'El Maleficio', un clásico de la TV "destrozado" con la nueva versión de Fernando Colunga

Fernando Colunga y parte del elenco de 'El Maleficio' son criticados por sobreactuar y no causar miedo.  (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)
Fernando Colunga y parte del elenco de 'El Maleficio' son criticados por sobreactuar y no causar miedo. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)

El 13 de noviembre se anunció con bombo y platillo el lanzamiento del remake de El Maleficio con el plus de tener como protagonista a Fernando Colunga en su retorno a la televisión mexicana. La producción de José Alberto Castro es una de las cartas fuertes de Televisa-ViX para el cierre de este 2023, sin embargo, la recepción del público no ha sido la esperada.

Mientras que su estreno registró un rating de 5 millones de espectadores durante la primera semana de transmisión, los datos de Nielsen IBOPE México indican que al 12 de diciembre tenía un índice de 2.2 millones, es decir, disminuyó en tres millones de televidentes.

Llama la atención la desconexión que tiene el público consumidor de telenovelas con este remake pues TV Azteca dejó de producir melodramas y cual Televisa tiene campo libre para atraer a esa audiencia. Su competencia directa en horario nocturno es el reality deportivo Exatlón México con un índice de 1.2 millones de espectadores.

La disminución de espectadores de El Maleficio se debe, entre otros factores, a la inevitable comparación con la versión original, las actuaciones y el aspecto visual. Previo a su lanzamiento, como parte de la campaña de promoción, el productor declaró que su versión no sería idéntica a la de hace 40 años. Pero eso no le agradó a la generación que creció viendo a la original, pues no conectaron con la trama de hoy día.

Por otra parte, un amplio sector del público critica el desempeño de Fernando Colunga, quien interpreta al protagonista Enrique De Martino: "Ernesto Alonso se debe estar retorciendo en el inframundo al ver que remakearon El Maleficio con Fernando Colunga".

Quienes vieron a Ernesto Alonso interpretando ese personaje desaprueban lo que hace Colunga al decir que "no llena el papel". Para nuevas generaciones es un actor que exagera en sus interpretaciones y le resta credibilidad a lo que debe ser un hombre que genere miedo, tal como es el perfil de De Martino en la historia creada por la escritora Fernanda Villeli.

No es la primera ocasión que se le critica por su nivel actoral. El caso más reciente fue con El secreto de la familia Greco, serie de Netflix lanzada en 2022 que no tuvo el impacto deseado, entre otras cosas, por la presencia del actor, a quien señalaron por mostrar "limitaciones" interpretativas debido a que se formó en televisión, medio en el cual ha desarrollado casi toda su carrera.

Previo a esa incursión en streaming, Colunga intentó incursionar en el cine con apariciones en Ladrón que roba a ladrón (Joe Menéndez, 2007) y Ladrones (Joe Menéndez, 2015), pero recibió malas críticas. Una de las críticas comunes fue que actuaba tal como lo hacía en las telenovelas. Ese estigma de que es "actor de telenovelas" sigue vigente, y en gran medida es por consecuencia de él porque ha explorado poco fuera de los melodramas televisivos y en papeles ajenos a ser galán.

El público que critica esta nueva versión señala que también perciben sobreactuación en otros integrantes del reparto. Refieren que eso influye para hacer poco creíble la trama. Apuntan hacia los talentos juveniles que participan en la producción con comentarios como "el CEA de Televisa dejó de hacer buenos actores".

El desdén hacia este remake de José Alberto Castro se aprecia además en los memes y opiniones de mofa por los efectos especiales utilizados en escenas que supuestamente deben transmitir terror. La escena más comentada es la transformación de Enrique de Martino como el diablo frente a su hijo Raúl (Julio Vallado): "Destrozaron lo que fue El Maleficio. De risa loca que te muestren al demonio de esa manera".

El Maleficio, la versión original hizo historia

Pocas telenovelas pueden presumir haber durado más de un año al aire en horario estelar nocturno. Una de ellas fue El Maleficio, lanzada en febrero de 1983 y finalizada en abril de 1984. Escrita por Fernanda Villeli, dirigida por Raúl Araiza y producida por Ernesto Alonso, la telenovela fue un éxito en la televisión mexicana por salirse del melodrama tradicional del llanto fácil para incursionar en el terror a través de lo sobrenatural. Eso fue clave.

El gran recibimiento que tuvo también involucra a la figura de Ernesto Alonso y su interpretación como Enrique de Martino. Poseedor de una voz fuerte, grave y agresiva, ‘El señor telenovela’ le dio vida a un elegante y seductor millonario que construyó su fortuna gracias a su relación con la hechicería y el demonio. Al público de aquel entonces le caía mal este señor por su forma de ser, sin embargo estaban pendientes de sus maldades.

Justo eso fue otro de los grandes ganchos para conectar con la audiencia: tener a un villano como protagonista. Alonso se salió del estereotipo del galán joven y bonachón que conquistaba a la chica pobre y eran felices para siempre, tal como lo hicieron telenovelas de aquellos años como La fiera (1983), con Victoria Ruffo y Guillermo Capetillo, y Guadalupe (1984), con Alma Delfina y Jaime Garza. Enrique de Martino es un hombre mayor, perverso y de pocos escrúpulos.

Alonso fue rodeado de un extraordinario elenco encabezado por Jacqueline Andere, Carmen Montejo, Norma Herrera y Sergio Jiménez, primeros actores que sobresalieron en la historia e hicieron destacar tanto al protagonista como al reparto juvenil que conformaron Humberto Zurita, Erika Buenfil, Rebecca Jones, Sergio Goyri y Eduardo Yáñez.

Fue tal el éxito de El Maleficio que el propio público pidió que se prolongara la telenovela tras su final, o que hubiera una segunda parte para saber qué pasaba después con Juanito, el sucesor elegido por De Martino. Televisa atendió las sugerencias de manera poco ortodoxa pero original.

A través de Televicine, su empresa enfocada a la producción de películas, Televisa desarrolló el primer formato híbrido de un contenido: la secuela de El Maleficio se hizo en cine con El Maleficio 2 (Los enviados del infierno) en 1986. No se había visto antes que la primera parte de una historia se transmitiera primero en televisión y su segunda parte en cine. Fue algo novedoso. Al filme no le fue tan bien como a la telenovela, no obstante dejó para la anécdota una polémica escena donde se besan Armando Araiza y Lucía Méndez porque en la ficción él es un menor de edad.

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