El impulso que le dio Flor Silvestre a Majo Aguilar cuando nadie creía en ella

Majo Aguilar lanzó su primer álbum con apoyo de su abuela, Flor Silvestre.(Photo by Fran Santiago/Getty Images)
Majo Aguilar lanzó su primer álbum con apoyo de su abuela, Flor Silvestre. (Photo by Fran Santiago/Getty Images)

Nacer en el seno de una dinastía como los Aguilar no garantiza una carrera artística de éxito, aunque pueda abrir puertas si se cuenta con el apoyo necesario. Hay que hacer méritos, ganarse un lugar. Majo Aguilar no lo ha tenido tan fácil, pero cuando se enfrentó al reto de buscar de recursos por sí misma para producir su primer disco, su abuela Flor Silvestre fue su salvación.

Convencida de que quería incursionar de lleno en la música como cantante y compositora, Majo sabía que debía mostrarse. Para abrirse puertas tenía que hacerse escuchar mediante los dos caminos obligatorios para un artista: material sonoro y presentaciones en vivo. En la víspera de crear su primer álbum tuvo que asimilar una respuesta fría de su padre, quien fue la principal figura de apoyo a la que recurrió primero.

"Quería hacer mi primer disco y mi papá me dijo 'hazlo', pero no se involucró mucho, la verdad”, contó en Faisy Nights. Ante esa fría respuesta de su papá, se movilizó para ir por oportunidades que le permitieran cantar en vivo y generar ingresos para producir su material.

Entre 2016 y 2017 enfocó todas sus baterías en lograr ese objetivo. Majo volteó a su alrededor y se percató de que entre las amistades de su padre había un hombre que podía destinar recursos a espectáculos porque se compaginaban con sus actividades empresariales. Nada costaba proponerle un pequeño concierto, así que se acercó a él.

"Mi papá tiene un amigo, Julio, que es empresario, y para hacer un disco se requiere inversión. Aproveché y le dije a Julio que me diera una oportunidad, que le cobraba poquito, lo que pudiera darme. Le dije que le prometía dar un súper show y sí, fue un show súper bonito".

Además de concederle la oportunidad de hacer un show presencial, presentar sus canciones y pagarle por ello, Julio significó también la experiencia del ingreso al ámbito laboral de Majo. Su primer empleo y su primera paga los encontró con ese acuerdo que detrás solamente tenía un propósito: ahorrar para producir su disco.

“Mi primer trabajo fue cantando. Fue un concierto. Yo peleé mucho ese show. Esa fue mi primera chamba y con esa chamba pagué mi primer EP, que fue Tributo”.

La alegría no podía ser total. Lo cobrado por su espectáculo fue apenas lo equivalente a la mitad de lo que le costaba la producción en estudio de Tributo. Fue entonces que recurrió al as bajo la manga que tenía bien guardado por si llegaba a presentarse la situación de requerirlo. ¿Cuál? La ayuda prometida de su abuela.

Previo a que Julio le diera la oportunidad de mostrar su talento, Majo sostuvo una charla con Flor Silvestre en la cual le compartió su ilusión de trascender en la música. La célebre intérprete de Cielo rojo creyó en ella pero tampoco quiso facilitarle las cosas nomás por ser familia. Le comentó que costearía el 50% de la producción del disco siempre y cuando consiguiera la otra parte y amarrara un show por sí misma. De alguna manera probó a su nieta para confirmar si en efecto quería labrarse una carrera musical y tenía cualidades para salir adelante.

“Mi abuela, Flor Silvestre, me dijo 'yo te pongo la mitad'. Le platiqué que estaba buscando conciertos, que a ver si los lograba para hacer el disco. Pero, ¿cómo hacer un concierto si no tenía canciones? Fue cuando dijo 'si agarras un concierto, yo te pongo la mitad'".

El vínculo entre Majo Aguilar y Flor Silvestre se extiende a las similitudes entre ambas. Físicamente, abuela y nieta son casi idénticas; la actriz en su juventud tenía las mismas facciones que hoy día relucen en Majo. Además, otro punto vital de su conexión es la voz. Son copia y calca. El tono ronco y fuerte, así como los falsetes, son clara herencia de abuela en la nieta.

“Me dicen constantemente que mi voz es igualita a la de ella. Sin embargo, jamás me compararía con mi abuela. Independientemente de que haya sido mi abuela, creo que es una de las mejores voces de este país”.

Flor Silvestre cumplió con su palabra. Luego de que Majo obtuviera la parte correspondiente en materia económica y pudiera conquistar por cuenta propia su primer concierto, le dio la ayuda acordada para que Tributo saliera a la luz. Ese álbum selló el amor y confianza entre ambas con la inclusión de Cielo rojo y Cruz de olvido para rendir honor a la abuela. Asimismo, la abuela quiso que su nieta incluyera canciones de su puño y letra, por lo que añadió Alas y Extraño a ese material que fusiona lo regional con pop.

Así, Flor Silvestre catapultó a Majo Aguilar como cantante, compositora y empresaria, toda vez que le dio un empujón para aprender a generar sus producciones, a montar sus espectáculos y, lo más importante, a cobrar.