Eleonora “La Beba” Pérez Caressi: su lucha por cumplir un sueño y cómo salió de un duro momento en su vida
Faltan horas para la entrega de los premios Gardel y los nominados no son los únicos ansiosos por la gran noche. Eleonora Pérez Caressi, más conocida como “La Beba”, todavía no puede creer que la ceremonia va a volver realidad uno de sus sueños: ser una de las conductoras del evento más importante de la música argentina.
“Yo dije que sí de entrada, sin preguntar nada más, después arreglábamos todo el resto que era secundario. Lo voy a hacer porque quiero formar parte”, expresa emocionada en una charla con LA NACION. Hoy, desde las 22, la periodista estará junto a Jey Mammon llevando adelante la ceremonia, que se podrá ver por TNT, escuchar por Radio Nacional y seguir todas las instancias por LA NACION. “Los Gardel unifican. Que todos los músicos sientan que tienen un lugar para ellos me parce súper importante. Los shows que van a ver son increíbles. Hay canciones interpretadas por artistas que nunca se imaginaron cantar esos temas. Van a vibrar y emocionarse. Va a ser todo un viaje”, anticipa.
Premios Gardel 2021: todo lo que tenés que saber de la entrega de premios
-¿Qué sentiste cuando te convocaron para conducir los premios?
-Pensé: “¿de verdad están pensando en mí?” Porque es un evento que no solo sigo anualmente por mi trabajo, sino también por gusto. Hace unos años estaba ahí haciendo la cobertura y me dicen: “Che, ¿Te animás a entregar un premio?” y eso ya fue un montón. Me tocó entregarle a dos amigos, a Los Totora y a Abel Pintos, y me acuerdo de sentir mucha adrenalina. Esta noche se celebra el lenguaje que más me gusta, lo que me hace vibrar más alto, que es la música. Cuando me llamaron para conducirlo primero me emocioné, después no lo podía creer y después llamé a mi mamá y a mi papá para decirles, “voy a conducir los Premios Gardel”. La gente a lo mejor desconoce el camino que uno hace en su carrera y su trabajo, pero hay mucho esfuerzo atrás, no son solo los minutos que se ven en pantalla. Tener el honor de conducir la celebración más importante de la música en el país, para mí es increíble.
-Viniste de un pueblo a la gran ciudad en búsqueda de tus sueños, ¿cómo fue ese camino?
-Cuando era chica yo decía que quería trabajar en tele y nadie entendía por qué. Soy de Capilla del Señor y con mi familia no conocíamos a nadie que haya seguido ese camino, no había nada que nos acercara a eso. Al principio creían que era una idea infantil, pero cuando fui creciendo seguía con lo mismo. En el momento de elegir una carrera, yo decía ‘producción artística’ y la gente me preguntaba a dónde iba a estudiar eso. “No sé, supongo que Adrián Suar y Mario Pergolini en algún lado habrán estudiado”, era mi respuesta. Ahí empecé a averiguar lugares y terminé estudiando producción de televisión en TEA. En esa etapa sentía que tenía que ser la mejor alumna, así algún profesor me tenía que ayudar y fue el profesor de periodismo el que me llevó a trabajar a eltrece. Era de las que me paraba en la puerta de Polka con el CV en la mano y esperaba a los productores una o dos horas hasta que llegaban y se los daba. Necesitaba sentir que estaba haciendo algo para movilizar ese sueño que tenía.
-Entonces se puede decir que lo tuyo fue puro esfuerzo, constancia y determinación, ¿no?
-Sí. A veces se le da mucho peso al factor suerte, pero yo creo que es lo que menos peso tiene en la vida. El impulso, las ganas, el entusiasmo y lo que uno haga para movilizar la energía y que vaya direccionada al sueño, es lo que te va a llevar a dónde querés. La suerte es una circunstancia, pero vos tenés que estar muy receptivo para poder tenerla.
- Cuando eras productora en TN, ¿te imaginabas convertirte en un referente del periodismo musical?
-¡No! Amaba ser productora de noticiero porque me gustaba definir el armado del programa. En un momento, cuando sentí que había cumplido un ciclo y necesitaba un cambio, tuve una reunión con el gerente de noticias del canal y le dije que quería salir a la calle. Sentía que tenía que conocer el mundo y estar más cerca de las cosas que pasaban, dejar de ver todo por los monitores. Empezamos a hacer un ping-pong para ver lo que me gustaba y yo le bochaba todo. En un momento me dice: “Sin pensar, yo te hago una pregunta y vos me respondés lo primero que se te viene a la cabeza ¿Quién querés ser dentro del canal?” Y ahí le contesté: ‘El Bebe Contepomi’. En esa época yo estaba haciendo mucha terapia y lo empecé a hablar ahí, conté lo que me había pasado y empezamos a desandar ese camino: qué me pasaba a mí con la música y con las historias de los artistas, en donde hay mucha lucha y superación. Conecté desde ahí y me di cuenta que ese era el camino que quería.
