El microneedling, otra tendencia de belleza en TikTok que no debes practicar en casa
El microneedling es un tratamiento de belleza cuyo objetivo es estimular la producción de colágeno, de manera que en principio ofrece una piel radiante, saludable, sin manchas y rejuvenecida. Suena bien.
El problema está en que, de los consultorios y estudios de especialistas ha saltado como tendencia a las redes sociales porque se practica con una herramienta que puede comprar cualquier persona, entusiasta de los tratamientos caseros, y en realidad, es un tratamiento invasivo que, mal practicado, puede causar daños a la piel.
Con casi 260 millones de visualizaciones en la famosa red social, el microneedling atrae a aficionados que juegan con el dermapen, una especie de rotulador que en vez de escribir, tiene mínimas agujas con las que se agujerea la piel. Parece muy fácil e incluso están quienes lo usan entre amigas, aplicándose colágeno y otros productos con color, practicando para mejorar su técnica.
Sin embargo, muchos de los cientos de videos que están colgados en TikTok bajo esta etiqueta también son de profesionales de la estética alertando sobre las dificultades que puede ocasionarnos usar esta técnica tan habitualmente como exfoliarnos con un scrub, o pintarnos las uñas.
Qué es el microneedling
Johana Méndez, cosmetólogo, explica que el microneedling es el uso de unas nano agujas o de agujas muy pequeñas que perforan la capa más superficial de la piel y pueden llegar hasta la segunda capa. Es decir, estamos hablando de la dermis y de la epidermis.
“El objetivo, en primer lugar, es provocar una reacción en la piel, porque estas agujas causan un microtrauma controlado, y en consecuencia el cuerpo reacciona y activa el mecanismo de reparación de la piel. Dentro de este mecanismo, se producen sustancias que son beneficiosas entre ellas el colágeno y la elastina. También se provoca mayor riego sanguíneo, más oxigenación, engrosamiento de las bandas que dan elasticidad y resistencia a la piel”, detalla Méndez, y agrega que también hay un segundo objetivo: aprovechar al máximo sustancias que aplicamos para nutrir la piel.
“Al hacer perforaciones de la piel, creamos como una especie de colador, por el que pueden pasar nutrientes que, posiblemente, no funcionarían tan bien si los aplicamos de forma tópica. Entre estas sustancias están las vitaminas, el ácido hialurónico, peptidos, que entran en la piel, y se puedan aprovechar profundamente”. Hasta ahora sigue sonando muy bien.
Además, según la web especializada Healthline, esta técnica tiene otras ventajas. Por ejemplo, al ser mínimamente invasivo, no requiere hospitalización ni reposo; puede aplicarse a pacientes que tengan buena salud en general; es un procedimiento seguro para quienes usan medicamentos para el acné; y las sesiones suelen durar unas dos horas, además de que se necesitan tres o cuatro para apreciar los resultados. Sin embargo, se recomienda recibirlo de un dermatólogo o esteticista calificado. Este punto no suena nada parecido a lo que vemos en TikTok.
Hacerlo en casa: error de principiantes
Como se mencionó, el microneedling provoca traumas controlados en la piel, pero son controlados por el especialista que conoce exactamente las características de la piel. Johana explica que son muchos los factores que debemos considerar antes de aventurarnos a practicar esto a la ligera. Por ejemplo, el grosor de cada capa y la fragilidad en algunas zonas; cuáles las zonas donde están concentradas las glándulas sebáceas, y todo esto juega un papel muy importante a la hora de seleccionar el grosor y la longitud de las agujas.
“Además, otro factor importante es que el microneedling, al ser perforaciones, es la orientación en la que vamos a ir pasando las agujas. Esto tiene que ser en el sentido de las líneas de Langer, es decir, esa es la dirección de resistencia del tejido, con lo cual si perforas la piel a lo loco puedes dañarla. En este mismo orden, si pasas varias veces la herramienta por el mismo lugar, puedes abrirte una gran cantidad de perforaciones en un área reducida de la piel, con lo cual ya no será un trauma controlado. Esto significa que no se activará el sistema de protección de la piel como queríamos, sino que crearás una reacción inflamatoria mayor y cicatrices”.
Otro punto a tomar en cuenta, según explica Méndez, es la evaluación de la piel, si realmente necesitamos este tratamiento, qué tipo de agujas tendríamos que usar e incluso tu fototipo, porque de usar las agujas incorrectas junto a una técnica inadecuada podríamos correr el riesgo de mancharnos la piel o causarnos heridas e infecciones.
“En el área profesional existen las herramientas específicas para cada área del rostro, con una amplia variedad de longitudes y grosores, mientras que los aparatos domésticos que conseguimos vía internet, ofrecen grosores limitados, y si a eso le sumamos, y el uso de sustancias que no están diseñadas para usar con microneedling, que pueden ser irritantes, alérgicas e incluso pueden causar quemaduras, estaríamos arriesgando demasiado nuestra piel.
Los aparatos caseros parecen inofensivos, sugieren que su fácil utilización no supone riesgos. Además, los tentadores videos que abundan en redes hacen ver que no pasa nada si seguimos las tendencias, pero la verdad es que podemos cometer errores que nos ocasionen daños en lugar de beneficios, canales de infección, heridas que tarden en cicatrizar y, en conclusión, un problema mayor sin necesidad.