasa nada, uno lo entiende porque mal haría yo de decir ´soy monedita de oro y yo le debo caer bien a todos, sería una soberbia espantosa´", confió.

Y, si bien, el actor no deja que juicios ajenos a su familia lo afecten, da todo el crédito a sus hijos de que, hasta la fecha, sigan comprendiendo las exigencias de su profesión que, muchas ocasiones, le han impedido estar presente en los eventos y días más importantes.

"Agradecer a mi esposa, a mis hijos que, de repente, no hay Día del Niño, no hay festivales, no hay vacaciones, no hay fines de semana porque nuestros horarios demandan mucho", externó.