El divorcio de Pablo Lyle y Ana Araujo, una historia contada a medias

Ana Araújo y Pablo Lyle
Ana Araújo y Pablo Lyle

 

La vida del actor Pablo Lyle dio un giro de 180 grados el 31 de marzo de 2019, cuando el vehículo en el que viajaba se cruzó con el automóvil del cubano Juan Ricardo Hernández, y comenzó el drama que lo llevó a la cárcel en octubre de 2022. Sin embargo, no toda su vida se transformó. Su familia se mantuvo unida, a pesar de que él y su todavía esposa, Ana Araujo, habían iniciado un proceso de divorcio que ella puso en pausa cuando el actor fue arrestado: “Vamos primero a ver lo tuyo”, le dijo ella.

Araujo finalmente confirmó que ella y Lyle ya no están juntos. En entrevista con Aislinn Derbez, señaló que tras el incidente de tránsito, ella prefirió hacer equipo con su expareja para sacar adelante a su familia.

Un contratiempo que terminó en tragedia

El 31 de marzo de 2019, el actor mexicano Pablo Lyle fue arrestado tras haber golpeado al cubano Juan Ricardo Hernández, a quien dio un puñetazo luego de que este se bajara de su auto y golpeara la ventanilla del vehículo en que viajaba la familia de Lyle. Tras la agresión contra el hombre de 63 años, el mexicano dejó la escena y continuó su recorrido al aeropuerto de Miami. Ese mismo día fue arrestado bajo el cargo de asalto agraviado, y las autoridades le fijaron una fianza de 5 mil dólares.

Hernández fue trasladado al hospital. En principio, presentó una herida en el cráneo y un derrame cerebral que lo dejó en estado de coma. Tras haber permanecido cuatro días en cuidados intensivos del Hospital Jackson Memorial, el hombre de 63 años murió. Lyle pasó de un cargo de agresión al de homicidio involuntario.

Ana Araújo ofrece testimonio en juicio de Pablo Lyle en Estados Unidos (Pedro Portal/Miami Herald/Tribune News Service via Getty Images)
Ana Araújo ofrece testimonio en juicio de Pablo Lyle en Estados Unidos (Pedro Portal/Miami Herald/Tribune News Service via Getty Images)

Ana Araujo acompañó a Pablo Lyle durante todo el proceso. El público fue testigo de cómo se mantuvo cerca e incluso, dos años después del incidente, se mostró cercana al actor, a quien dijo extrañar mucho. En un post de Instagram, escribió que su amor era “mucho más real" ahora que el que sentía hace 3 o 4 años. Pocos meses después, en diciembre de ese año, comenzaron las especulaciones de que habían decidido separarse, después de 8 años de matrimonio.

En junio de 2022, el público se sorprendió al escuchar a Ana Araujo llamando “exesposo” a Pablo Lyle. En su podcast ‘My wellness friend’ habría confirmado su separación: “Me costó mucho hacerme cargo, como que el tema de ser la jefa de toda esa gente. Yo era de que en las fiestas. Yo feliz que Pablo, mi exesposo, fuera el centro de atención, porque yo siempre estaba atrás, y que él fuera sociable. Y de repente tener que ser yo la que está a cargo, la que tenía que dar la cara, defender las cosas. Le huía muchas veces a eso”.

Tres meses después, cuando Ana dio su declaración en la corte, negó que estuviera separada de su pareja e incluso dijo que estaba hospedada en el mismo Airbnb del actor.

Sin embargo, desde mediados de 2022, Ana Araujo ha sido relacionada sentimentalmente con otros hombres, primero con el exfutbolista Marc Crosas y luego con Marco Lavin, de quien publicó una foto en sus redes sociales el 11 de septiembre pasado. Sobre Crosas se negó a hablar “por el respeto a mis hijos".

"Se me volteó la historia"

Después de meses de especulaciones, finalmente Ana Araujo habló sobre su situación familiar. Este martes 21 de noviembre, se sentó a conversar con Aislinn Derbez, con quien compartió cómo vivió el proceso por el que atravesó el papá de sus hijos. De inmediato señaló que cuando todo ocurrió “Pablo y yo ya estábamos en un proceso de divorcio”.

Recordó que el incidente “me agarra muy desprevenida porque fue como que no tenía nada planeado; o sea, ni para que él no estuviera, ¿sabes? Ni presente ni divorciada. Entonces es como que me volteó la historia”.

Explicó que ella y su pareja habían pasado por situaciones que la habían hecho tomar la decisión; momentos con los que ya estaba tranquila y en paz: "Ya las sanamos, ya las trabajamos, ya estoy bien con eso". Pero insistió en que no supo qué hacer cuando en medio de su caos matrimonial se viene el problema con la justicia de Estados Unidos.

La empresaria señaló que al verlo “tan tocado” decidió no seguir con el proceso. Le pidió que se olvidara de eso y se concentrara en la denuncia: “Al final cuando todo esto empezó, pues el señor (Juan Ricardo Hernández) todavía estaba vivo". La sorpresa le cayó encima cuando Hernández muere y el cargo contra Lyle cambia: "No sabíamos todo lo que se venía”.

Ella tomó la decisión de “guardar en un cajón lo que yo sentía y lo que yo quería. Y decidir también por mí, por la familia, estar con él. Me parecía súper importante estar con él, porque haya pasado lo que haya pasado siempre hemos sido muy buenos amigos. Entonces no había manera de que yo lo dejara solo”, mencionó.

Durante el proceso ella lo vio tan vulnerable que empezó a dudar: "¿Será que sí me quiero separar?", pensó. Tras haber pasado por una terapia de separación y al ver que el actor empezaba a tener un poco más el control, ella se dio cuenta de que su vida era triste, empezó a sentirse sola y a lidiar con muchísimo trabajo, no le quedó de otra que cambiar su chip y tomar las riendas de su hogar y de su vida.

Y llegó un momento en que se recobró a sí misma: “mi manera de vestir, esta seguridad, mi lado erótico”. Mencionó que, mientras recuperaba su vida, sin buscarlo, conoció a una persona “con la cual ahorita estoy súper feliz". Señaló que con su nueva pareja se está relacionando "desde un punto totalmente distinto, y eso se me hace bien bello”.

Aclaró que ahora está viviendo el amor de otra manera: marcando límites, trabajando en cómo comunicarse mejor y disfrutando un acompañamiento distinto.

Han pasado más de cuatro años desde que Ana Araujo y su expareja vivieron un momento de crisis que los ha traído a lugares completamente distintos de donde se encontraban. Ella se ha mostrado agradecida por lo que atravesó porque le ha ayudado a tener una evolución. Además de que mejoraron sus relaciones familiares y con sus amistades. Ahora se siente más consciente: "Me situé en un punto en la Tierra en donde sí soy más vulnerable a todo lo que sucede, pero al mismo tiempo al sentirme responsable de mí misma, me siento más en confianza con la vida”.

La fundadora de Skinny Bakery destacó que no habría llegado a este punto de su vida si no hubiera aprendido a respirar, a autoanalizarse y si hubiera omitido la terapia. Ahora que comenzó una vida sin Pablo Lyle descubrió que puede confiar en que “la vida tiene su propia manera de avanzar" pero que al final depende de cada persona cómo decide surfear la ola.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Así fue la insólita pedida de matrimonio durante el concierto de ‘The Cure’ en el Corona Capital