"Los enviados" cambia la imagen de las religiosas

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 7 (EL UNIVERSAL).- Si bien la serie "Los enviados" tiene como protagonistas a Luis Gerardo Méndez y Miguel Ángel Silvestre, fue este último quien reconoció que el personaje de Sor Emilia, interpretado por Assira Abbate, es el que mayor fuerza tiene y aplaudió que en la segunda temporada, que se estrena este jueves por Paramount+, tenga más protagonismo.

"En la primera temporada creo que Assira deja que una estrellita dé luz, por lo que el director (Juan José) Campanella dijo: 'esta chica tiene que ser la protagonista de la segunda temporada'. Ella equilibra al personaje de Luis y al mío, le pone ese punto de rock and roll a la historia, ¡qué bien lo hace!", declara el actor español Miguel Ángel Silvestre.

La actriz mexicana agradece el comentario y explica que más allá del reto de contar una nueva historia, ve ante ella la oportunidad de cambiar la imagen que la gente tiene de las religiosas: que el público vea que son mujeres muy inteligentes y capaces.

"Yo espero que sí lo logre, porque toda mi vida he ido a escuela de monjas, entonces tengo experiencia en el tema, claro que están las convencionales (devotas y sobrias) y otras muy divertidas que están ahí por verdadera vocación, que les gustaba, incluso algunas eran muy rebeldes; para mí esa fue una época increíble. Por eso creo que es muy necesario cambiar la imagen de las religiosas, porque no precisamente tienen que ser personas serias, cuadradas o aburridas", indica.

Assira explica que en esta nueva entrega, que aborda más el género de thriller que el tema paranormal, se sabrá más sobre su personaje, el cual tiene su origen en una familia de la mafia italiana, y el caso que ahora deberá investigar con los padres Pedro y Simón, el cual la enfrentará con un pasado doloroso.

En esta ocasión, Campanella, director ganador del Oscar, vuelve a reunir a sus protagonistas Luis Gerardo como el padre Pedro, a Miguel Ángel como el padre Simón, y a Assira como Sor Emilia, en la región de Galicia, España, lugar donde deberán investigar a las últimas tres monjas de una orden que han sido testigos de un supuesto milagro, pero se enfrentarán a algo mucho más terrenal...

"La primera temporada tenía que ver más con los exorcismos y lo paranormal, pero esta vez es más Campanella, hay ese tono de misterio y humor que nos fascina de él, cuando leí el guión se me antojaba más que la historia anterior, considero que es una temporada que se siente mucho más grande", explica Luis Gerardo Méndez.

Miguel Ángel aplaude de esta nueva temporada el hecho de que el director supiera manejar historias de conspiraciones como ésta, cuyo deseo de saber si lo que les están contando es verdad, resulta fundamental para el público.

"Detrás de un milagro siempre hay mucho movimiento económico; por ejemplo, cuando un pueblo testifica que han visto a la Virgen, muchas personas van a peregrinar y a conocer el pueblo, terminan beneficiándose de esto; a esto juega Juan José Campanella todo el rato", explica Silvestre.

"Por lo tanto, te hace dudar de si hay realmente un milagro o es una farsa, o si los asesinatos son para proteger algo sagrado o para proteger una conspiración, esto funciona para el suspenso y mantiene un pulso constante", agrega.

Luis Gerardo considera que también se hace una crítica interesante al fanatismo y a lo que puede llevar a hacer a las personas, sin dejar de lado la luz que tiene la esperanza de que en la vida suceden cosas que la razón y la lógica no pueden explicar.