Yahoo Estilo El mal tiempo chafa la luna de miel de Eva y Cayetano en Australia
La felicidad marital entre Cayetano Rivera y Eva González nos está llegando por fascículos desde los quioscos. Si la revista ‘Hola’ ha dosificado en dos tandas el reportaje fotográfico de su boda ahora es ‘Diez Minutos’ quien nos obsequia con su maravillosa luna de miel en Australia, donde han pasado cerca de dos semanas.
El 9 de noviembre, tres días después de jurarse amor eterno en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, el torero y la presentadora de ‘Masterchef’ tomaron un avión rumbo al país de los canguros, a más de 15.000 kilómetros. Tras 25 horas de vuelo, aterrizaron en Melbourne, que cuenta con unas playas de ensueño.
Foto: Gtres
Pese a que allí está empezando el verano ahora, Eva y Cayetano se quedaron con las ganas de pegarse un chapuzón debido al mal tiempo. Pero lejos de quedarse en el hotel tirándose de los pelos, la pareja optó por conocer el casco antiguo de la ciudad como dos buenos guiris: ella, camuflada con gafas de sol y con la cámara de fotos al cuello; y su ya marido, sin parar de mirar el mapa, cual turista japonés.
Después de dos Días en Melbourne, se dirigieron en coche a la localidad marinera de Apollo Bay, en cuyas costas es frecuente divisar las famosas ballenas jorobadas, y posteriormente al Parque Nacional Gran Otway, donde Rivera y González se tomaron instantáneas con koalas y canguros. Vamos, la típica parada de guiri, porque, de nuevo, el mal tiempo les impidió darse un baño. Jroña que jroña, que diría la abuela del yogur griego La siguiente parada que recoge ‘Diez Minutos’ es Sidney. Allí volvieron a hacer lo que se espera: paseo helicóptero por la bahía y fotos y más fotos con el emblemático Opera House de fondo.
Desconocemos cuándo estarán de vuelta Eva y Cayetano en nuestro país. Sólo sabemos que, después de Australia, el matrimonio voló hasta Bangkok, la capital de Tailandia, para pasar allí cinco días. Vamos, que la presentadora y el torero se han pegado un viajazo de órdago. Seguro que muchos de los que mueren de envidia se están consolando con el mal tiempo que les hizo.
