Emmy 2023: 'Succession' se despide de la TV con el premio a la Mejor serie dramática
Esta noche Succession (98%) ha hecho historia en el Peacock Theatre de Los Ángeles tras llevarse el codiciado premio a Mejor Serie Dramática con su impecable última temporada que nos tuvo al filo del asiento a lo largo de 10 semanas. La serie, creada por Jesse Armstrong , se ha dedicado a cosechar premios desde su primera temporada y con esta victoria (su tercera consecutiva en la misma categoría) ha asegurado su lugar en la televisión de prestigio al lado de shows como Los Soprano, Breaking Bad (81%), Mad Men y The Wire.
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En esta edición del Emmy, Succession recibió un total de 27 nominaciones, entre las que destaca Mejor Actor y Actriz Principal (Drama), Mejor Dirección (Drama) y Mejor Guion (Drama). En la categoría de Mejor Serie, la sátira de HBO no la tenía fácil al competir con propuestas novedosas de alta calidad como La casa del dragón (91%) y The Last of Us (97%), o programas consolidados como Better Call Saul (100%), The Crown (90%) y The White Lotus (80%). En la lista de nominados también figuraba Andor (90%) y Yellowjackets (90%) que, aunque notables en su narrativa y actuaciones, era complicado que pudieran hacerle frente a los titanes que tenían como rivales.
¿De qué trata la cuarta temporada de Succession?
En esta cuarta temporada la venta del conglomerado mediático Waystar Royco al visionario tecnológico Lukas Matsson (Alexander Skarsgård) está cada vez más cerca. La perspectiva de esta venta sísmica provoca angustia existencial y división familiar entre los Roys a medida que anticipan cómo serán sus vidas una vez que el acuerdo se haya completado. Se produce una lucha de poder mientras la familia sopesa un futuro en el que su peso cultural y político se verá gravemente reducido. El elenco recurrente de Succession regresa para este último capítulo e incluye a Brian Cox, Jeremy Strong, Sarah Snook, Kieran Culkin, Alan Ruck, Matthew Macfadyen, entre otros.
El paso de la dinastía Roy por la temporada de premios de este año ha sido destacado, llevándose la semana pasada cuatro galardones en los Globos de Oro: uno por Mejor Serie de Televisión (Drama) y el resto entregados a Sarah Snook, Kieran Culkin y Matthew Macfadyen por su brillante desempeño en este último tramo del show. En este cuarto capítulo, cada uno tuvo su oportunidad para demostrar de lo que están hechos y nos regalaron momentos conmovedores, tensos e incómodos por igual, porque si hay algo que Succession supo mantener hasta el minuto final fue ese perfecto equilibrio entre drama y comedia capaz de provocar latigazos emocionales en el espectador.
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Esta temporada estuvo llena de momentos destacados, pero sin lugar a dudas el tercer capítulo titulado “Connor's Wedding” sobresale del conjunto y pasará a la historia como una clase magistral de dirección, escritura y actuación. Al eliminar inesperadamente a una de sus piezas clave en el tablero, Succession nos dejó con el corazón hecho pedazos, y con ello la conversación en redes sociales durante el domingo de la transmisión y el lunes posterior se tornó verdaderamente apasionante, con muchos de los espectadores asegurando que “se había hecho historia”. El episodio dedicado al funeral de dicho personaje también fue un poderoso testimonio del talento involucrado al frente y detrás de cámara de Succession, y nos regaló una serie de momentos desgarradores al lado de los hermanos Roy, quienes dejaron fuera las máscaras por un momento y se mostraron más vulnerables que nunca.
Para cuando llegamos al episodio final, era imposible no haber tomado partido con alguno de los personajes e independientemente de cual fuera tu sucesor favorito, la serie se encargó de subvertir todas las expectativas y nos dejó con uno de los cierres más agridulces en la historia de la televisión. Fue un final redondo e inmejorable, donde cada personaje terminó exactamente donde sus acciones lo llevaron para bien o para mal; donde hubo tragedia para algunos pero esperanza para otros; donde se perdieron sueños pero se cimentaron nuevos; donde se rompieron hermandades pero se formaron alianzas; y donde no ganó la víbora más ágil del nido sino la más manipulable.
Al final, Succession (86%) entró en ese pequeño grupo de series que supieron despedirse en su mejor momento antes de que el tiempo las apagara, y en un tiempo relativamente corto construyó un legado que perdurará por siempre. Los años seguirán pasando y el público no borrará de su mente las grandes escenas que el programa dejó, así como no podrá dejar de pensar en el rap de Kendall, los “fuck off!” de Logan o las incómodas rabietas de Tom. ¡Hasta siempre familia Roy!