Elena Ochoa: de 'Hablemos de Sexo' a una vida de millonaria en Suiza

Cuando en el año 1990 aterrizaban en España las televisiones privadas, fue la cadena pública la que decidió dar un paso adelante con un programa en el que por primera vez se trataba de manera abierta el tema del sexo. El espacio estaba dirigido por el gran Chicho Ibáñez Serrador y era una hasta entonces desconocida para el gran público Elena Ochoa la que se puso al frente de Hablemos de sexo. Han pasado tres décadas desde entonces y la vida de la psicóloga, que tiene 63 años, nada tiene que ver con la de esos años en televisión y hoy además es conocida como Lady Foster, tras su matrimonio con el arquitecto británico Sir Norman Foster. La vida de millonaria de Lady Elena Ochoa Foster: de un castillo en Suiza a un palacete en Madrid

LONDON, ENGLAND - JUNE 05:  Elena Ochoa Foster (L) and Lord Norman Foster attend the launch of new book
LONDON, ENGLAND - JUNE 05: Elena Ochoa Foster (L) and Lord Norman Foster attend the launch of new book "Climate Of Hope" by Michael Bloomberg and Carl Pope at The Ned on June 5, 2017 in London, England. (Photo by David M Benett/Dave Benett/Getty Images)

Antes de conocer a su segundo marido, Elena Fernández-Ferreiro López-Ochoa, nacida en Orense (Galicia) desempeñó durante más de veinte años el cargo de profesora titular de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid. Hizo su postgrado gracias a una beca Fulbright en la Universidad de Illinois (Chicago) y en la Universidad de Los Ángeles (UCLA) y ha ejercido una labor de investigación en varias universidades tanto en Europa como en Estados Unidos. Fue en 1990 cuando Ibáñez Serrador la fichó para presentar Hablemos de sexo, en el que se abordaban abiertamente y desde un punto de vista científico todos los temas relacionados con la sexualidad humana. "Sólo aspiramos a que el sexo deje de ser un tema tabú para los españoles. No queremos que nadie se moleste por lo que se diga o se vea, y quizá desilusione por ser demasiado light", explicaba el propio Chicho en su estreno en marzo de ese año. El programa duró una única temporada pero siguió siendo todo un referente de la televisión pública y aún hoy es muy recordado.

Fue a mediados de los años 90 cuando Elena Ochoa conoció al arquitecto Norman Foster. Ella entonces era profesora honoraria en el ​King's College de Londres, cargo que ocupó hasta 2001. La psicóloga había estado casada con anterioridad con el escritor Luis Racionero (fallecido en 2020 y que fue director del Colegio de España en París y de la Biblioteca Nacional bajo el gobierno de José María Aznar). Elena y Racionero se casaron en 1991 en una ceremonia privada en Girona y se separaron tres años más tarde. Con Norman Foster se casó en 1996 también en una boda íntima a la que apenas asistieron una decena de invitados.

Uno de los mejores arquitectos del mundo

El arquitecto es uno de los profesionales más reconocidos y prestigiosos del sector a nivel internacional. Hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeños, Foster dejó la escuela a los 16 años para trabajar en el ayuntamiento de su ciudad. Descubrió tarde la Arquitectura, a los 21 años y consiguió entrar en la Universidad pese a las dificultades económicas que tenía su familia (él fue el primero en su familia en ir a la universidad). Continuó su formación en Yale, en Estados Unidos, gracias a una beca. Cuando regresó a Inglaterra trabajó con el arquitecto Richard Buckminster Fuller y en 1965 fundó Team 4 junto a su primera esposa Wendy Cheesman (tras la muerte de ésta volvió a casarse con Sabiha Rumani Malik, con la que estuvo desde 1991 hasta 1995) y un par de socios más. Dos años más tarde el nombre del estudio fue cambiado y quedó en Foster and Partners, como sigue llamándose en la actualidad y que da trabajo a 1.500 personas. En 1990 fue armado Caballero, siete años después se le confirió la Orden del Mérito y en 1999 Isabel II le otorgó el título de Lord Foster of Thames Bank. Entre los premios que Foster, de 86 años, ha recibido se encuentran el Pritzker (1999) o el Príncipe de Asturias de las Artes (2009).

LONDON, ENGLAND -  JUNE 25:   Lord Norman Foster and Lady Elena Ochoa Foster attend The Summer Party 2019, presented by Serpentine Galleries & Chanel, and hosted by Michael R. Bloomberg, Hans Ulrich Obrist & Sir David Adjaye, at The Serpentine Gallery on June 25, 2019 in London, England.  (Photo by David M. Benett/Dave Benett/Getty Images for Serpentine Galleries)

Discreta y dedicada a su pasión: el arte

Tras su matrimonio con Foster, ya como Lady Foster, Elena decidió cambiar el rumbo de su vida. El mismo año de su boda con el británico puso en marcha Ivorypress, una iniciativa que empezó siendo una editorial de libros de arte contemporáneo y que hoy incluye una galería de arte contemporáneo y una librería de libros de fotografía, arquitectura y arte, así como diferentes proyectos educativos y culturales a nivel internacional. Además, la que fuera rostro televisivo de los años 90 es vicepresidenta de la Norman Foster Foundation, miembro del MoMA's Library Council, de la Junta de Directores de Arte del Mutual Art Trust y del Advisory Board del Prix Pictet de Fotografía, y fue Presidenta del Tate International Council durante cinco años y miembro de la Junta Directiva de la Tate Foundation entre 2004 y 2008, así como de la Isamu Noguchi Foundation.

