Yahoo Estilo Mario Iván Martínez, el genio mexicano que envidian los monstruos de la actuación
En México, menos de la mitad de la población suele acudir al teatro. Las audiencias fascinadas por otras opciones como el cine o los conciertos suelen hacer a un lado las puestas en escena. ¿Cómo sobrevivir a esta tendencia? Con calidad.
Hijo de la actriz Margarita Isabel, el virtuoso Mario Iván Martínez es sinónimo de arte y talento. Pese a la crisis de la industria teatral en México, el actor ha sabido sortear las dificultades y ha encontrado cómo vivir de estar sobre un escenario.
Actor de cine y televisión, ha encontrado su mejor ambiente en el teatro, ya sea contando cuentos infantiles con temas de Cri-Cri, como un travesti que lucha contra la homofobia en 'La Jaula de las Locas', o en su más reciente puesta en escena: ‘Vincent, girasoles contra el mundo’.
Para este trabajo, Mario Iván investigó por tres años para lograr una obra teatral que habla de los encuentros y desencuentros ocurridos en la vida del pintor, la relación con su hermano y la figura de la escritora Johanna Bonger de Van Gogh, su cuñada y heredera de su vasta producción pictórica.
“Es una obra que muestra al creador por encima de la creación”, declaró Martínez. La puesta en escena también destaca sus desencuentros amorosos y parte de las 650 cartas que intercambió con su hermano Theodore. El montaje inició temporada en el Centro Cultural Helénico y concluirá el 23 de septiembre.
Artista de toda la vida
Actor, productor y cantante de música antigua, Mario Iván Martínez, cuenta con estudios de actuación y canto en Inglaterra y, de hecho, se especializó en la obra de William Shakespeare. Es uno de los artistas más prolíficos que tiene México, aunque pocos suelan acudir al teatro a apreciar su talento.
Para muestra, en 12 ocasiones, ha recibido la distinción a Mejor Actor por parte de las asociaciones mexicanas de críticos de teatro. También cuenta con premios Ariel y La estrella de plata.
Pero uno de sus legados más importantes comenzó en 2007, como embajador de la obra de Francisco Gabilondo Soler ‘Cri-Cri’. Desde entonces, ha grabado tres discos en homenaje y ha producido cuatro espectáculos teatrales y sinfónicos.
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Comenzó su carrera con apenas siete años. Y a los nueve, ya tenía su primer protagónico: ‘Pedro y el lobo’. Lo que siguió en su carrera fue una larga trayectoria en televisión y cine. Cómo olvidar su papel como el doctor Brown en la película ‘Como agua para chocolate’ (1992), actuación que le valió el el premio ACE de Nueva York.
Otros papeles memorables en el teatro y la televisión fueron Molina en el musical ‘El beso de la mujer araña’, Maximiliano de Habsburgo en la telenovela histórica ‘El vuelo del águila’, Renato en ‘Amor real’ y, por supuesto, Zazá en el musical ‘La jaula de las locas’. Esta interpretación le valió más premios, pues fue distinguido por la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT), Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) y el Premio Bravo como Mejor Actor en Comedia Musical.
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Es claro, la crítica lo adora. Tan solo con ‘Vincent, girasoles contra el mundo’, algunos de los comentarios fueron: “Mario Iván Martínez es para la actuación lo que Vincent Van Gogh para la pintura: un genio, un titán, un hombre con una sensibilidad excepcional”.
Mientras que el legendario Ignacio López Tarso le dio el halago de su vida al decirle: “Tu caracterización interior de Van Gogh la admiro profundamente y te deseo una gran satisfacción. Te admiro, te envidio con envidia clara, con envidia pura, pero con envidia”.
En una época de estrellas fugaces, deberíamos valorar a verdaderos actores como Martínez, quien domina un amplio repertorio de habilidades interpretativas y una depurada capacidad para imitar acentos y caracterizaciones. No hay que ir tan lejos ni gastar tanto para apreciar su talento. Solo basta ir al teatro y contemplarlo.
@braham_MV
