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Elige bien tu crema solar: los expertos nos dan las claves para comprar la más adecuada

Los datos parecen indicar que nos preocupamos, cada vez más, por el cuidado de nuestra piel frente a los efectos negativos del sol. Así se desprende de las conclusiones del VII Observatorio Heliocare, que recoge los datos del VII Informe Heliocare: Buenos hábitos al sol, que apunta que en los últimos 5 años ha aumentado un 50% la población que usa fotoprotección todo el año, y son la mujeres las que tienen una mayor concienciación en cuanto al cuidado de la piel frente al sol, ya que un 66% se protege todo el año. Pero queda mucho trabajo por hacer, pues entre los jóvenes, si bien se ha mejorado, el hábito es peor. Solo un 32% lo hace. Y casi el 60% de la población no visita al dermatólogo desde hace más de 3 años. Por eso, ahora, que empezamos junio, el mes en el que damos la bienvenida al verano, cuando el sol será nuestro fiel compañero cada día, nos hemos preguntado qué es lo más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir la mejor crema solar para nosotros.

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Elegir un buen fotoprotector que se adapte a nosotros

Lo primero, aunque parezca una obviedad, es que debemos elegir una crema que nos guste ponérnosla, tal y como nos anticipa la doctora María Vitale, dermatóloga y Medical Manager Dermatology de Cantabria Labs. “Que sea agradable tanto la aplicación como la sensación final. Porque, en exposiciones prolongadas es muy importante ponérsela y no valen las excusas de ‘no me gusta’, ‘me deja pringosa’, etcétera. El mejor fotoprotector es el que se usa y aplica a conciencia, y reaplicando cada dos horas o cuando se necesita”, nos cuenta al respecto. E incide, además, en que a la hora de elegir un fotoprotector debemos tener en cuenta también nuestro estilo de vida, nuestro tipo de piel, nuestro fototipo cutáneo o nuestras patologías. “Lo mejor es hacer una visita al dermatólogo que es el que mejor nos va a asesorar sobre lo que necesita nuestra piel”, comenta.

Aún podemos tener en cuenta más consejos. “Lo primero de todo escogerla en función de quien la va a usar, ya que son diferentes las características que debe tener el fotoprotector que va a usar un adulto, que si además lo va a usar un niño o un bebé. Aparte de eso, también podemos escoger diferente producto según si es para aplicar en el cuerpo o en el rostro. En el caso de que sea para el rostro, escogeremos una textura u otra en función del tipo de piel y también de nuestros gustos, ya que actualmente tengo opción de escoger mi fotoprotector con color o sin color, con perfume o sin, con acción antiedad, etc”, comenta por su parte Sara Palacios, Formadora de Eau Thermale Avène.

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Consejos para elegir la mejor fotoprotección

Lo cierto es que a la hora de elegir una, tenemos a nuestra disposición un abanico enorme de posibilidades. Por eso, no es extraño que nos planteemos cuáles son los requisitos que debe cumplir una buena crema solar. Para María Vitale, la mejor fotoprotección es aquella que pone más barreras al daño solar. “Es decir que tenga una primera barrera frente a las 4 radiaciones más dañinas del sol: La luz ultravioleta B (UVB), que se mide con el SPF; la luz ultravioleta A (UVA); la luz visible y la infrarroja. Una segunda barrera antioxidante, que neutraliza el primer daño que produce la radiación. Y una tercera barrera reparadora, que ayuda a nuestro organismo a autorreparar los daños producidos en el ADN”, nos explica.

“Además de ello, es interesante que cumpla con otras características como que sea resistente al agua, y por supuesto, que tenga unas buenas cualidades cosméticas ya que esto facilitará su uso continuado”, comenta Sara Palacios.

