El trauma que Ingrid Martz arrastró desde niña por su voz: "crecí con un complejo muy fuerte"

MEXICO CITY, MEXICO - MAY 30: Ingrid Martz attends during the presentation of the tv show 'Tú crees?´ at Televisa San Angel on May 30, 2024 in Mexico City, Mexico. (Photo by Jaime Nogales/Medios y Media/Getty Images)
MEXICO CITY, MEXICO - MAY 30: Ingrid Martz attends during the presentation of the tv show 'Tú crees?´ at Televisa San Angel on May 30, 2024 in Mexico City, Mexico. (Photo by Jaime Nogales/Medios y Media/Getty Images)

Existe la creencia de todas las actrices rubias y atractivas tienen las puertas abiertas para cualquier trabajo en cine, teatro o televisión. Pero nada más lejano de la realidad. Eso lo sabe muy bien Ingrid Martz, una mujer que ha sufrido mucho por

Durante su niñez sufrió bullying de compañeras en la escuela por el tono agudo de su voz. La molestaban con la afirmación de que hablaba horrible. Pero ninguna agresión le dolió tanto como las palabras de una profesora que le hizo saber que nadie quería escucharla por su timbre. Fue tal el trauma que dejó de hablar por un período hasta que su madre notó que algo andaba mal en ella.

"A mí me tocó por mi voz, porque siempre tuve la voz muy aguda. De hecho, en algún momento de mi vida, dejé de hablar. Yo tenía 8 años cuando un día mi mamá me dijo: '¿por qué has estado tan calladita? Últimamente no platicas, no interrumpes, ¿qué pasa?'. Le dije: 'porque me da pena que me oigan. Tengo una voz muy fea, no quiero que me oigan'. '¿Quién te dijo eso?', preguntó mi mamá. Le dije que mi maestra. (...) Son cosas que te marcan toda la vida".

Aquel episodio dejó secuelas en su persona. Desarrolló inseguridad y desconfianza en sí misma por temor al rechazo debido a su voz. Como estudiante y profesional de la actuación se enfrentó al hecho de pararse frente a cámaras, público y encargados de audiciones con miedo a expresarse oralmente.

"Crecí toda mi vida con un complejo muy fuerte con mi voz. Siempre pensé que quería ser actriz, que quería estudiar actuación, pero que no lo iba a lograr porque nadie me va a querer oír, porque mi voz es horrible, y cómo iba a salir al público si me iban a decir 'qué fea voz tiene'”, declaró en la alfombra roja de la obra Mean Girls.

La figura más importante para superar esa situación fue su madre. Primero intervino para reclamar en la escuela por la violencia verbal que ejerció la profesora contra su hija. Su queja propició que la docente fuera despedida por su acción. Posteriormente se enfocó en sanar junto a Ingrid para erradicar el pensamiento de que tenía una voz fea.

"Tengo una mamá que me hizo entender que cada uno tiene una personalidad diferente", fue lo que le inculcó a lo largo de la niñez y la adolescencia para sacar adelante su propósito de prepararse como actriz e iniciar su carrera profesional probándose en castings.

En 2010 parecía que el trauma había quedado atrás, sin embargo revivió luego de que la productora Lucero Suárez consideró a Martz como la protagonista de su próxima telenovela, Zacatillo. A Suárez no le gustaba la voz aguda de la actriz, por lo que la mandó a tomar lecciones especiales para modular el timbre y hacerlo más grave para su personaje.

"Cuando me dieron Zacatillo, que fue mi primer protagónico, la productora tocó una fibra muy sensible. Me dijo: 'no quiero que hables agudo, vas a tomar clases antes de las grabaciones de la telenovela'. Me vino el flashback de toda mi infancia y ese 'la gente no me va a querer oír' y fue fuerte".

Con 31 años de edad y a 23 años de distancia de la etapa en que tomó la decisión de no hablar para que no la molestaran, la actriz volvió a sufrir aquello que padeció. Regresaron la angustia y el pánico a que su voz no se escuchara grave, a que la criticaran por su timbre, a que el público no viera la telenovela por culpa de ella. Se enfermó de estrés por esa circunstancia.

"Fue una novela difícil, pero creo que se logró. Esa novela fue estresante para mí. De pronto se me empezó a caer el pelo a mechones, me llené de granos, me salió un fuego enorme. Eran muchas cosas, y si tu herramienta principal es la voz… Es donde tú te das cuenta que crees que ya traes cosas superadas y de pronto… Para mí fue muy fuerte".

Hoy día, tal como ella misma lo refiere, ese trauma quedó enterrado. Las clases que ha tomado para agravar su voz le funcionaron a la perfección. En cuanto escucha la palabra “acción”, se mete en personaje, lo que incluye cambiar de inmediato el tono de su timbre para que deje de escucharse agudo.

La heroína de esta historia es su mamá. Actuó a tiempo para que su niñez fuera menos adversa ante el bullying sufrido y trabajó en ayudar a estimular su autoestima para dimensionar que su voz nunca fue fea ni desagradable, sino auténtica y y diferente a la de los demás.

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