El emotivo llanto de Pampita Ardohain en Noche al Dente: “No me olvido nunca de agradecer”

El emotivo llanto de Pampita Ardohain en Noche al Dente: “No me olvido nunca de agradecer”
El emotivo llanto de Pampita Ardohain en Noche al Dente: “No me olvido nunca de agradecer” - Créditos: @Captura de pantalla

Fernardo Dente recibió este jueves en su programa, Noche al Dente, a Carolina “Pampita” Ardohain y, fiel a su estilo, la jurado de Bailando 2023 abrió su corazón y se prestó al juego de desandar su vida y su carrera.

En principio, contó que Marcelo Tinelli está “chocho” con el regreso del programa, y que le contagia esa felicidad al resto del equipo. “Me encanta estar en el programa, porque me mato de risa. En cada previa, con mis compañeros, chusmeamos y nos llevamos muy bien. Igual, si tenemos que opinar distinto, pelearnos o lo que sea, sabemos que termina el programa y queda ahí, no nos vamos rebuscados a casa”. Además, contó que crearon un grupo de WhatsApp con los miembros del jurado (Ángel De Brito, Marcelo Polino y Moria Casán) y que ya están planeando la primera cena de los cuatro.

Sobre qué es lo que más le molesta en un participante del concurso de baile, no tuvo dudas: “Que no ensayen. Me re calienta eso. En casa, con los chicos si no hacen la tarea o no estudian, me pasa lo mismo. Cada uno tiene que asumir sus responsabilidades”.

La modelo se explayó sobre su vida a lo largo de la entrevista, habló de la responsabilidad, y recordó sus primeros tiempos en Buenos Aires cuando llegó a Buenos Aires “sin un peso”. Recordó que durante un tiempo compartió en un departamento monoambiente junto a una amiga. “Viví con una compañera de danza clásica, y dormía en un sillón que se hacía cama. Y si no había plata, comíamos galletitas de agua con sopa”, rememoró.

“ Soñaba con una estabilidad económica. Llegué a Buenos Aires sin nada y no quería volverme, quería quedarme. Mi sueño era vivir en la gran ciudad... Y después, cuando tenés esa estabilidad, lo que querés es permanecer. En la tele, sos descartable. Si un año no te sale un proyecto y desapareciste varios años, tenés que remar y empezar de cero. Nunca te sentís tranquilo”, indicó.

Volviendo a sus inicios años en la ciudad y sus primeros trabajos, señaló: “Salí por el barrio a repartir currículums y no había trabajado nunca en mi vida. ¡No sé lo que inventé! Y terminé en un bowling muy conocido que quedaba en Soldado de la Independencia, lavando los platos”, ahondó. “Eso fue lo primero que hice. Después, hice promociones y trabajé en un outlet en Martínez. Iba y venía en tren. En Martínez todos los negocios cerraban a la hora del almuerzo, y yo me iba a la estación y me quedaba leyendo un libro. Ni siquiera comía. No tenía un mango”, relató.

“Hay que ser consciente de que no todo cae del cielo... Hay un esfuerzo, hay un trabajo y hay tiempo, también. Las cosas llegan con el tiempo, no de un día para el otro”, reflexionó. Y remató: “ Uno puede construir sus sueños, pero los tiene que tener muy en claro para no rendirse en el camino ”.

“Con mi primer sueldo compré cosas para mi casa de La Pampa. Siempre, cuando veía que faltaban las tapitas de las llaves de luz pensaba ‘¿Por qué no las ponemos?’. Así que fui a una casa de electricidad y las compré. Después, creo que compré electrodomésticos”, indicó. Y siguió: “Después, durante un año y medio no compré nada... Ni un par de zapatos, porque me quería comprar mi primer departamento. Por ahí, te comprás un autito, pero se va devaluando y a la vez tenés que pagar un alquiler todos los meses. Mejor, comprate algo, aunque sea de un ambiente, así podés estar tranquilo en un lugar que no sea tuyo y no tirar la plata en un alquiler. Pero bueno... Eran otros tiempos. Hoy no es la misma realidad. Hoy comprarte un departamento es imposible . En ese momento, se podía”, explicó.

