El fracaso de Sergio Goyri en el fútbol con Pumas y América: lo mejor que le pudo haber pasado
El veterano actor ha revelado que cuando era joven ni siquiera cruzaba su cabeza la idea de salir en la tele o en el cine
Si escribiéramos una lista de los villanos más emblemáticos de la historia de las telenovelas, sin duda alguna el nombre de Sergio Goyri aparecería en los primeros lugares. Y es que, aunque ha sido protagonista en telenovelas como 'Dos hogares', los papeles más recordados de su carrera son los antagónicos.
Cómo olvidar al malvado terrateniente Ignacio Aguirre en 'Te sigo amando', al celoso hacendado Álvaro Montellano en 'Duelo de pasiones' o al desalmado capataz Rosendo Gavilán de 'Soy tu dueña'.
Pero ese no fue su verdadero sueño de juventud.
"No quería ser villano"
En diversas ocasiones, Goyri ha aceptado que los papeles de villano son los que más le gustan a él y también a los televidentes, aunque en un principio no quería aceptar esos papeles por miedo a que la gente comenzara a odiarlo.
"Lo que pasa es que cuando tú estás haciendo protagonistas, eres el primer crédito, el personaje más importante, el que gusta a las señoras de la casa, pero ya siendo el malo, la gente nos puede llegar a odiar", confesó hace tiempo en una entrevista para TVyNovelas.
Su primer antagónico fue precisamente en 'Te sigo amando', papel que terminó aceptando gracias a la insistencia de la productora, Carla Estrada. Ese, reconoce, ha sido uno de los grandes aciertos de su carrera. "Me convertí en el villano amado y eso no se había hecho".
"Mi sueño era jugar futbol"
Desde que debutó en televisión como parte del elenco de la telenovela 'Mundos opuestos' de 1976, Goyri ha tenido una vasta carrera en el cine, con más de 200 cintas del género conocido como 'videohome' -películas de bajo presupuesto que se lanzaban directamente en video, sin pasar por el cine- sobre todo en los años ochenta y noventa incursionó con un enorme éxito no sólo como actor sino como guionista, director y productor.
Con todo este curriculum es difícil imaginar que Goyri tuviera durante su vida una vocación distinta a la de ser actor. Pero en su infancia y adolescencia ni siquiera cruzaba su cabeza la idea de salir en la tele o en el cine.
"Mi sueño era ser jugador de futbol, yo jugué en Pumas -me tocó compartir entrenamientos con Hugo Sánchez- y en América", contó hace un par de meses en una larga entrevista para el podcast de su hijo, titulado 'No es tema'.
Con el equipo de la UNAM pasó por todas las etapas desde infantiles hasta "reserva profesional", la antesala del debut en Primera División; pero fue cortado por la directiva porque no era estudiante de la Universidad.
De ahí pasó al América donde también tuvo una temporada destacada, hasta que un día lo llamaron a la oficina -él estaba seguro de que firmaría su contrato para jugar con el primer equipo- y, nuevamente, le dieron las gracias.
Aunque tuvo algunas oportunidades más de perseguir su sueño e incluso fue contratado en un equipo de Estados Unidos, finalmente decidió poner fin a esa etapa de su vida.
Por entonces, ya había hecho algunas fotonovelas y comenzaron a abrirse las puertas en el teatro y aprendió una lección que ahora comparte siempre que puede con sus hijos.
"Siempre que llegas a una esquina tienes cuatro opciones: Te regresas, te vas para adelante, para un lado o para el otro. Siempre hay opciones y mientras más abajo llegues y toques fondo, tienes más oportunidades de subir porque ya agarraste impulso", agregó.
Aunque en ese tiempo se le cerró el mundo, ahora tiene claro que el fracaso en el futbol fue lo mejor que le pudo haber pasado.