Una ‘Ekeka’ rinde homenaje a los animales muertos en los incendios forestales en Bolivia

La Paz, 26 ene (EFE).- La 'Ekeka del agua, de los animales y las plantas' es una escultura de yeso creada para la tradicional feria de la Alasita, en homenaje a todos los millones de animales que murieron en los incendios forestales en Bolivia durante 2024, que provocaron en el país “la mayor crisis ambiental” de su historia.

El Ekeko, la principal deidad andina de la fortuna y la abundancia, se ha transformado con el tiempo y se le representa ahora como un varón que carga en sus espaldas desde alimentos hasta dinero, al que hay que darle cigarros y hojas de coca para que pueda hacer realidad los deseos.

Pero el colectivo feminista Mujeres Creando rompió esa visión exclusiva hacia el Ekeko y hace más de una década dio vida a la Ekeka, una deidad femenina, que representa a la mujer, "la proveedora de bienestar en los hogares".

"Surgió la idea de recuperar el papel que las mujeres siempre han tenido (...) porque es una realidad que la mayoría de las mujeres sostienen a sus familiares", dijo a EFE Danitza Luna, artista y creadora de la Ekeka del 2025.

Esta deidad en escultura lleva en su cuerpo agua dulce que se contaminó con el humo de los incendios y le adornan su cabello y parte de la espalda animales endémicos de Bolivia como el oso perezoso, el tucán, el quirquincho (armadillo), el jaguar, el bufeo o delfín rosado y la rana chiquitana.

"Es una reflexión para que cuidemos a estos animales que también son especies únicas que existen en Bolivia y que si lapidamos nuestra riqueza natural, estamos botando a la basura una riqueza que vale más que el oro", dijo Luna.

El sentido que quiso darle la artista a la Ekeka es que "la verdadera riqueza y abundancia está en la naturaleza".

"Si bien la Alasita es una fiesta que refleja los sueños del futuro, refleja también ese carácter de esperanza de la sociedad boliviana a pesar de las crisis que estamos pasando", mencionó Luna.

A la Ekeka del 2025 le antecedieron tres ekekas más, la primera fue hecha por otra artista y representaba una mujer "sufrida y que cargaba montón de cosas, un marido borracho, su wawa (bebé), todo el peso de la sociedad y la vida en sus espaldas".

La segunda fue hecha por Luna y se la denominó la 'Ekeka hacia la libertad' porque a esa escultura se la representa como una mujer que rompe las cadenas, "abandona a su esposo borracho y se va con sus sueños, esperanzas y sus alegrías en su maleta" y con el rostro que apunta al cielo.

Mientras que la tercera Ekeka es la "de la felicidad", ella tiene una sonrisa y lleva todo lo anterior, un corazón completo, "no roto por nadie" y "un trinche para pecar porque las mujeres tenemos derechos a pecar", sostuvo Luna.

Este año, la Ekeka representa al medio ambiente, a la naturaleza que se tiene que recuperar de los incendios, pero también "es para brindar esperanza a las mujeres".

"Una compañera que sufrió un intento de feminicidio vino a comprar la Ekeka y me dijo que para ella significa esperanza (...) y para mí es lo que vale", añadió la artista.

La Alasita o "cómprame" en aimara, es una de las tradiciones más antiguas de la cultura andina que originalmente se celebraba en el solsticio de verano austral el 21 de diciembre, con miniaturas que se colocaban a deidades andinas como las illas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró la feria de la Alasita como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2017.

Daniela Romero

(c) Agencia EFE