Elle Fanning contó que perdió un importante papel por su bajo número de seguidores en Instagram

Elle Fanning jugó a ser Cameron Diaz en "La boda de mi mejor amigo"
Elle Fanning - Créditos: @Archivo

Los seguidores de Instagram parecen tener su peso en los filtros que pone Hollywood a la hora de asignar un papel a determinado artista. Y Elle Fanning sorprendió con un episodio particular en ese sentido. Contó en primera persona cómo esta nueva métrica de la red social le afectó en un proyecto cinematográfico.

La actriz de 19 años finalmente reveló su postura respecto a su colaboración con el cineasta en A Rainy Day in New York
Elle Fanning - Créditos: @Alberto Pizzoli

Las demostradas habilidades para la actuación que mostró innumerables veces Elle Faning, parecen no haber sido suficientes para poder unirse a una gran franquicia, en la línea de lo que puede ser Marvel o Star Wars.

La actriz lo reveló durante una reciente entrevista con Josh Horowitz en el marco del podcast Happy Sad Confused. “Hice una prueba para… no voy a decir qué era, pero no obtuve un papel para algo grande porque, puede que no haya sido solo por esta razón, pero esta fue la respuesta que escuché. Fue porque no tenía suficientes seguidores en Instagram en ese momento” , señaló.

Fanning cuenta actualmente con más de seis millones de seguidores, aunque no reveló cuántos tenía al momento de recibir esa respuesta. Sin embargo, remarcó que no considera que esa pueda ser una razón de peso para perder un rol. “ Firmemente no creo en no conseguir un papel debido solo a eso”, opinó.

Elle sostuvo en la misma entrevista que si bien le interesaría sumarse una gran franquicia de películas, planteó que pondría más atención en qué tipo de personaje podría interpretar. “No me negaría a trabajar en uno de esos títulos, pero antes debería tener una reunión y realmente saber de qué se trataría el proyecto”, dijo.

The Great: el gran rol de Elle Fanning

Actualmente, Elle Fanning sigue adelante con el protagónico de The Great, la serie en la que le da vida la emperatriz Catalina la Grande durante sus primeros años como consorte del emperador Pedro en la corte rusa. Sin abusar de los anacronismos pero con una mirada contemporánea, el guionista y dramaturgo Tony McNamara (La favorita), logra pintar un cuadro fascinante y hacer de Catalina y Pedro dos de los personajes más interesantes de los últimos tiempos. Y en gran medida lo son gracias a Fanning y Nicholas Hoult, despojados ya de todos los modos infantiles que los hicieron famosos al principio de sus carreras. Espléndida como la inocente, inteligente, romántica y astuta Catalina, Fanning ya no es la niña preadolescente que se lucía en Somewhere-En un rincón del corazón, de Sofia Coppola, ni la versión literalmente en pañales de su hermana mayor Dakota en Mi nombre es Sam.

En esta ficción, Fanning consigue una interpretación radiante, ofuscada con ese mundo que la agobia y no le pertenece, hasta que descubre que los cambios políticos requieren alianzas y no berrinches. La relación con Marial (Phoebe Fox), su sirvienta noble y desclasada, y con el conde Orlov (Sacha Dhawan), timorato embravecido por la furia de los tiempos, se convierten en el tránsito a su progresivo control de la corte, clave en el ascenso al poder y la transformación de Rusia en una nación moderna. Y Hoult le brinda a Pedro la talla perfecta: la genialidad para construir su estupidez es clave para comprender el derrotero que anida en su esperado futuro.