Ernie Hudson, de visita en Buenos Aires: “Las películas de Los cazafantasmas unen a las familias y cruzan generaciones”
Con más de cinco décadas de trayectoria en la industria cinematográfica, Ernie Hudson está entusiasmado por conocer cada rincón de Buenos Aires, en su primera visita a la Argentina. En el salón VIP de la Comic Con en Costa Salguero, donde es el invitado de honor de esta nueva edición, el actor estadounidense recibe a LA NACION junto con su mujer Linda, de quien no se separa ni por un segundo. Cordial y sonriente, saluda a todos los presentes, agradece los elogios, pide permiso para sentarse y empieza a charlar antes de la primera pregunta. Su mujer casi imperceptible lo mira parada desde un costado. Habla sobre sus orígenes, su trayectoria y su pasión por el trabajo filantrópico, y tras haber padecido cáncer en dos oportunidades dice.: “No sé qué vendrá después; solo quiero poder disfrutar”.
Con una vasta trayectoria en Hollywood, el actor de 78 años tuvo su debut el cine con la película Leadbelly. En 1984 interpretó su rol más icónico al darle vida a Winston Zeddemore en la saga de Ghostbusters. Si bien no es considerado un superhéroe en el sentido tradicional de los cómics de Marvel o DC, su personaje se convirtió en un héroe que trascendió la pantalla grande y continúa vigente con la última secuela: Ghostbusters: apocalipsis fantasma (2024). Entre sus actuaciones más destacadas se encuentran: The Crow (1994), el film cuyo protagonista Brandon Lee murió fatídicamente durante el rodaje y Miss Simpatía (2000) donde acompañó a Sandra Bullock, una agente del FBI que se inscribe en un concurso de belleza para investigar un crimen. Su recorrido también incluye exitosas series de TV, como Oz, donde interpretó al director de la prisión Warden Leo Glynn, y más recientemente se puso en la piel de Jacob, el novio de Lily Tomlin, en Grace and Frankie.
–Llevás 50 años en la industria del cine, ¿qué te inspiró a convertirte en actor?
–Nací y crecí en una ciudad muy pobre, en las afueras de Detroit, y nunca había conocido a nadie del mundo del entretenimiento. Pero una vez que entré a la universidad pude descubrir el teatro. Y una vez que lo descubrí, supe que ese era mi hogar y que iba a hacer todo lo que estaba a mi alcance para ganarme la vida actuando. Antes de eso, no tuve ningún trabajo para el que fuera realmente bueno.
–¿Qué estudiaste en la universidad?
– Estudié principalmente escritura y teatro. Primero la Universidad de Wayne en Detroit, y después en la Escuela de Drama de Yale. En ambas universidades obtuve becas. Incluso si mantenía buenas calificaciones no solo obtenía una beca completa, sino que me pagaban por hacer lo que más me gustaba, y eso hice . Una vez que descubrí la actuación, eso fue todo lo que me importó. En ese momento estaba casado con mi primera esposa y teníamos dos hijos pequeños asique tuve que estudiar, trabajar y cuidar de mi familia. Recién en 1966 logré ganarme la vida actuando. Hacía varias cosas en simultáneo: teatro, televisión local y pequeñas películas. Eso me daba el suficiente dinero para pagar las cuentas.
–¿Cuándo fue tu salto a la fama?
– En 1973 hice una película Lead Belly, basada en el cantante de blues Lead Belly, dirigida por Gordon Parks, el director de Shaft. Fue la primera vez que sentí ‘soy actor’. Antes me ganaba la vida sobre el escenario haciendo obras de teatro. Me encanta el teatro, pero no paga suficiente dinero: si para pagar las cuentas, pero no lo suficiente para crecer y salir adelante. Las películas me abrieron el mundo a nivel nacional mientras que el teatro era local, si no veías la obra te perdías la actuación.
–Y después llegó Ghostbusters que se convirtió en un fenómeno cultural, ¿cómo fue tu experiencia en los diferentes films?
–Es tan especial para mí como para todos los que participamos. Ghostbusters (Los cazafantasmas) une a las familias y cruza generaciones de una manera que muy pocas películas logran. Para mucha gente es la primera película que vieron con sus padres en los 80 y ahora la ven con sus propios hijos. A mí me pasa a nivel personal, la pude compartir con mi esposa, mis hijos, mis nietos y ahora con mis bisnietos. Tengo cuatro hijos, cinco nietos y tres bisnietos. Soy un bendecido de poder compartir con ellos. En cambio, hice otros films que no atraen a un público de todas las edades. Ghostbusters es para todos.
