El triste final de El Patio, el club nocturno más famoso de México que de repente cayó en el olvido

Si hubo un lugar que dejó huella en generaciones de mexicanos por ser sinónimo de glamour y espectáculo de primer orden, sin lugar a dudas se trata de 'El Patio', el 'Nightclub' (o bien, originalmente 'Dinner Club') más célebre en México por más de 50 años, que vio desfilar a quienes hicieron una historia de la farándula, y no solo actuando, sino como público.

Inaugurado el 12 de octubre de 1938, 'El Patio', ubicado en la calle de Atenas número 9 en la Ciudad de México (entonces Distrito Federal), se convirtió en relativamente poco tiempo —y en una época en la que existía una mística de glamour en los miembros de las clases pudientes—en el centro nocturno de preferencia para los ricos, los famosos y los extravagantes, que visitaban el lugar (solo cerraba los lunes) para cenar y, a partir de las diez de la noche, disfrutar de un espectáculo en vivo, que originalmente solía incluir uno o dos comediantes, una bailarina 'exótica' o un grupo coreográfico, uno o dos cantantes , así como una orquesta para bailar.

Lo que solía llamar la atención del lugar, y que lo diferenciaba de otros locales de su categoría, como el Waikikí o el Ciro, era su letrero luminoso, algo que estaba de moda en ciudades como Londres o Nueva York, pero no en una ciudad tan conservadora como lo era México en la época de la Segunda Guerra Mundial, que coincidió con la llamada "época de oro" del Cine Nacional.

Para darles una idea, 'El Patio' era más o menos así: de cara a la calle y cubriendo hasta el límite de la acera, había una inmensa marquesina (que todavía está ahí, aunque hoy solo es una ruina) en la que, con grandes letras color escarlata se anunciaba los artistas que harían sus presentaciones —desde Antonio Aguilar, Alejandro Algara, Pedro Vargas, Agustín Lara, Lucha Reyes o Silvia Pinal, hasta Judy Garland o Marlene Dietrich. Al interior se encontraba el amplio escenario diseñado en arena — esto es, con los cuatro costados abiertos- donde se realizaban los espectáculos, que podían apreciarse desde la parte superior y de forma más cercana en las codiciadas mesas dispuestas entre los arcos que rodeaban precisamente al "patio" que era el escenario/pista de baile.

Los dueños originales del lugar, que lo adquirieron de Emilio Azcárraga Vidaurreta (el padre del legendario 'Tigre' Azcárraga) fueron el matrimonio conformado por Vicente Miranda y Concepción Vélez, quienes supervisaron todos los detalles — desde el color de las paredes, hasta el menú que se ofrecía, hasta el año de 1969, cuando fue adquirido por Francisco Aguirre, fundador de Grupo Radio Centro, a través del cual tenía un inagotable desfile de artistas que promovían su material discográfico en sus estaciones y posteriormente en temporadas que podían extenderse por semanas.

Así fue como Raphael llegó de España (donde ya era un fenómeno) y anualmente hizo una tradición de presentarse ahí, igual que figuras como Dean Martin, Sammy Davis Jr., Angélica María, Juan Gabriel, Lucía Méndez, Camilo Sesto, Rocío Dúrcal, Vicente Fernández o José José (que hacía también una temporada anual desde 1970 y fue el último artista en presentarse en el recinto antes de su intempestivo cierre en 1994), marcaron toda una época "moderna", que tuvo tanto éxito como la época clásica.

Aunque el estilo de los espectáculos fue cambiando con el tiempo y para la época en que cerró, la gente ya no se vestía de gala y otro tipo de "glamour" había tomado su lugar: el público se volvió más joven y empezó a acudir a conciertos en lugares como el Hard Rock Café, el Palacio de los Deportes (U2, Madonna, Elton John), el Auditorio Nacional o Metrópolis —que era una sala de conciertos donde se presentaban actos más para el público juvenil, como Timbiriche, Flans, Miguel Bosé o Mecano—y el público salía a cenar y bailar con ropa casual y hasta zapatos tenis, cosas que resultaban inauditas para el público que frecuentaba Atenas Nº 9 y que se había convertido repentinamente en una reliquia de otra época y la era del nightclub se volvió obsoleta.

'El Patio' cerró sus puertas de manera definitiva (y un tanto abrupta) a finales de 1994 y en la actualidad está completamente abandonado y en un estado ruinoso. Enrique Vélez, sobrino y heredero de los Miranda-Vélez, quien recientemente publicó un libro: "El Patio, Crónica de un Espectáculo", que declaró a El Universal que ha buscado la manera de resucitar el lugar, pero que "los actuales dueños: hijos de Francisco Aguirre, no quieren saber nada del tema, lo tienen cerrado sin opción a venderlo o remodelarlo".

Esta es una verdadera lástima; ya que entre sus paredes se presentaron actos inolvidables, se grabaron películas y se vivieron muchas historias (entre ellas el ardoroso romance de María Félix y Agustín Lara) que Vélez ha buscado rescatar del olvido, antes que sea demasiado tarde.

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