Pampita, la China Suárez y Benjamín Vicuña, reunidos en el cumpleaños de Amancio (Foto: Instagram @sangrejaponesa)
Pampita, la China Suárez y Benjamín Vicuña, reunidos en el cumpleaños de Amancio (Foto: Instagram @sangrejaponesa)

Los inicios y el amor

Recordando sus primeros años como modelo, Pampita indicó: “¡Qué buenas épocas! Éramos como superestrellas. Ya no existe más eso. Nos conocían por los nombres y las señoras hablaban sobre nosotras el día después de que pasaran el desfile de Roberto Giordano por la tele. Nos amaban y eran supercariñosos. Había teams: unos preferían a las rubias y otros a las morochas. Cuando yo empecé, bajitas no había ninguna. Yo era la mini, no combinaba. Era como de otro pozo”.

“Llamábamos mucho la atención. Se hablaba de quién abría y quién cerraba el desfile, o qué vestido le pusieron a tal. Y nosotras nos enganchábamos. Te robaban un vestido y te ibas recaliente a tu casa”, señaló, refiriéndose a las rivalidades que existían entre las modelos de la época. “Te asignaban un vestido, lo veía una que era más conocida, lo pedía y se lo daban. Yo recién estaba empezando. No podía hacer nada. Un día me robaron un corpiño antes de salir a la pasarela”, recordó. Pero la historia terminó bien: “Yo sé coser, porque mi mamá cose y mi abuela también. Pedí que me trajeran un poco de tela y me hice un corpiño. Era salir a la pasarela a matar. Tenías que hacer fuerza así con los codos porque venía el malón de atrás que quería salir en las fotos... Las de adelante, con Giordano, aguantábamos codo con codo para que ninguna se ponga a delante. Pero bueno, éramos muy jóvenes”.

La conversación giró luego hacia su vida sentimental. “Siempre fui romántica... El amor siempre fue reimportante en mi vida. Hay gente que puede vivir sin estar en pareja y es feliz igual.. Yo no. Necesito el cariño”, confesó. En ese contexto, y a pedido de Dente, Pampita recordó una de las peores citas de su vida: “Una amiga me mostró una foto de un chico y me dijo si lo quería conocer. Era buen mozo, así que acepté. ¡Y se pasó toda la cita hablando sobre su exmujer! No sabía si volver o no con ella. Yo le dije que sí, que volviera, que apostara a la familia. Fui como una terapeuta. ¡Después la llamé a mi amiga y le reproché que me haya mandado a esa cita!”.

La modelo rememoró, también, los primeros momentos de la relación con su marido, Roberto García Moritán. “Le pidió mi teléfono a una de mis mejores amigas. Me dijo que un amigo suyo me quería conocer y que creía que me iba a gustar, que era educadísimo, caballero y una persona de bien que no quería joder, que estaba en un momento de su vida en el que quería encontrar a alguien para enamorarse”, comenzó relatando. “Yo en ese momento estaba resoltera... Y le había agarrado el gustito a la soltería. Empezamos a hablar por Instagram. Él estaba de viaje, en Perú y mandaba fotos de comida peruana, una cosa rarísima. A mí no me parecía muy sexy que me enviara fotos de comida, pero esa cosa exótica también estaba buena”, indicó.

“La primera vez que nos vimos fue en mi casa, y llegó con una caja. Y mis amigas se ríen, porque entre las cosas que trajo de regalo había sales de baño. ¡Qué fe se tenía! ¡Una autoestima! Había traído cosas gourmet para cocinar, cocinó él. Trajo flores. La espuma la usamos, pero mucho tiempo después”, contó.

Hoy están casados y son padres de Ana, de 2 años, pero literalmente el el legislador porteño tuvo que pasar una prueba de fuego para conquistar al círculo íntimo de Pampita. “En mi grupo de amigos, cada vez que hay un novio nuevo, tiene que hacer un asado para los 30. Obviamente, cuando apareció él en mi vida le tocó conocer a todos mis amigos y hacer el asado. No sé qué hizo, pero se empezó a incendiar la parrilla y al lado había un mueble con los inflables de la pileta. El plástico saca humo muy negro y es muy tóxico y peligroso. Se empezó a incendiar el mueble. Se incendió todo... Él vino con una manguera, pero no lo podía apagar. El quincho tenía techo de palitos... Terminó todo negro, el asado se quemó. Comimos ensaladas. Todo el mundo se le reía. Fue el bautismo. Era un mueble que yo quería mucho, pero bueno, son cosas que pasan”.

