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Por qué algunos hombres dicen las cosas más insólitas sobre el cuerpo femenino

Profile portrait of woman kneeling
Existen creencias absurdas que se replican en la sociedad y que contribuyen a que muchos hombres no tengan idea de lo que pasa con el cuerpo de las mujeres, y que incluso las juzguen. (Foto:Getty)

Por Nélida Fernández

El cuerpo femenino es definitivamente una infinita fuente de misterios por descubrir y los hombres, en su mayoría, no tienen idea de nada, y aunque cada vez es más común que muchos se interesen, que busquen información y que le pregunten a sus parejas qué sienten, lo más común es que exista ignorancia y muchas veces incluso de parte de ellas.

La menstruación y toda la carga física y emocional que tiene, los puntos más sensibles, la capacidad de excitación y las razones para que esa excitación ocurra, la masturbación femenina, las frecuentes afecciones, el embarazo y todos los cambios que se producen, la menopausia, los anticonceptivos. Es verdad, es mucho.

Esta realidad fue graciosamente expuesta en el sitio Bored Panda gracias a la pregunta que la usuaria @brownandbella hizo en Twitter: “Mujeres: qué es lo más estúpido que les ha dicho un hombre sobre el sexo, menstruación, salud reproductiva, etc? …Vamos a reírnos juntas de estos tontos”.

Los comentarios son elocuentes y reflejan el evidente desconocimiento sobre estos temas. Por ejemplo, una mujer comentó que su marido desde hace 13 años le pregunta cada mes “¿Otra vez?” cada vez que le llega el período.

Aprender a ser empático

La psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas Atenea Anca explica que la incomprensión de los hombres sobre el estado emocional de las mujeres puede explicarse por dos factores principales.

El primero, “la educación y costumbres recibidas en casa sobre la empatía, la expresión emocional y las diferencias de género” y el segundo “la diferencia entre el procesamiento emocional del cerebro masculino Vs el femenino”.

La forma en la que se procesa el pensamiento de los hombres hace que las mujeres se quejen de falta de comprensión de parte de ellos mientras ellos les critican su emotividad.

Woman fingers with pen writing reminder Period in calendar. Close-up.
Woman fingers with pen writing reminder Period in calendar. Close-up.

En los hombres se activan dos mecanismos de lectura de las emociones, de acuerdo con la explicación que nos ofrece Anca. El primero de ellos “el Sistema Neuronal Especular, que permite sentir el dolor del otro” que es lo que se conoce como empatía, “pero luego se activaría de forma muy rápida la Unión Temporo-Parietal que pone al hombre en modo análisis y búsqueda de soluciones” que sería para ellos el “predilecto” lo que les impide que se “contagien” del “sentir intenso de la mujer”.

Y más allá de esta explicación teórica científica, la psicóloga redondea exponiendo esta escena que puede resultar para muchas cotidiana: “El hombre que escucha la expresión emocional de la mujer, activará la empatía muy poco tiempo hasta que se active el sistema analítico y de su boca solo salgan intentos de soluciones y no palabras de aliento”.

Aquí se ubica una de las respuestas que reseña Bored Panda a la pregunta de @brownandbella: Un hombre le dice a la chica con la que está saliendo que si puede “aguantarse” hasta llegar a casa cuando ella le informa que necesita comprar tampones con urgencia.

“Nada de sexo hasta que nazca el bebé”

Según la lógica del esposo de una de las mujeres que respondió al tweet, lo mejor era que durante el embarazo no tuvieran nada de sexo para evitar golpear con el pene la cabecita del bebé que apenas se está formando. Ella comentó que su miembro no tenía tamaño para dañar nada. Pero lo cierto es que el sexo durante la gestación no está prohibido y, por el contrario, es recomendable.

La anatomía del hombre no le ayuda a ponerse en los zapatos de la mujer y si tampoco recibe este aprendizaje en su hogar -dice Anca- “difícilmente podrá comprender aspectos inherentes a la femineidad y sobre cómo las mujeres viven su sexualidad”.

La sexualidad femenina está rodeada de “temores” sobre el propio cuerpo pues un pene es visto de forma evidente por su portador pero “una vulva requiere de acrobacias y un espejo para ser vista”.

Lo mismo podría aplicarse para el extendido mito de que las mujeres vírgenes no deben usar tampones pues dejarán de serlo, un tema que también surgió entre las respuestas al tweet, en la que un padre le prohíbe a la hija usar este útil dispositivo para hacer más llevaderos los días de la menstruación.

‘Hombre activo, mujer pasiva’

Para agregar más ingredientes al caldo de la ignorancia, la sociedad ubica sus expectativas sobre el hombre “activo” y la mujer “pasiva”, un escenario que solo alimenta el desconocimiento y el machismo.

Socialmente, nos explica la psicóloga, “el hombre es el dador de placer, activo, encargado de entregar el semen que permite poblar el planeta, mientras que la mujer es vista como la receptora, pasiva y delicada”.

Entonces, subraya la terapista de parejas, al unir esta realidad sociocultural y anatómica, con las dificultades empáticas del hombre, el resultado es “incomprensión y juicios duros”.

Anca critica que toda esta ignorancia que aún prevalece en el mundo moderno sobre el cuerpo y la sexualidad femenina tiene que ver con la poca capacidad de esa sociedad de autocuestionarse y que, por el contrario, sea replicadora de “lo absurdo”, lo que con frecuencia sucede, además, sumado a “creencias religiosas”.

Couple conflict. Stressed crying female sitting on couch with abusive husband after quarrel, ready to divorce

“Que los hombres se dediquen a cuestionar y censurar la evolución femenina, no es más que el resultado del no autocuestionamiento de ellos y de lo permisivas que son las féminas que rodean a estos hombres”, dice la sexóloga que aprovecha para sentenciar que los temas tabúes seguirán existiendo si las personas no aprenden a “cuestionar las creencias absurdas que nos rodean”.

Mujer por un día

De ser posible este cambio de roles, sería fabuloso que el hombre viviera un intenso día de menstruación, podría abrirle un poco el entendimiento y lograr un poco de empatía.

Esta fantasía -en la que un hombre se convierte en una chica por un rato- fue llevada al cine en el año 2000 en la película “Lo que ellas quieren” protagonizada por Mel Gibson y en esa comedia, aunque no le viene el período, el guapo personaje es capaz de escuchar los sentimientos de todas las mujeres que lo rodean, incluso durante la relación sexual, lo que lo llevó a entender parte de las emociones femeninas.

Más recientemente, Netflix lanzó la comedia francesa “No soy un hombre fácil” en la que la realidad de otro guapo personaje cambia drásticamente y todos los hombres son tratados como si fueran mujeres en una sociedad machista, un filme en el que también se obliga al hombre a ponerse en el lugar de ellas, a aprender a costa de errores y termina muy sensibilizado.

Pero, como es poco probable que estas fantasías se hagan realidad, la sexóloga recomienda informar y educar en casa a las nuevas generaciones, varones y hembras, pues va en ambos vencer la ignorancia y favorecer el respeto.