–Aparte de la actuación, hacés un gran trabajo filantrópico…
–No tanto como debería o quisiera hacer. Pero la situación de la gente sin hogar es un gran problema en los Estados Unidos. Soy parte de una asociación en Los Ángeles, Union Rescue Mission, que ayuda a las familias que están viviendo en las calles. Tenemos Boys and Girls Clubs, que da tutoría a los niños pequeños. El mes que viene voy a estar en mi ciudad natal, Benton Harbor, en Michigan, porque van a cambiar el nombre de la calle donde crecí, por Ernie Hudson Street. Es un lugar muy humilde y me pone muy orgulloso. No tanto por mí, sino por todas las personas que caminen por esa calle y se puedan inspirar y ver cómo se puede salir de la pobreza, crecer y educarse, trabajando.
–Es tu primera vez en Argentina. Aquí son tiempos complejos a nivel socioeconómico. ¿Conoces la situación actual y al presidente Milei?
–Es mi primera vez aquí y la verdad es que no sabía esto hasta que llegué. Me sorprendió la tasa de cambio del dólar. No tenía idea y eso es mi culpa. Del presidente algo escuché, pero no para opinar. Solo espero que puedan salir adelante y vengan tiempos mejores. Todos los que he conocido desde que llegué parecen muy amables.
– La presentadora Jennifer Hudson te llamó ‘el hombre más sexy del mundo’, luego de verte en camiseta, ¿cómo recibiste el cumplido?
–Fue muy amable de su parte decir eso. Ella también me dijo alguna vez que soy su padre divertido porque compartimos apellido. Es muy halagador para un hombre de mi edad que digan eso. Me estoy acercando a los 80 años, entonces intentás mantenerte en forma, siempre dentro del sentido común. Hago ejercicio aunque no tanto, pero sí suficiente supongo. Tenemos un ideal de lo que nos gustaría hacer, siempre digo ‘hago 100 flexiones al día’, pero no lo hago, solo planeo hacerlo. Hago todo lo que puedo e intento hacerlo un poco mejor hoy que ayer. Superé dos veces el cáncer: de próstata en 1998 y de colon en 2011. Eso cambió mi conciencia de cómo vivimos, y entendí que la vida no es un viaje para siempre. La mayoría de las personas con las que crecí se han ido y sé que también llegará mi momento. Ese es el ciclo natural de la vida. Pero mientras estemos aquí, debemos tratar de hacer del mundo un lugar mejor, y eso comienza con hacernos a nosotros mismos un poco mejores.
–Hablando de los ciclos de la vida, ¿cuáles son tus planes a futuro?
–En este momento estoy un poco de retiro. Cada vez que no estoy trabajando, me gusta salir al mundo y tener trato directo con la gente: saber sus intereses, hablar de películas, conocer sus historias y sus opiniones. Porque a veces Hollywood te aleja de lo real. En cambio, cuando uno sale y escucha, la experiencia es mucho más inspiradora. Estoy haciendo The Family Business en Netflix, llevamos cinco temporadas. Pero ahora mismo estoy buscando proyectos que me hagan sentir bien y no sólo sean para trabajar. Quiero poder decir ‘esto es maravilloso’. Porque soy actor, y cuando sale una película, tengo que promocionarla aunque no esté contento con el resultado final. Ahora quiero elegir y poder respaldar el trabajo que hago. Afortunadamente ya no necesito trabajar como cuando estaba criando a mis hijos.
–¿En qué momento sentís que pudiste empezar a elegir?
–Durante la pandemia perdí 11 amigos. Hasta ese momento trabajaba mucho y después de eso tuve que sentarme y evaluar todo. Con mi mujer estábamos pasando un mal momento de pareja y pensé: ‘No sé qué vendrá después solo quiero poder disfrutar el tiempo con mi esposa’. Estamos juntos hace 48 años y llevamos 39 casados, ella es mi segunda mujer. Aunque prometí no volver a casarme luego de mi primer divorcio, aquí estoy. Creo que encontrar a alguien con quien pasar la vida es fenomenal. Eso me lo enseñó mi amigo Harold Ramis [del elenco de Ghostbusters]. Su novia no era del tipo de Hollywood, se casaron y son felices. A medida que pasa la vida te das cuenta de que hay personas que están destinadas a estar en tu vida y no necesariamente se ven como uno cree que deberían verse. Yo elegí y ahora es momento de disfrutar, porque no somos eternos.