El gesto entrañable de Shanik Aspe que Edith González le agradeció hasta el día de su muerte

Shanik Aspe protegió a Edith González de la prensa cuando regresó el cáncer a su organismo.  (Photo by Medios y Media/Getty Images)
Shanik Aspe protegió a Edith González de la prensa cuando regresó el cáncer a su organismo. (Photo by Medios y Media/Getty Images)

Hay amistades que nacen en el preámbulo de la muerte y, por breves que hayan sido, duran para toda la vida. Así es como puede resumirse la historia de Shanik Aspe con Edith González cuando coincidieron en un proyecto en el cual la conductora protegió a la actriz de la exposición mediática en la víspera de su fallecimiento.

Ambas fueron compañeras en el programa Este es mi estilo junto al diseñador David Salomón. Conformaron la terna de invitados para fungir como jueces de moda del concurso que ganó Andrea Pedrero. La última emisión fue el 11 de mayo de 2019.

Para ese momento Shanik y Edith ya habían generado una complicidad especial que inició tres meses atrás cuando comenzaron las grabaciones en foro. Aspe se mostró temerosa con la actriz, pues llegó prejuiciada con la figura de González y su personalidad. Le habían dicho que era una mujer de carácter áspero.

"Escuchaba cosas como 'Edith es difícil', 'es complicada'. Gente me decía '¡aguas!'. Estaba muy nerviosa por trabajar con Edith. Mi sorpresa fue que ella fue un regalo para mí y para todos, (porque) siempre tenía la mejor actitud. Terminábamos de grabar y era de 'oigan, los estoy esperando acá abajo para que todos comamos y todos compartamos la mesa'. Se encargaba de juntarnos a todos", recordó en entrevista con Anette Cuburu en su programa Anetteando.

Aspe conoció a una Edith González distinta a la que le habían platicado. Se encontró con una mujer feliz, amable, humilde y llena de vida que aparentemente había superado el cáncer de ovario. En ningún instante la actriz dio señales de haber recaído, no quería que nadie supiera que las células cancerígenas habían reaparecido en su organismo.

"Cantábamos, bailábamos. De verdad era impresionante, porque yo no sabía que realmente estaba enferma. Pensé en que estuvo enferma, pero nunca pensé que seguía luchando contra algo. Su actitud no era la de una persona enferma", recordó.

Durante el mes de abril se manifestaron los síntomas en el cuerpo de Edith. Ante los ojos de sus compañeros, técnicos y crew del programa ocultó la enfermedad. Evitaba llamar la atención, no deseaba ser el tema de conversación, mucho menos ante la situación que vivía con un panorama que se tornaba desalentador y podía atraer el morbo de la opinión pública.

"Hubo un momento fuerte en que se pasó la voz… Edith vomitó". Alguien de la producción lo descubrió y notificó a quienes consideró pertinentes informar sobre lo que ocurría. Rápidamente se propagó esa información a manera de chisme. Llegó a oídos de medios de comunicación que ordenaron a sus reporteros acudir de inmediato al foro para conseguir el testimonio de Edith.

Enterada de lo que pasó, Shanik reaccionó con instinto maternal y fraternal para correr a auxiliar a su compañera ante la inesperada presencia de la prensa que arribó a las grabaciones con la única intención de preguntarle a González si había recaído o no. Esa actitud molestó a Aspe, la consideró ofensiva.

"Entonces un día llegaron las cámaras al foro. Querían hablar con Edith, porque decían que había regresado la enfermedad, que vomitaba en el camerino y no sé qué. ¡Me dio un coraje! Fue como una agresión de meterse al foro, y todo porque alguien chismoso que no sabía ni qué fue a decir eso. Cuando llegaron con Edith, me sentí con ganas de protegerla", explicó.

Sin respetar la voluntad de la actriz respecto a que no tenía comentarios que dar, la prensa la acorraló para insistir en su objetivo. Fue entonces que apareció Aspe para defender a su amiga sin tener idea de que en verdad estaba grave de salud. Actuó por el impulso de resguardar a alguien que solicitaba privacidad.

"Llegaron los medios y, cuando la atacaron, me metí. Me metí como si fuera a defender a mi hermana. Les dije 'a ver, me parece de mal gusto que estén asumiendo una cosa así, porque el día que Edith vomitó también vomité, aquí nos enfermamos todos. Me parece de muy mal gusto que porque Edith se enfermó asuman que tiene una enfermedad. Eso no se hace, eso no está bien. Vengo a decirles que también me enfermé'", indicó.

Así ahuyentó a los reporteros. Luego arropó a Edith que se conmovió con el gesto. Surgió así su amistad: "Cuando eso acabó, Edith se acercó, me tomó de la mano y me dijo 'nunca voy a olvidar esto'. Fue el instante de quererla proteger. (...) Fue hermandad".

Shanik fue más allá. Su cariño lo llevó al grado de un gesto todavía más noble: jamás le preguntó a González si el cáncer había reaparecido. Asumió que el vómito era un evento fortuito de una comida pesada, por lo que no molestó a su amiga cuestionándola acerca de un tema por el cual prefería mantener silencio.

No todo es color de rosa en esa historia. Aspe se quedó con una herida que la pone a prueba del llanto, y eso tiene que ver con una llamada telefónica que no pudo responder porque estaba de vacaciones y postergó la respuesta para cuando estuviera tranquila. Esa llamada fue de Edith González poco antes de morir el 13 de junio.

"Me fui a Turquía. Recuerdo que me habló por teléfono y dije 'chin, alguien me está marcando, luego le hablo'. Después me enteré que cuando ella me marcó estaba en el hospital. Ya no hablé con ella, estaba de vacaciones. Cuando me dijeron que había fallecido fue una noticia muy fuerte, en verdad no lo esperaba. No me imaginé", aseguró.

Pese al dolor de la abrupta partida de su amiga, Aspe le da mayor peso al grato recuerdo que le dejó la actriz como una mujer devorándose al mundo y disfrutando cada segundo mientras estuvo en Este es mi estilo, su último trabajo a cuadro.

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