Sí, puede que estos errores te estén impidiendo conseguir tu objetivo de tener un vientre plano
Es el objetivo primordial para muchas mujeres, a las que les gustaría presumir de un vientre plano y, sobre todo, bien tonificado. Más aún en estos días de verano, en los que la ropa ligera y los bikinis cobran protagonismo, dejando nuestra zona abdominal a la vista. Pero hay, sin duda, errores que cometemos, que nos impiden conseguir nuestro ansiado objetivo. ¿Cuáles son? Es importante saber detectarlos para poder poner remedio.
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Hacer solo dieta y dejar de lado el ejercicio
Es uno de los errores más destacables. El doctor Domingo Carrera, médico especialista en Nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, apunta que para conseguir un vientre plano son necesarias las dos cosas: dieta y ejercicio físico. “No existe una dieta que permita perder solo grasa del abdomen, sino que se pierde grasa en todo el cuerpo. Además, depende de cada persona que se pierda más grasa del abdomen o de otras partes del cuerpo. Para conseguir perder grasa del abdomen hay que acompañar la dieta con ejercicio físico específico para el abdomen”, nos detalla.
Comer menos, ¿sí o no?
En opinión de Sara Álvarez, fundadora y CEO de Reto 48, "el error más frecuente es pensar que hay que comer menos o menos veces al día, puesto que esto, en muchas ocasiones lo que genera es hinchazón porque al ser tantas horas sin comer, los movimientos propios del intestino llegan a generar gases”. Nos dice, que, además, “si comemos pocas veces al día, en el momento que se come, siempre se va a comer más cantidad de comida, lo cual hará que se hinche más, por lo que poquita cantidad muchas veces al día suele ser la mejor opción para que el estómago no se inflame mucho”.
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Los problemas de comer rápido
Tal y como cuenta, además, la experta, comer rápido es otro de los errores. “Se ha visto que masticar al menos entre 20-30 veces cada bocado es una gran ayuda para evitar la inflamación. Esto hará que tragues menos aire y por tanto tengas menos hinchazón”, nos dice Álvarez.
¿Influye la genética?
No podemos olvidar, por otro lado, que el vientre plano, como nos cuenta Sara Álvarez, también es en gran parte una condición genética, puesto que hay gente que tratará de lograrlo y no lo conseguirá, aunque obviamente sin una buena alimentación y una vida activa, por mucha genética, tampoco se conseguirá.
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¿Qué conviene hacer?
Lo más recomendable es llevar una dieta equilibrada y adecuada a la vida y a la actividad física de la persona, con las verduras y las frutas como base principal de la alimentación. “Es importante tener claro que el cuerpo a medida que va pasando el día se va hinchando, debido a que durante la noche se ‘resetea’ y durante el día tiene que funcionar para obtener energía y hacer las funciones vitales del propio cuerpo”, comenta la experta de Reto 48.
Hay que detectar cuál es el problema
En todos los casos de vientre hinchado es fundamental cuidar la alimentación, algo que no siempre tenemos en cuenta. “Mientras que en un caso de acúmulo graso podemos trabajar con aparatología focalizada en la zona y acompañar con una alimentación equilibrada encontrando así un resultado óptimo, en casos de grasa visceral es necesario el ejercicio físico (que por supuesto en todos los casos es recomendable) y un control más concreto de la alimentación pautado y seguido por un profesional. En estos casos, los tratamientos en cabina se enfocan más en la estimulación del sistema circulatorio y linfático, ya que al ser grasa posicionada a nivel interno los tratamientos reductores localizados no son tan efectivos. Mientras, en casos de retención de líquidos, es necesario tratar de manera continuada, en estos casos son recomendables los masajes manuales, drenajes, actividad física diaria (caminar, por ejemplo), beber agua y apoyar con alimentación adecuada y nutricosmética, optar por infusiones drenantes, etc”, nos cuenta Eva Saralegui, especialista de de The Beauty Concept.
¿Y si el problema es la inflamación?
En casos de inflamación, Eva Saralegui apunta que es necesario eliminar de nuestra dieta alimentos que pueden provocarla, como son carbohidratos refinados, fritos, bebidas azucaradas, bollería industrial, refrescos, alcohol… “Por supuesto, lo primero es descartar posibles intolerancias que pueden ser motivo de inflamación, cuando no hay un motivo concreto como el gluten por ejemplo, lo ideal es eliminar o reducir al máximo la ingesta de este tipo de productos. En estos casos la alimentación es si cabe más importante, ya que es el motivo principal del problema, pero el apoyo de ciertos masajes manuales puede ayudar a desinflamar, la nutricosmética puede ser también de gran ayuda”, concluye.