-¿Qué terminó significando el Bebe Contepomi en tu vida?
-Es alguien que ‚e dio un espaldarazo muy grande cuando empecé. Él llamó un par de artistas para decirles, ‘Mirá que va tal y va de parte mía’, y eso me dio mucha seguridad cuando más inseguridad tenía, cuando empezaba. Tenía miedo y temía por la comparación, más que nada cuando te dicen Beba, pero él me dio esa cuota de confianza que necesitaba para salir, porque no es fácil exponerse adelante de una cámara.
-¿Cómo te sentís al tener la posibilidad de abrirle la puerta a nuevos artistas?
-En un momento me propuse usar mi espacio en En Síntesis para hacer algo para que la música siga sonando en los noticieros, sobre todo ahora que no hay shows. Los artistas ahora necesitaban que los acompañe y desde mi rol podía hacer eso, lograr que su música siguiera sonando. Empecé a llamar a productores, prensa y artistas para que me manden sus videos y poder pasarlos. Yo soy feliz viendo a la gente feliz, por eso no tengo mucho en cuenta si el artista me gusta más o menos, dejo de lado mis gustos musicales. Cada tanto me gusta poner artistas nuevos que están dando sus primeros pasos, brindarles ese espacio. Mi rol es darles amplitud en lo que puedo.
Quererse, la clave del disfrute
Durante la charla, cada vez que Pérez Caressi mueve su brazo se puede leer tatuada en su piel la palabra “Querete”. “Me gusta que la gente lo vea y se diga, ‘querete a vos mismo’”, reflexiona. “Me lo hice en un momento bastante complicado de mi vida, en donde no encontraba salida y estaba en un pozo oscuro, sintiendo que no había salvavida”, revela.
Cuando estaba a punto de tocar fondo, la periodista pensó en la gente que la quería y salió a buscar ayuda. “Por amor a mi familia decidí hacer lo que tenía que hacer, que era dejarme ayudar”, recuerda. En ese camino se encontró con un médico que le dio uno de los consejos más importantes de su vida. “Me empezó a hacer un montón de preguntas y en un momento me dice: ‘No tenés nada, yo te voy a hacer estos estudios porque corresponde, pero el día en que vos te quieras, desaparecen todos tus problemas. Vos repetí, ‘Ele querete’, cada vez que estés mal, como un mantra, y en algún momento te lo vas a creer’. Pasaron los años, le hice caso y me di cuenta de que era por ahí. Para mí fue una palabra salvadora desde lo más profundo”.
-¿Quererte te llevó a dónde estás hoy?
-Creo que lo que me llevó hasta este punto es el esfuerzo, la voluntad y el empeño que le puse a todo. Cuando logré empezar a quererme lo que sucedió es que di con mucha más firmeza y más conciencia los pasos que sabía que había que dar. En el trayecto hubo más empeño, más trabajo, más voluntad y más lucha, pero en el disfrute hubo mucho de ‘querete’.
-¿Te quedan muchos sueños por cumplir?
-Siempre tengo sueños, pero van mutando todo el tiempo. Mi sueño más grande es estar en paz y para poder estarlo tengo que hacer las cosas bien, ser muy honesta conmigo, lo que me lleva a ser honesta con la gente y disfrutar. Me gusta que la vida me sorprenda. Quiero ser una mujer que esté libre y sin mochilas. Quiero lograr un encuentro tan profundo conmigo misma que sienta mucha paz y disfrute y eso siempre va a estar en la música, porque es ahí en donde me conecto con mis emociones más profundas.
-La música es un ambiente tradicionalmente manejado por hombres, ¿qué sentís al haber logrado ser un referente femenino al que se respeta tanto?
-Siento que soy consecuencia de un movimiento muy grande del que estoy muy agradecida. Creo que nuestra generación, pero sobre todo la que viene, tiene mucha fuerza y llegó para romper con paradigmas. Todos los que estamos en estos medios, de alguna forma más visibles, tenemos ese rol de demostrar que sí se puede y que tenemos que tener esa igualdad en cuanto a los espacios porque somos como espejos. Es difícil, pero lo tengo muy naturalizado. Nunca sentí que me hacían a un lado por ser mujer, siempre fui muy de abrir y empujar puertas y la fuerza femenina formaba parte de mí. Nunca dejé que me pisoteen y cuando lo hicieron lo enfrenté, aceptando las consecuencias. “De acá para acá no pasás” y ese es un poco mi rol: marcar los límites, luchar para que los espacios crezcan y marcar el camino para aquellas mujeres que por muchas razones hoy no puedan enfrentarse a esas circunstancias.