Yahoo Estilo Ni sobrepeso ni celulitis, Itziar Castro ('Vis a Vis') tiene lipedema
La obesidad y la celulitis no son los detonantes del ‘lipedema’; se trata de un trastorno hereditario de la distribución del tejido graso, detectado por un seguidor de la actriz tras ver una fotografía de ella
Tras subir esta fotografía emulando un famoso cuadro de Botero, ltziar Castro -popular actriz de 'Vis a vis'- recibió un montón de comentarios positivos alabando su valentía al reconocer sin tapujos que para ella la belleza no es cuestión de talla ni de edad. Pero hubo uno que llamó poderosamente la atención de la actriz. "Esto que padeces se llama lipedema. Es una enfermedad inflamatoria debida a la acumulación de grasa que colapsa el sistema linfático y produce un linfedema añadido (lipolinfedema). Existe dolor y sensibilidad, así como la tendencia a moratones", escribió el usuario a través de Twitter.
Congénita y poco conocida
El lipedema es una entidad clínica que afecta fundamentalmente a mujeres, y consiste en una alteración en la distribución de la grasa, que se acumula de forma anormal y simétrica sobre todo en los miembros inferiores, desde la cadera hasta los tobillos, confundiéndose con obesidad, linfedema y otros tipos de edema.
Entre el 12 y el 20 de por ciento de las mujeres puede padecer esta condición médica sin saberlo. Sin embargo, y pese a haber sido aprobada en mayo de 2018 por la OMS como una enfermedad, aún no es globalmente conocida por la comunidad médica.
Es común que esta enfermedad se diagnostique erróneamente como obesidad o algún problema relacionado. Sin embargo, las personas afectadas tienen tendencia a ganar peso sin explicación y gran dificultad para perderlo.
De hecho, la actriz agradeció los comentarios de otra afectada de lipedema, quien además de señalar que se trata de “una enfermedad del tejido graso, crónica, que se suele confundir con la obesidad, poco conocida por los médicos en España”, se ofreció a orientarla sobre el tema y le dio a conocer asociaciones especializadas como Adalipe, un foro en el que otras pacientes afectadas comparten su experiencia con el lipedema.
Uno de los errores más comunes es pensar que esta acumulación de grasa aparece debido a la obesidad. Pero no es así. Además, el lipedema y la celulitis son entidades relacionadas, pero diferentes. La celulitis o piel de naranja es la manifestación de la forma en que se estructura la grasa superficial. Siempre que hay lipedema hay celulitis, pero puede existir celulitis sin lipedema.
Aunque hay pocos estudios acerca de sus causas, patogenia y epidemiología, parece que hay factores genéticos implicados, encontrándose frecuentemente afectados varios miembros de una misma familia.
También se sabe que el lipedema también tiene un componente hormonal, dado que suele comenzar o se intensifica coincidiendo con un cambio en los niveles de hormonas (pubertad, embarazo, menopausia, toma de píldora anticonceptiva…). Es muy frecuente que los primeros síntomas del lipedema sea sensación de cansancio e hinchazón en las pierna que aumentan con el calor y la menstruación.
Cómo se manifiesta
Se produce una hinchazón simétrica de las piernas, que altera la silueta de forma que hay una desproporción entre las piernas y el resto del cuerpo.
La sensación de pesadez se acompaña de una hipersensibilidad al dolor (una leve presión sobre el tejido se convierte en dolorosa) y fragilidad capilar, con formación frecuente de hematomas espontáneos o ante mínimos traumatismos. Los primeros síntomas aparecen en la pubertad, y van empeorando poco a poco con la edad.
Ante cualquier tipo de hinchazón, edema o acúmulo de grasa, es fundamental una adecuada valoración y un diagnóstico médico preciso. “No todos los edemas son iguales, siendo necesario diferenciar los acúmulos de líquido linfático, de los de grasa o los edemas venosos”, explican los especialistas en Dermatología de Grupo Pedro Jaén.
