El reto de ser hijo de Paco Stanley

Paul Stanley inició su carrera en televisión en 2008.
Paul Stanley inició su carrera en televisión en 2008.

Paul Stanley se ha convertido en el hijo del fallecido Paco Stanley con mayor exposición por ahora. Conductor en la revista matutina Hoy, también forma parte del programa de Unicable Miembros al aire, del que suspendió su participación para entrar al reality show La casa de los famosos México, por más de un mes.

Poco antes de entrar al aislamiento, Televisa a través de su plataforma Vix anunció el lanzamiento de un documental sobre su padre en el que abordaron no solo su vida y trayectoria, sino también su trágico asesinato.

Aunque mucho se especuló que el ingreso de Paul fue justamente para evitarle un disgusto o un posible bloqueo (él ha manifestado que ningún documental, serie o trabajo audiovisual cuenta con su consentimiento o el de su familia), él asegura que desde diciembre negoció su presencia, según dijo recientemente a Mara Patricia Castañeda.

Fue en este encierro donde el conductor platicó un poco sobre cómo fue crecer admirando a un hombre con el que convivió poco, pero que siempre fue tiempo de calidad. Para Paul, la figura y el recuerdo de Paco Stanley siempre han representado un tema delicado, ya que convivió en muy pocas ocasiones con su papá, por no ser reconocido por este.

Ahora en la charla con Castañeda, el presentador de ¡Cuéntamelo ya, al fin! también ha hablado sobre lo difícil que fue que, una vez la gente comenzó a reconocerlo como “hijo de”, las que hubiese creído oportunidades para entrar al medio no llegaron.

Paco Stanley fue uno de los presentadores, humoristas, actores, poetas más afamados del entretenimiento mexicano en diversos programas como El club del hogar, La carabina de Ambrosio, ¡Ándale!, ¡Pácatelas!, Una tras otra tanto en Televisa como en TV Azteca.

Se casó en dos ocasiones. La primera con María Solís, con quien procreó un hijo que falleció; en segundas nupcias, ahora con Patricia Pedroza, tuvo a Francisco y Leslie Stanley Pedroza. Francisco, de hecho, fue una de las caras más conocidas pues en algunas ocasiones acompañó a su padre en los foros.

Stanley tuvo un cuarto hijo –Paul– producto de la relación extramarital con Mónica Durruti. Nunca fueron una familia pero se frecuentaron. Paul tenía apenas 14 años cuando asesinaron a su padre.

Después de ello, el haber sido alguna vez el consentido de las dos únicas televisoras de México, no le sirvió a sus hijos, como ha revelado Paul.

“Fue muy difícil sobre todo por las circunstancias cómo pasaron las cosas. Al principio fue muy difícil no nada más para mí, porque también lo he platicado con mis hermanos, para todos los Stanley fue difícil porque se cerraron muchas puertas”, contó.

Y es que básicamente Francisco y Leslie decidieron crecer lejos de los reflectores y solo se sabe que el primero es productor, o al menos eso señalan algunos medios.

Con los años, Paul quiso probarse en el feroz mundo del entretenimiento. Aparentemente tener (o adoptar) el apellido del famoso conductor supondría un camino más plano, pero no sucedió, “en mi caso, tal vez, porque no cumplía con los estereotipos de las escuelas de actuación”, señaló.

El más joven de los Stanley también le contó a la periodista que justamente por tratar de encajar padeció bulimia para tener el cuerpo para salir a cuadro. Ni así lo logró, pero él no desistió de continuar lo que consideraba su vocación.

“Entré a la escuela de Patricia Reyes Spíndola (a estudiar) teatro y televisión, y luego me fui a Argos (la escuela de actuación de TV Azteca) por un curso. Y yo hacía mi lucha para entrar a Televisa y Azteca, me formaba con mi fotografía y toda la onda, pero nunca me dejaron, 'sí, te vamos a llamar, te vamos a llamar'", contó.

Sin ese apoyo, decidió darle un giro a su sueño y comenzó a fijarse en otros personajes. “Yo veía mucho en se tiempo que estaban brillando los conductores como Yordi Rosado, y que habían estudiado Comunicación, entonces yo dije 'bueno, yo estudié teatro, tele, tengo armas para enfrentarme…'”.

Inició los estudios universitarios que abarcaron casi tres años, pues tras el reencuentro de un compañero de Argos, este le invitó a formar parte de una compañía de teatro, “y me enamoré del teatro y dejé la universidad”.

“Fueron dos, tres años de darle duro a obras que se venden en preparatorias, desde dramas, comedias, prácticamente de todo y por todo el país, fue algo muy padre”, recordó.

Con su poca experiencia en medios, logró entrar a Telefórmula a hacer cápsulas informativas, pero sin dejar el teatro. “Se presenta la oportunidad de hacer una temporada en el teatro Arlequín, que antes hacían teatro gay y querían hacerlo más familiar”.

Para entonces presentaba una obra de Patricia Martínez, No puedo, que fue una de las sensaciones en cartelera… y de los medios, como recordó. “Fue un boom con la prensa, y cuando terminó la obra, todos se acercaron conmigo a entrevistarme. Al siguiente día los periódicos decían ‘hereda el mismo carisma del padre’, cosas así”.

Las buenas reseñas y el amor que le rindieron los medios atrajo la atención del productor Federico Wilkins (Hasta las mejores familias, Ciudad desnuda, Duro y directo) para hacer el programa Central de abastos en Televisa “y de ahí me fui una producción tras otra. Me aferré mucho, me sigo aferrando a lo que hago”.

Desde entonces, el conductor también ha tenido participaciones en telenovelas y series como Soy tu dueña, Amor de barrio, Porque el amor manda, entre otras. Hasta llegar a La casa de los famosos México.

“Lo más chido de todo esto es que me doy cuenta de que yo puedo conmigo mismo, que yo soy mi propia medicina y que no me falta ni un celular ni una pastilla… es más, sonará egoísta, pero hasta ni una persona para sentirme atendido, querido, y que merezco y debo darme tiempo en pensar en mí”.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

El duro entrenamiento de Diego Schoening, de 53 años para interpretar a un adolescente en Vaselina