El lamentable robo al camión de Moderatto que le da la razón a Christian Nodal

Moderatto durante los Grammy de 2015 en Las Vegas. (Al Powers/Invision/AP)
Moderatto durante los Grammy de 2015 en Las Vegas. (Al Powers/Invision/AP)

Moderatto sufrió el robo de su equipo durante un trayecto a Puebla. La agrupación tenía contemplado presentarse en la Feria de esta entidad. "Un comando armado secuestró a los choferes, los subieron encapuchados y encañonados en un auto y finalmente los botaron en una terracería", informó la banda de rock en un comunicado. Esta situación demuestra que no hay nadie en México que pueda estar seguro ante el clima de violencia generalizada que azota el país.

Si hace unos días Christian Nodal, referente actual en el género regional mexicano, habló de los problemas de inseguridad que lo llevaron a dejar México para radicarse definitivamente en Estados Unidos, el robo a Moderatto confirma la validez de sus palabras. No desde un punto de vista privilegiado, como podría pensarse a golpe de vista, sino como una demostración que la violencia en el país reina a tal grado de que nadie, por famoso y adinerado que sea, está a salvo del infierno.

“Duré un ratote contándoles por qué me gusta Estados Unidos y que probablemente me quede aquí y salen con que me quedo por presumir lujos. ¡Claro! Quiero disfrutar lo que me gano, pero omitieron la parte donde no tengo privacidad y la seguridad es fea. ¿Es novedad?”, escribió Nodal en su cuenta de Twitter para expresar una postura que, desde luego, generó opiniones divididas.

El asunto no es nuevo para bandas como Moderatto o agrupaciones en general, que necesitan de una gran cantidad instrumentos y equipos de sonidos para montar sus espectáculos: el año pasado un sonidero de Puebla presumió tener el equipo que unos meses antes había sido robado a Café Tacvba, una de las bandas de rock en español más emblemáticas de las últimas décadas.

Moderatto ya había padecido de otro robo hace tres años en Cancún. Ahora, ante la pérdida de su equipo, le han pedido a los gobiernos de Puebla y Estado de México que localicen todo lo que les fue robado para que puedan cumplir con su presentación. La reiteración en los despojos es también una norma ya, como lo dejó de ver el caso de Bronco, que en un lapso de dos años (2018-2020) sufrió dos asaltos a su autobús en ambas ocasiones en Guanajuato.

Las autopistas suelen ser un terreno especialmente complicado para el traslado de grandes equipos, pues durante los trayectos la ausencia de seguridad es notoria. No hay elementos que recorran activamente los tramos de carreteras en los que se pueden presentar el tipo de robos que han aquejado a los grupos musicales mexicanos. Además, con la luz de la noche todo se complica más, pues los robos se llevan a cabo con mayor discreción y efectividad. Tal fue el caso de Moderatto, cuyo camión fue vaciado en apenas tres horas, según lo reportado por ellos en redes sociales.

Christian Nodal dejó México, según dijo, por motivos de seguridad. (Greg Doherty/Getty Images)
Christian Nodal dejó México, según dijo, por motivos de seguridad. (Greg Doherty/Getty Images)

Esos puntos ciegos ideales para que las bandas pierdan sus pertenencias y, desde luego, la integridad de las personas que trabajan con ellos quede expuesta ante la volatilidad que hoy en día caracteriza a los asaltos: ya no es suficiente con entregar las pertenencia y satisfacer al ladrón de turno, en muchas ocasiones las agresiones son un añadido, como lo evidenció el robo a una taquería en el Estado de México que tanta indignación ha causado en redes sociales.

La realidad es tétrica: nadie está a salvo. Quizá este hecho pueda quedar como una anécdota más, reducida al catálogo de “gajes en el oficio”, pero en realidad funciona para entender que la violencia no discrimina a nadie en un país totalmente resquebrajado. Si hace unos días se señaló a Nodal de pedante, hoy simplemente no queda otro remedio que darle la razón.

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