“Robert llegó a mi vida y me hizo olvidar todo: el dolor, el desamor. Me curó por completo. Fue como empezar de nuevo, de cero, y volver a encontrar todo. No se rindan nunca”, recomendó, antes de referirse al buen vínculo que mantiene con su exmarido, Benjamín Vicuña, y la expareja del actor chileno, la China Suárez. “Depende de cada uno. Hay que construirlo. Hay que establecer las prioridades... ¿Qué es lo más importante? ¿Vos? ¿Tu ego? ¿Son tus cosas o son tus hijos? Lo importante son ellos. Es lindo, sobre todo para los chicos, porque no hay tensión en el ambiente, estamos todos juntos en un lugar y estamos bien. Y ninguno se pierde los momentos de sus hijos. Vamos a todos los eventos que hay, que son miles cuando son chiquitos y estamos cómodos todos. Nadie quería perderse una graduación, un bautismo, una comunión. Hicimos bien y estamos orgullosos de eso. Es tanto lo que ganás... Hay que intentarlo de a poquito y a la larga se construye algo muy bueno”.

Luego, hablando sobre su rol de madre, aseguró que nunca silencia el “chat de papis” del colegio. “Además, lo leo en cualquier momento, porque sino, seguro que me olvido. Mañana, uno tiene que llevar una merienda, el otro, del colegio se va a un cumpleaños, el otro, tenía que confirmar si iba a fútbol... Si yo me pierdo un día el chat de papis, al día siguiente mis hijos vuelven llorando, porque no los mandé con la bolsita o con el uniforme con el que tenían que ir. Me mantiene al día y es súper importante. ¡Las amo, chicas del chat de mamis! Sin ustedes no soy nada”, expresó, mirando a cámara.

“Cocino muy mal. ¡Si fuera por mí, mis hijos se morirían de hambre! Lo que más me gusta, es ver películas con ellos. Somos muy cinéfilos. Vamos mucho al cine, pero conseguir entradas en la misma fila para toda la familia es imposible. ¡A Barbie fuimos 16 a verla!”, confió. Y agregó: “Mis hijos son lo más lindo que me pudo suceder; cada uno de ellos. Disfruto mucho de estar con ellos, es un tesoro para mí cada uno. Soy recopinche, me pueden. Creo que nací para ser mamá. Es lo más lindo que me tocó en la vida. Son mi gran motor, hacen que me levante todos los días y que vaya para adelante siempre. Son todo ”.

Cuando el conductor le preguntó qué temas la preocupaban o la entristecían, Pampita no lo dudó: “El país. Los noticieros... Me duele el alma. Somos tan increíbles los argentinos, tan talentosos, tan imaginativos... No nos rendimos nunca; volvemos a confiar y nos hemos levantado mil veces de todas la crisis. Viajás por el mundo y no hay nada como la Argentina. La onda, la amistad, la familia... Es hermoso nuestro país. Es espectacular. Hay buena madera. Está buenísimo ser argentino”.

Sobre los memes y stikers que la tienen como protagonista, Pampita aseguró que no usa el que la muestra abandonando el estudio de ShowMatch, pero sí otro: “Tengo uno que dice: ‘La que puede, puede!’”, confesó entre risas. Y, en relación a esa icónica salida del estudio, en medio de una discusión con Polino, explicó: “Pensé: ‘O respondo o me voy’, y me fui. Me quedé en el camarín, tratando de calmarme, de volver a mis cabales”.

Para el final del programa, Dente cantó en vivo una de las cinco canciones que Pampita eligió como banda sonora de su vida, una de las consignas del programa. Se trata de “Fix You”, de Coldplay. “Me encanta ese tema. Chris Martin se lo escribió a Gwyneth Paltrow cuando estaban juntos. Ella había perdido a su padre y estaba destruída, con un dolor en el alma tremendo. Y habla de agarrar ese corazón roto y volverlo a unir, arreglarlo, con paciencia, con tiempo, con cariño. Cada vez que lo escucho me rompe el alma. Habla de volver a casa, a donde estás contenido, a donde sos vos. A ese hogar. Y yo vuelvo a casa todos los días... Me representa. Mi hogar son mis hijos, mi marido, mis seres queridos, mis amigos y mi familia. Y cuando Robert me propuso matrimonio, puso este tema”, contó antes de que el anfitrión comenzara a cantar.

Los inicios y el amas en la pantalla se sucedían imágenes de su casamiento con García Moritán, Pampita rompió en llanto. “Gracias por la sorpresa. Está bien sentir. Lo necesitamos. Agradezco mucho a Dios las cosas lindas. No me olvido nunca de agradecer”, expresó emocionada.