Así evoluciona
Las células adiposas enfermas de piernas y brazos, van aumentando de tamaño dando lugar a una distribución específica de la grasa. La característica principal del lipedema es la desproporción entre piernas o brazos (con gran acúmulo de grasa) y el resto del cuerpo.
Poco a poco, este aumento de volumen de las células adiposas por depósito de grasa, conlleva un aumento de la presión en los tejidos, dando lugar al síntoma más importante del lipedema: el dolor. En fases iniciales puede ser muy sutil, si bien aumenta con la progresión de la enfermedad.
Este dolor en piernas o brazos puede estar presente en reposo y también aumentar al caminar. De hecho, a menudo, se incrementa con el ejercicio. Es muy frecuente, además, presentar dolor a la palpación, en especial en determinados lugares como la cara interna de las pantorrillas, y experimentar una sensación continua de pesadez en las piernas. Debido a la fragilidad capilar, es habitual encontrar una tendencia a la formación de hematomas en las piernas, en muchos casos sin recordar la paciente haber sufrido un traumatismo en dicha zona. Para detectarla es necesaria una consulta con un experto en lipedema que lleve a cabo una anamnesis detallada y un examen físico específico que confirme la patología.
La grasa duele y no se va con dieta
La causa del lipedema no radica en una mala alimentación y, por ello, las dietas y las curas de ayuno no lo solucionan. Las células adiposas afectadas por lipedema tienen una respuesta muy limitada a las dietas y a la realización de ejercicio físico aunque sea intenso.
El gran problema del lipedema es que no responde a los tratamientos dietéticos, actúa como una hucha donde puedes meter pero no sacar. La paciente prácticamente “vive a dieta” y ha realizado numerosos tipos de ejercicio físico con mínima respuesta en pérdida de volumen, lo que conduce a una frecuente sensación de frustración y desesperación.
No estamos gordas, no estamos deformes
"Los brazos que tengo son los de una señora de 150 kilos".
“Tengo piernas de vieja".
"Los médicos solo te dicen que adelgaces".
"Tenía que tomar pastillas para el dolor".
"No queremos ponernos pantalón corto porque la celulitis cubre cada poro de nuestra piel, pasamos mucho calor por las medias que estamos obligadas a llevar. Tenemos dolor, inflamación y no encontramos ropa que nos quede bien, todo queda ancho de cintura. Es un drama”.
Son solo algunos de los testimonios de las mujeres afectadas de Lipedema, recogido en este artículo de 20minutos, donde han contado las dificultades por las que tuvieron que pasar hasta obtener el diagnóstico, hasta 5 años de espera y 50 médicos diferentes.
“El manejo de esta enfermedad debe enfocarse como un problema médico y no como una condición puramente estética. El lipedema puede y debe tratarse efectivamente para liberar a la paciente de los síntomas y evitar la progresión. Es un deber de la comunidad médica conocer esta entidad clínica y ayudar a su difusión para evitar a las pacientes el sufrimiento que produce su desconocimiento”, explica el doctor Enrique Burgos de la Obra, cirujano especializado en lipedema en Lipemedical.
Por tanto, si hay sobrepeso y la obesidad deben tratarse de manera independiente, con consejos nutricionales y programas de ejercicio físico, retomando hábitos alimentarios saludables y tratando de alcanzar gradualmente el peso corporal idóneo.
Qué soluciones hay
No existen fármacos para esta patología, pero sí medios físicos (medias de compresión hechas a medida en ortopedias) y de electroterapia que pueden mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
En el caso de que haya aparecido el lipolinfedema, es probable que se requiera un drenaje linfático manual cada cierto tiempo para evitar la acumulación de líquido. Sin embargo, el tratamiento para el lipedema más definitivo es eliminar las células adiposas enfermas. Para ello, la técnica más avanzada y delicada con los tejidos es la liposucción WAL, que sólo debe ser realizada por profesionales con amplia experiencia en la misma.
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