¡Entrevista! Kimberly Dos Ramos: "Yo siempre he sido un poco piedra en el amor y Angelli me ha ablandado el corazón"

La actriz venezolana habla de cómo su personaje en la telenovela Vivir de amor le ha hecho ver la vida y hasta el amor "de una manera diferente"

Cada personaje que interpreta Kimberly Dos Ramos toca una fibra en ella de una manera diferente y Angelli Del Olmo, la protagonista de Vivir de amor, telenovela que Univision transmite de lunes a viernes a la 1 p. m., hora del Este, no ha sido la excepción.

"Hace mucho no me tocaba un personaje donde tenía ciertas similitudes conmigo", destaca la actriz de origen venezolano a People en Español. "Como he venido interpretando maldades obviamente tú tocas ciertos sentimientos que no te tocan con un personaje de buena. Entonces separar esa villanía y esa maldad y entrar en este lado de la nobleza ha sido muy lindo, me ha hecho crecer mucho como ser humano y me ha hecho crecer mucho actriz", confiesa.

La intérprete de 32 años, quien supera los 2 millones de seguidores en Instagram, reconoce que su participación en esta telenovela de TelevisaUnivision que protagoniza junto a su compatriota Emmanuel Palomares le ha hecho ver "un poco la vida diferente", incluso "el amor".

Pero, ¿cómo veía antes el amor y cómo lo ve ahora? "Yo siempre he sido una mujer muy reservada, introvertida, un poco piedra en este lado del amor, como que abrir mi corazón es como bien complicado o que alguien entre, por así decirlo. Y haciendo papeles de villanas es mucho más difícil todavía, estás en ese constante odio y rencor con la vida", se sincera.

"Ahora tocando este personaje tan noble y que tiene tanto amor para dar me ha ablandado el corazón", asevera la protagonista de Vivir de amor. "Me ha hecho sentir como más 'ok, ábrete al mundo Kimberly, conoce este bonito lado que hace mucho no veías'", agrega.

Kimberly venía de dos telenovelas consecutivas haciendo villanías: La desalmada y Vuelve a mí, por lo que con Angelli encontró un nuevo reto actoral en su carrera.

"Mis últimos proyectos han sido de villana, cosa que me encanta, me las disfruto un montón. Pero el hecho de que ahora pude tocar esa sensibilidad y esa bondad de una mujer me llenó de mucha emoción y por supuesto fue un reto actoral porque venir de una villana a pasar a una mujer buena sí es la otra cara de la moneda", comparte. "Pero hay algo que me caracteriza a mí Kimberly y es eso, siempre que termino un proyecto y escojo el siguiente me gusta que me saque de la zona de confort y que sea un personaje muy diferente a lo que he venido trabajando".

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"También son decisiones difíciles", apunta, "porque muchas veces llegan a la vida de uno proyectos muy buenos pero se parece a un personaje que ya interprete o no es una historia que me vaya sacar de la zona de confort. Entonces es un proceso de visión, de metas. Me gusta sentarme, pensar y tomar esa decisión de 'me gusta, no me gusta, me conviene, no me conviene, me hace crecer como actriz, no'. Y es un poco lo que he venido trabajando en mi carrera. En mi currículum pueden ver esa variedad de buena, de villana, de graciosa, de comedia…, un poco manejar todo para que el público lo disfrute y que siempre me vea de una manera diferente".