Ernesto Gutiérrez, Román y Galván triunfan en Manizales
Manizales (Colombia), 6 ene (EFE).- 'Cadenero', un extraordinario toro de Ernesto Gutiérrez Arango, salvó este lunes una tarde, la segunda de abono de la Feria de Manizales, condenada al fracaso.
El toro se hizo a todos los trofeos, tras ganarse el indulto y dar lugar, además, al triunfo de su lidiador, el español Román.
De salida, el de Ernesto Gutiérrez género un cambio frente a los cuatro turnos anteriores, no sólo por la seriedad del invitado sino por su comportamiento en el capote de Román, aparte de la bravura con que se empleó frente al picador de turno, Luis Viloria.
Ya en la muleta del valenciano, el toro soltó todo lo bueno que tenía por dentro, con Román a la altura de las exigencias de un animal que tuvo recorrido y metió la cara hasta arar con ella el ruedo gris de esta plaza. Así, 'Cadenero', número 197, se ganó el indulto. Dos orejas simbólicas para Román.
La tarde comenzó con protestas por la pobre presentación del primero de la tarde, David Galván se puso, sin dificultades, al mando de la nave.
El noblote de Dosgutiérrez aceptó las condiciones y fue tras los engaños casi que con sumisión, sin humillar. Dos orejas, larga la segunda, y escritura de la puerta grande.
El segundo también fue escaso de trapío. Tanto, que Román lo dejó crudo en el caballo para disponer de él en los tiempos y los espacios apropiados para sacarle algún provecho, casi siempre en corto. Con las tandas sobre ambas manos, creció el buen ambiente. La espada dijo no y el asunto se saldó en palmas tras aviso.
El tercero, para Juan Sebastián Hernández, mantuvo la tónica de escaseces, aunque empujó en el caballo. En banderillas, el toro arrolló al subalterno Ricardo Santana e hizo que se golpeara contra el costado del burladero de matadores.
Pasó a la enfermería y, luego, fue trasladado a un centro clínico. A partir de ahí, el de Dosgutiérrez se estacionó para brindar nada más que peligro excesivo. Hernández lo despachó pronto, no sin antes pasar sustos. Pitos al toro.
El cuarto tuvo más carnes y, también, más sentido que sus hermanos, como lo pudo comprobar David Galván. Problema que el toro desarrolló a medida que transcurrió la lidia. El torero español lo cazó, primero con la espada y, enseguida, con el descabello. Palmas al torero y pitos al toro.
El sexto fue otro sin cara y sin rumbo. Juan Sebastián Hernández padeció con él, antes de verlo doblar, luego de escuchar dos avisos.
Ficha de la corrida
Un toro de Ernesto Gutiérrez Arango, de impecable presentación, bravo y encastado, de nombre 'Cadenero', número 197, indultado. Cinco toros de Dosgutiérrez, mal presentados y de muy escasas posibilidades.
David Galván, obispo y oro: dos orejas y palmas.
Román, sangre de toro y oro: palmas tras aviso y dos orejas simbólicas.
Juan Sebastián Hernández, blanco y oro: palmas tras aviso y palmas luego de dos avisos.
(c) Agencia EFE