El prejuicio que Mariana Seoane desafió en Televisa cuando por fin pudo ser protagonista

ASÍ SE BAILA -- Pictured: Mariana Seoane -- (Photo by: Alexander Tamargo/Telemundo/NBCU Photo Bank via Getty Images)
Mariana Seoane durante su participación como jueza en el concurso Así se baila de Telemundo (Crédito: Alexander Tamargo/Telemundo/NBCU Photo Bank vía Getty Images).

Mariana Seoane es contundente al describirse como una artista 360. "Porque lo soy, porque puedo hacer todo" y de ello no hay duda: actúa, baila, canta y conduce, es independiente, de mucho carácter y muy segura de lo que quiere en su vida. "Pero me costó mucho trabajo que me lo reconocieran", asegura. Especialmente Televisa.

Cuando Mariana tenía 16 años tuvo la oportunidad de presenciar un desfile de modas en el que participaba una amiga apenas unos años mayor que ella. En ese evento se encontraba gente de Televisa que de primera la invitó a participar como modelo, pero al conocerla un poco más y viendo que era menor de edad, la descartó. Fue su primera desilusión con la empresa.

Pero alguien más le ofreció sumarse a otro proyecto como conductora y finalmente se quedó. Gracias a ello conoció a Sergio Jiménez, uno de los destacados directores y actores del espectáculo mexicano, que vio en ella todas las capacidades para convertirse en actriz. Jiménez no perdió tiempo y la puso en sus clases en las que también participaban Juan Soler, Lorena Meritano, Alberto Loztin.

Con las enseñanzas del maestro Jiménez que, además, le sirvieron en su curso exprés en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa, Seoane pronto pudo demostrar su capacidad en telenovelas como Retrato de familia, con Alfredo Adame y Helena Rojo; Canción de amor, con Eduardo Capetillo y Lorena Rojas; Los hijos de nadie con Osvaldo Ríos.

Y llegaría Mi pequeña traviesa, con Michelle Vieth y Héctor Soberón, con la que se ganó los aplausos por su papel de villana. El carácter impreso a su personaje hizo que Pedro Damián, productor de esta telenovela, la llamara para su siguiente producción de época, Amor gitano, con un rol destacado, el de protagonista.

No a todos les gustó la idea y dentro de la misma empresa se lo hicieron saber.

"Sí tuve mucha responsabilidad porque Televisa no quería que yo protagonizara, porque ellos me veían perfil villana. Entiendo el tema, no es un tema personal, o sea, ellos como que decían 'no, pero ella, ¿por qué ella?' y Pedro decía 'pero es que cómo no, ¿por qué tienen que ser protagonistas todas las que...?, si el personaje tiene que tener carácter y tiene que tener un carácter cañón porque va a irse a meter a la isla de los condenados para ver quién es el inocente que entró ahí, una mujer en esa época'", dijo la actriz en entrevista con Yordi Rosado.

La negativa de la televisora la hizo sufrir mucho, recordó. "Cuando te ponen esas piedrotas en el camino, porque esa fue una piedrota como para decir, ¡güey!, yo cargaba El Pípila'". Y también tuvo que enfrentar el prejuicio de los ejecutivos pues temían que el papel lo hubiese conseguido por la entonces relación que sostenía con Damián. "Él me defendía ahí y entonces yo me acuerdo perfecto cuando me dijeron en Televisa 'si la novela no funciona, es culpa tuya'".

Con menos de cinco años como actriz, Mariana tuvo su primer descalabro justo como se lo habían predicho. La producción en la que compartió créditos con Alejandro Camacho y Mauricio Islas fue un éxito fuera de México, pero en su país no logró despegar.

Durante una plática en el programa Confesiones, la actriz consideró que su telenovela tuvo muchas desventajas: llegaba después de la popular y juvenil Muchachitas como tú, su antagonista fue otra de la consagradas (Nailea Norvind) y ella debía cuidarse de no lucir como la mujer aguerrida que siempre ha sido. "¿Ya viste que no funcionas como protagonista?", le habrían dicho.

A pesar de ese trago semiamargo, Seoane tuvo que reafirmar la fe que Sergio Jiménez había puesto en ella cuando le daba clases de dicción.

"¿Con qué defendí todo? Con mi talento, con la actriz que soy. Nadie podía decir nada cuando veía mis escenas, ¿qué vas a decirme?, ¿que no puedo?, por favor. Entonces me considero una artista 360 porque lo soy, porque puedo hacer todo, pero me costó mucho trabajo que me lo reconocieran, porque entonces ya si eres guapa, eres bruta; si estás buena, te dieron chance o te acostaste con alguien; si está buena, está guapa, sirve, pero no importa si no tiene talento. Total, tuve que pelear contra todas esas cosas", dijo.

Pasaron cuatro años más para volver a estelarizar otra telenovela (Rebeca), pero esta vez fuera de México y para Univisión.

Mariana no ha dejado la actuación y ha llegado a aceptar su rol antagónico. Por ella soy Eva, Tormenta en el paraíso, La tempestad, Hasta el fin del mundo, e incluso en las series El Chema y El señor de los cielos se ha impuesto con sus personajes de carácter.

Hasta que llegó su último papel en Tierra de esperanza en donde hizo con un papel diferente al de villana. En la historia, la actriz interpretó a 'Bernarda Rangel', una veterinaria y madre soltera dispuesta a todo por proteger a sus hijas.

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