El machismo que Ángela Aguilar ha debido enfrentar desde que era una niña

La joven cantante asegura que aún queda mucho camino por recorrer en México

Ángela Aguilar. (Photo by Patricia J. Garcinuno/WireImage)
Ángela Aguilar. (Photo by Patricia J. Garcinuno/WireImage)

Para nadie es un secreto que Ángela Aguilar nació siendo famosa. Al ser hija de Pepe Aguilar y nieta de Antonio Aguilar y Flor Silvestre, era imposible que pasara desapercibida desde que siendo muy niña dio sus primeros pasos en la música. Pero ser parte de una dinastía tan querida en México no la ha librado de los desafíos que enfrentan las cantantes en un mundo permeado por el machismo.

La joven de 20 años siempre tuvo claro que quería cantar, y aunque muchos creyeron que la tendría fácil por ser "hija de...", la realidad es que ha pagado, como todos, el precio de la fama, expuesta al escarnio público, a invasiones de su privacidad por el morbo alrededor de su vida amorosa, de la cual es muy celosa, y a los dobles estándares de la sociedad por el machismo internalizado que se manifiesta en las preguntas que le hacen desde muy pequeña.

De hecho, la joven cantante recuerda grabó un EP con su hermano y en una de sus primera entrevistas, con apenas 8 u 9 años, a él le preguntaron por qué había escogido esas canciones, qué es lo que más le gustaba de la música, quiénes eran sus héroes, etc, y en cambio, ella debió responder sobre la ropa que le gustaba ponerse o si la dejan maquillarse. "Y me enojé horrible, porque yo también soy cantante", confesó.

"Todavía nos falta mucho. Hay mucho machismo interno en México que también tenemos que cancelar nosotros mismos, y poner nuestros límites". Sin embargo, también reconoce que se están produciendo cambios positivos y ya se ven avances en cuanto a igualdad de trato entre hombres y mujeres.

Hace unos días, su papá se sentó a platicar con Yordi Rosado, a quien le confesó que aunque su hija muestra una imagen de una mujer fuerte, los comentarios la han lastimado. "A una chavita, digan lo que digan, por supuesto que le va a llegar el hate. Y le llegó", comentó Pepe Aguilar, añadiendo: "lloró, y eso fue hace poquito. Normalmente se hacía la que le valía gorro, hasta que lloró".

En marzo de este año, Ángela platicó con la revista ¡HOLA!, e hizo una confesión que muchos no esperaban leer: "ha sido difícil crecer frente al ojo público", pues cada uno de sus movimientos es examinado y diseccionado principalmente en las redes.

Ángela ha aprendido a callar, a evitar polémicas y mejor centrarse en crecer en la música. No por nada ya tiene duetos con Nodal o Yuridia, voces que son un sello de hit.

Hace un tiempo Ángela estuvo envuelta en un escándalo por la filtración de unas imágenes en las que salía besando al compositor Gussy Lau. Aunque su familia la protegió y su padre evitó hablar del tema a toda costa, Aguilar vivió una serie de ataques sin sentido.

En este nuevo tema, ‘Mis amigas las flores’, la cantante de 20 años narra la historia que vivió con un exnovio, cuyo nombre no reveló.

La letra dice algo así, ‘me fallaste en muchas ocasiones, pero cada vez que dudo, llegan dos explicaciones’, canta Ángela, añadiendo que esta persona le mandaba flores cada que se equivocaba en algo. Un tipo de violencia que hemos visto durante décadas; el que se puede remediar todo con regalos, bajo la promesa de un cambio que muchas veces no llega.

“Que me olvide de que no llegaste anoche

Que es verdad, tu cel estaba en el coche

Que estuviste hasta tarde en la oficina

Que estoy loca, ella solo es una amiga”, continúa la letra.

Pepe Aguilar ha protegido a su hija de los ataques. (Photo by John Parra/Getty Images for Latin Recording Academy)
Pepe Aguilar ha protegido a su hija de los ataques. (Photo by John Parra/Getty Images for Latin Recording Academy)

En una entrevista, la cantante de regional mexicano platicó que hasta el conserje donde vivía sabía que cuando le llegaban flores a Ángela era por el susodicho.

“La canción es una forma muy romántica de ver la decepción. Entonces de verlos súper triste, como recordatorios, yo lo veo como amigas”, comentó.

Dejar una relación de ese tipo es difícil, pues se convierte en algo tóxico, en un vínculo que no se desea soltar, pero Ángela no quiso que las flores se convirtieran en una mala referencia o recuerdo, pues al final, su abuela se llamaba Flor Silvestre.

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