"Sin proyectos no entiendo la vida. No entiendo una existencia sin crear y modificar lo que no me gusta o satisface en la realidad que vivo. Como profesora e investigadora en la universidad cuando estaba en mi veintena y treintena, en mi papel en los medios como televisión o radio, y ahora como productora de documentales, o como editora en Ivorypress desde 1996 hasta hoy", comentaba en una entrevista en la web Tendencias del Arte. "El trabajo que más adoro y me satisface, es estar con mi familia, la educación de mis hijos y descubrir cosas o hacer proyectos con mi marido y mis hijos. Este 'trabajo' es el primero en mi lista cada día", añadía la mecenas, que en 2020 fue elegida como una de las 25 mujeres más influyentes, según Forbes.

Castillo de Vincy, en Suiza.
Castillo de Vincy, en Suiza.

Vida entre castillos y casas de lujo

La discreción es parte de la vida del matrimonio Foster, al que no le gusta alardear en los medios de la vida llena de lujos que tienen. No suelen acudir a eventos sociales salvo para recibir algún galardón o si se trata de asuntos relacionados con sus respectivas carreras profesionales (las dos de gran éxito y relevancia social, por supuesto). La pareja tiene dos hijos: Paola, de 23 años y que sigue los pasos de su padre estudiando Arquitectura en la Universidad de Harvard; y Edoardo, de 20 años y que estudia Administración de Empresas en el Stern School of Business de Nueva York.

Durante sus primeros años como pareja, Elena y Norman vivieron en Londres hasta el año 2009. Apenas dos años antes, la familia adquirió el Castillo de Vincy en Suiza. Se trata de un château suizo en un increíble edificio del siglo XVIII situado en la localidad de Gilly, un lugar muy conocido ya que está muy cerca del famosísimo (y carísimo) internado suizo Le Rosey, por el que pasaron desde Juan Carlos I a Marie Chantal Miller y en el que también estudiaron los dos hijos del matrimonio, Paola y Edoardo. El castillo destaca por sus jardines de estilo francés, sus elegantes fachadas y su refinado aspecto señorial.

Su otro hogar y donde más tiempo pasan está en St. Moritz. Se trata del edificio Chesa Futura, levantado por el propio Sir Norman Foster. Ahí pasaron el confinamiento junto a sus dos hijos, Paola y Edoardo con vistas al maravilloso lago helado de la estación de esquí en los Alpes más glamurosa de Europa. 'Casa del futuro', la traducción de Chesa Futura en romanche, una de las lenguas oficiales en Suiza, es un edificio de tres plantas de apartamentos de lujo que construyó el arquitecto hace dos décadas y allí tiene uno la familia Foster. Su casa tiene vistas al valle de Engadina, ya que está ubicado sobre una pendiente que desciende hasta el pueblo y la forma del edificio no puede ser más espectacular: irregular y abombada, como si fuera una gran burbuja atrapada entre las montañas, y revestido de paneles de madera, un material típico en las construcciones suizas tradicionales.

En St. Moritz les gusta sobre todo esquiar o dar largos paseos por la nieve, como muestra el arquitecto en sus redes sociales, en las que es muy activo (no como su mujer, que no tiene perfil en Instagram), y con su marido comparte pasión por los coches clásicos y el gusto por el mar (salen a navegar en su barco o a pescar, otra de las aficiones de Foster junto a las avionetas clásicas).

Lady Foster pasa también mucho tiempo en Madrid, ya que aquí está la sede principal de Ivory Press (inaugurada en 2008 y que ocupa más de 3.000 metros cuadrados en un edificio cerca de la calle Almagro) y la sede española de la Fundación Norman Foster. Esta se ubica en un palacete en la calle Monte Esquinza, en pleno corazón del aristocrático y castizo barrio de Chamberí. Se trata de un palacete de 1.700 metros cuadrados y que en su día fue propiedad del duque de Plasencia. Según Vanitatis, el imponente edificio estaría valorado en unos doce millones de euros y fue inaugurado en 2017.

Blue Heron Farm en Massachusetts.
Blue Heron Farm en Massachusetts.

La casa de veraneo de Obama

Además, en 2011, Foster compró Blue Heron Farm, una maravillosa vivienda situada en Chilmark (Massachusetts) que la familia Obama solía alquilar para pasar sus vacaciones de verano desde 2009. Foster pagó por la mansión unos 22,4 millones de dólares, según Idealista. La casa, construida en 1993, cuenta con más de 11 hectáreas de terreno, varias habitaciones, bodega, gimnasio, embarcadero, un pequeño campo de golf, cuadras y vistas a Tisbury Great Pond. También fue utilizada por el ex Presidente de Estados Unidos Bill Clinton durante su mandato. La familia vive a caballo entre Suiza, Londres y Madrid aunque los continuos viajes también les llevan por compromisos laborales a Estados Unidos.

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