El actor Leonardo Daniel quiso adoptar en México y le aconsejaron que comprara un niño

El intérprete y su esposa vivieron una triste experiencia antes de adoptar a su hija Lian. "No se compliquen la vida", les dijeron

El actor Leonardo Daniel en una conferencia de prensa en México. (Photo by Jaime Nogales/Medios y Media/Getty Images)
El actor Leonardo Daniel en una conferencia de prensa en México. (Photo by Jaime Nogales/Medios y Media/Getty Images)

En el medio del espectáculo existen historias de amor que chocan de forma abrupta con delicados temas sociales que trascienden a la dura realidad que viven miles de parejas que desean tener hijos y no pueden, por lo que deciden adoptar. Pero hacerlo en México es casi imposible por la burocracia. Al actor Leonardo Daniel le tocó vivirlo en carne propia, e incluso llegaron a sugerirle comprar un niño.

Hace más de 20 años, después de tener dos hijos con su esposa Lilan Davis, el actor y su pareja pusieron manos a la obra para cumplirse un juramento que se hicieron siendo novios, y eso era adoptar un menor. Es algo que ella siempre quiso y con lo que él estuvo de acuerdo desde el comienzo de la relación.

Primero pensaron en un pequeño del Tíbet. Sin embargo, las reglas culturales y tradicionales de esa región son muy estrictas para el proceso de adopción debido a que se condiciona la preservación de identidad en todos los sentidos, incluida la religión. Tras esa negativa se concentraron en un infante mexicano.

Radicados en Miami, Estados Unidos, Leonardo Daniel y su esposa intentaron adoptar en México sin imaginar lo complicado que resulta el proceso de las adopciones supervisadas y ejecutadas por el DIF Nacional. Entre otros factores que se perciben como inconvenientes, se encuentran los cambios de administración al tratarse de una dependencia sectorizada a la Secretaría de Salud.

"No pudimos. No te voy a decir quién, pero el último consejo de una alta autoridad de las adopciones (aquí en México) nos dijo: "miren, no se compliquen la vida. Váyanse a Monterrey y cómprense un niño en un convento", le comentó a la periodista Matilde Obregón en su canal de YouTube.

Leonardo Daniel contextualizó cómo era la situación sociocultural de Nuevo León hace más de dos décadas, lo que derivó en el fenómeno de la compraventa de infantes: "En aquel entonces, para no meterme en broncas, las niñas bien en Monterrey se embarazaban, iban a los conventos, tenían a su niño y ahí lo dejaban. Entonces tú ibas y les decías: 'oiga, ¿no tendrá de casualidad a alguien que le haya dejado una canasta con un niño?'. Y sí tenían".

El actor y su esposa jamás aceptaron el consejo de comprar un niño porque, además de ser ilegal, implicaba un delito que podía ser más grave por tratarse de ciudadanos estadounidenses, pues corrían el riesgo de ser acusados de tráfico humano, tráfico de órganos o secuestro.

El actor y su esposa regresaron a Miami contrariados por lo vivido en México. El actor y cantante Carlos Ponce se acercó a ellos para sugerirles la misma agencia que le ayudó a adoptar dos de sus hijos. Dicha agencia operó a nivel internacional para triangular la adopción con Moscú, Rusia. En el país europeo se abrió una puerta para que Leonardo Daniel y Lilan Davis pudieran convertirse en padres adoptivos de una niña que estaba por cumplir cinco años, edad límite en que los orfanatos se hacen responsables de los menores para después ser enviados a internados.

En ese instante la vida confabuló a favor del actor, quien junto a su mujer ya habían llevado a cabo todos los trámites que exige la ley estadounidense para adoptar a un menor de origen extranjero. "Recibió la llamada para informarle que debían viajar lo más pronto posible a Rusia: (Nos dijeron que) hay una niña de cuatro años y medio que perdió el juicio de adopción. Ah, porque tienes que hacer un juicio. Si no es alguien que ya tiene los papeles para que pueda entrar a Estados Unidos, no la van a adoptar nunca. (...) Mi mujer y yo dijimos: 'Por algo son las cosas'".

Viajaron a Moscú en tres ocasiones para cumplir con el requisito del juicio de adopción establecido por las leyes rusas. Luego de su última visita retornaron a Miami con la nueva integrante de su familia, Lian. Hoy día esa niña, tal como lo cuenta el actor, es una universitaria amante de la literatura a la cual él admira y se siente orgulloso de ella.

Para Leonardo Daniel y Lilan Davis no fue fácil materializar el juramento de adoptar. Requirió dinero, paciencia y choques culturales que los llevó a experimentar un trago amargo cuando las autoridades mexicanas les conminaron a caer en la ilegalidad de comprar un niño.

La adopción en México

A poco más de 20 años del episodio que vivió Leonardo Daniel enfrentándose al complejo proceso de adoptar en el país, las cifras oficiales del DIF Nacional del periodo comprendido entre 2014 y 2022 detallan que se recibieron 542 solicitudes de adopción y procedieron un total de 119, es decir, 22% de las solicitudes terminaron con un menor adoptado.

Los matrimonios adoptantes buscan principalmente niñas entre cinco y ocho años. El DIF Nacional informa que de 2014 a 2022 tres de cada cinco mujeres adoptadas pertenecían a ese rango de edad. Asimismo, las parejas que buscan niños priorizan que el rango máximo de edad sea de ocho años, pues de 2014 a 2022 dos de cada cinco varones corresponden al rango de cinco a ocho años.

De acuerdo a los lineamientos establecidos por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIFC), los requisitos para adoptar un niño o una niña son los siguientes: cumplir con el curso de inducción sobre adopción, entregar solicitud de adopción (en caso de aprobar el curso de inducción), acceder a valoraciones y entrevistas presenciales que incluyen visitas domiciliarias, acreditar la viabilidad legal (matrimonio en regla, no antecedentes penales, sin problemas con instituciones bancarias), socioeconómica (garantía de una solvencia financiera óptima para el desarrollo del menor) y psicológica (que los padres adoptivos sean declarados mentalmente en condiciones para ser responsables) que evalúan los profesionales, e ingresar a la lista de espera.

Parecen pocos los requisitos, pero el proceso de esos trámites es largo y complejo, además de que implica la entrega constante de documentación siempre y cuando se avance en los pasos establecidos por las autoridades. El punto de la acreditación de la viabilidad legal, socioeconómica y psicológica es el de mayor rigor porque es lo que determina si se autoriza o no el acceso para postularse como adoptantes.

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