Emily | Top de críticas, reseñas y calificaciones

Los puristas de Bronttë pueden cuestionar la falta de definición de la línea de tiempo. Pero el debut bien modulado de O’Connor no pretende ser una recreación fiel de los hechos de la vida de los Brontë. En cambio, tiene éxito en un nivel mucho más complicado, dándonos una Emily psicológicamente vívida que no escribió Cumbres Borrascosas porque un romance de la vida real desbloqueó su naturaleza apasionada, porque ella siempre fue la mujer con Cumbres Borrascosas dentro de ella.

Emily está contada con gusto, son 130 minutos de metraje, pero pasan como un suspiro. Es una cinta muy bonita, ya no sólo por la historia, sino que en lo visual me parece una maravilla (…) Frances O’Connor ha realizado un gran trabajo para ser su ópera prima, logra que mantengamos el interés de esta historia y sorprendernos con escenas aterradoras dentro de una historia donde el amor, desamor y el inconformismo son los protagonistas.

Alejado de los biopics de época que intentan presionar por una impronta contemporánea, Emily, de Frances O’Connor, es tradicional tanto en planteamiento como en puesta en escena. Con sus paisajes áridos, una reconstrucción histórica cuidadosa y actuaciones comedidas, tiene un aire levemente anacrónico. Pero quizás ese es su mayor triunfo. Alejándose de inmediato de propuestas en apariencia audaces como Bridgerton o Persuasión, de Netflix, Emily mantiene la tensión de la época a través de los detalles.

Obteniendo la máxima expresividad tanto de los páramos y las colinas como de unos interiores envueltos de una atmósfera melancólica y sepulcral, O’Connor traza el retrato de una mujer que no sólo sobrevive en ese mundo diminuto que ama profundamente y por el que a la vez a siente perturbada, sino que lo usa par nutrir su imaginación; y para darle vida se sitúa estratégicamente en un punto medio entre el clasicismo del asunto narrativo y la modernidad de la propuesta estética desde el que deja claro hasta qué punto Brontë fue una mujer adelantada a su tiempo.

… estamos ante una desafortunada muestra de romanticismo macabro. Amores prohibidos autoritarismo trasnochado y rebeldía que desafía los convencionalismos atravesando un paisaje tan bello como desolado. Hay pasión, hay locura y hay fantasmas en este retrato de mujer victoriana (…) Emma Mackey, como Emily, convoca con autoridad las emociones tormentosas de esa novela célebre que nos legó la pequeña de las hermanas Brontë. Una interpretación de premio.

Frances O’Connor rueda con una seguridad y destreza apabullante una de las mejores películas de esta edición. Una obra que se pasa en un suspiro. Como esos episodios de Dragón Ball que no creías que ya se hubieran terminado. Emily se disfruta de principio a fin. Es una película llena de belleza, con unos personajes tan vivos que da la sensación de que puedan salir de la pantalla.

Aunque la tragedia asola el recorrido vital de la protagonista –magistralmente interpretada por Emma Mackey–, se trata de un film sorprendente y bello que no intenta insuflar de modo forzado ningún pensamiento moderno a un periodo de tiempo distinto. Es un relato que gustará especialmente a quien disfruta de las biografías de mujeres tenaces del siglo XIX.

Emily no es estrictamente un retrato biográfico, por lo que, quienes la vean con esa expectativa en mente probablemente salgan decepcionados. Aunque es de esperarse que una vida llena de pérdidas termine en tragedia, Emily es mucho más que un drama y un romance, es el sueño febril de una imaginación infinita, siempre fiel a sí misma.

En su debut como directora la actriz Frances O’Connor ha tomado un camino intermedio entre el melodrama extremo y la visión modernizada de la protagonista (…) Las libertades que se toma O’Connor tiene más que ver con una transferencia de clichés actuales que hagan más compresible y próxima a quien, por su inmenso talento, ya lo es sin que sea necesario inventarle a la severa Emily historias pasionales, fantasías–gótico–fantasmales, adicciones o ruindades familiares.

Más allá del interés literario que despierta la escritora protagonista, quizá el mayor problema de Emily sea que la historia es demasiado deprimente, se hace un poco larga y es difícil además identificarse con los personajes. No resultan suficientemente atractivos la propia Emily, ni las hermanas, y desde luego tampoco Weightman, un tipo que se hace bastante odioso en su patetismo.