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cremas solares en la playa
cremas solares en la playa

Un fotoprotector adaptado a tu estilo de vida

Lo cierto es que no solo influye nuestro tipo de piel, sino también nuestro estilo de vida. “Son distintas las necesidades que tiene un deportista, una ama de casa o una persona que está frente al ordenador durante todo el día, por ejemplo. Además, no sólo hay que aplicar el fotoprotector una vez, sino también reaplicarlo si la exposición al sol se prolonga más de dos horas. Por lo que, dependiendo de la actividad al aire libre que esté haciendo (paseando, deporte, tomando el sol…) se debe elegir el formato en el que se presenta el fotoprotector, que más me facilite la aplicación y reaplicación”, comenta la especialista de Cantabria Labs, marca con un amplio rango de fotoprotectores que se adaptan a todas las necesidades: al fototipo de piel, al tipo de piel, al estilo de vida y a la condición o patología que pueda tener un paciente.

La experta de Avène matiza, además, que por ejemplo, si vivo en una ciudad donde hay mucha contaminación, es interesante que mi fotoprotector incluya algún activo que además tenga una acción antipolución ya que, la contaminación, después del sol, es el factor que más nos envejece. O, por ejemplo, si hago deporte al aire libre, también me interesa escoger un solar con una textura ultrafluída, que sea muy resistente al agua y resistente al sudor, y no me pique a los ojos.

Diferencia entre filtro solar y físico

Una de las dudas que nos puede surgir es cuál es la diferencia que hay entre filtro solar físico y químico. “Los filtros físicos (o inorgánicos, o minerales) son sustancias que bloquean y reflejan directamente la radiación solar incidente, como si fuera un espejo. Los filtros químicos (u orgánicos), son sustancias capaces de absorber la radiación incidente y transformarla en calor o radiación menos dañina. Desde Cantabria Labs, para pieles muy sensibles o aquellas que han sido sometidas a tratamientos o a procedimientos dermoestéticos que están más sensibilizadas, recomendamos la utilización de filtros minerales que son muy bien tolerados”, nos sugiere por su parte Cristina Redondo, Brand manager de Heliocare.

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Distintas cremas solares a lo largo del verano

¿Necesitaremos distintas cremas solares a lo largo del verano? “Es muy habitual necesitar un producto solar diferente para el cuerpo que para el rostro, ya que no siempre la necesidad es la misma. Por ejemplo, es posible que a nivel corporal me guste una textura hidratante, mientras que a nivel del rostro busque una textura con un acabado matificante para evitar los brillos en la cara”, cuenta la experta de Avène.

Para la experta de Heliocare, “si por ejemplo, tienes la piel grasa, querrás una alta protección solar en una crema oil free. Pero para el resto del cuerpo, puedes preferir una loción que sea rápida de poner. O síipor ejemplo, haces surf, preferirás tener a mano un stick, que es muy rápido y fácil de aplicar, pero cuando te quitas el neopreno te apetece una crema corporal con una textura más hidratante. En definitiva, es recomendable adaptar el fotoprotector a nuestras necesidades”, nos dice la experta.

¿Usar la crema solar del año pasado?

Una última duda: si nos ha sobrado crema solar del año pasado, ¿deberíamos reponerla con una nueva, puede haber caducado? “Si compraste una crema el año pasado y no la abriste y no salió de tu armario, lo más seguro es que conserve todas las características físico-químicas y propiedades protectoras, y por tanto la puedas usar. Pero si llevaste la crema a la playa u otro lugar donde estuvo sometida a altas temperaturas, es posible que las características físico-químicas hayan cambiado y no se garantiza la protección declarada. En cuanto a la caducidad, si el producto viene en un envase airless, es decir, donde no puede entrar ningún tipo de “contaminación” en la fórmula, el producto puede usarse en cualquier momento (siempre y cuando cumplamos los requisitos de conservación que vienen en el envase). Si el producto tiene un envase 'no estanco' donde puede entrar oxígeno que la oxide u otro 'contaminante' habrá que seguir las indicaciones del PAO (period after open viene indicado en un icono de un tarro abierto)”, explica Cristina Redondo.

Coincide Sara Palacios, que nos dice que debemos fijarnos en el PAO del producto, ese símbolo que suele aparecer en la parte trasera de los cosméticos y que indica el tiempo durante el cual, una vez abierto el envase, se garantizan las buenas condiciones de dicho cosmético. “Normalmente los fotoprotectores suelen tener un PAO de como mucho 12 meses, con lo cual será necesario desechar el fotoprotector del año pasado”, apunta.