Es tiempo de barbacoas y así se hace la mejor del mundo

El verano es tiempo de bicicletas, bikinis y… ¡barbacoas! Es el momento en el que el tiempo ofrece las condiciones óptimas para ponernos un delantal, hacernos con la mejor carne posible y prepararla al aire libre entre amigos y cervezas heladas. Bien, suponemos que con esta breve descripción habremos despertado en vosotros el deseo de preparar una barbacoa de leyenda. Pues aunque no lo creais, no se trata únicamente de poner trozos de carne en la parrilla: hay una serie de reglas que harán que harán que os convirtáis en el rey de la barbacoa. Hemos hablado con Grupo Norteños, referente cárnico a nivel nacional e internacional, y estos son los consejos que nos han dado para manejar adecuadamente un buen rack de cordero, una hamburguesa de wagyu o una buena presa de cerdo ibérico. ¡Empezamos!

(Foto: Pixabay)
(Foto: Pixabay)

Una carne fría es el mayor enemigo de una buena barbacoa. Para conseguir un resultado óptimo en texturas, sabores y aromas, hay que mantener la carne fuera de la nevera unas 2 o 3 horas antes de cocinarla.

Una parrilla a medio gas dejará la carne a medio cocinar o la hará muy lentamente, lo que no nos interesa. Por eso, hay que asegurarse de que la parrilla está muy caliente antes de poner la carne.

¿Hay llama aún en las brasas? Pues no empieces aún a cocinar. Debes esperar a que ésta desaparezca y las brasas estén blanquecinas. Ese es el momento de poner encima los trozacos de carne.

Utiliza sal gorda. Aunque parezca una elección caprichosa, tiene un porqué: las brasas durarán más tiempo y provocarán menos humo que si empleas sal fina. No se trata solamente de una razón ‘foodie’.

(Foto: Max Pixel)
(Foto: Max Pixel)

Uno de los momentos claves es cuándo añadir la sal. En Grupo Norteños recomiendan hacerlo en la segunda vuelta que le demos a cada pieza o justo antes de retirar la carne. Ambas opciones son válidas.

Ojo con las piezas de tamaño más grande. Conviene separarlas de las brasas para que se hagan a fuego lento y evitar que se quemen por fuera y queden crudas por dentro, algo que puede arruinar un producto de 10.

Dar un toque especial a la carne añadiendo a las brasas tomillo, romero, salvia o hinojo es como ponerle la guinda a un pastel. En este apartado, cada maestro parrillero tiene su propia receta.

Aunque tengamos la tentación de hacerlo, no se deben pinchar alimentos como los chorizos, salchichas, morcillas, etc., ya que lo único que estaremos consiguiendo es que pierdan el jugo y se queden más secos.

Si tenemos pensado hacer costillas, hay que hervirlas durante una hora previamente. Después de secarlas bien, es una gran idea untarlas con salsa barbacoa para que tengan un toque jugoso extra.

En el caso de las brochetas de carne es conveniente no untarlas en aceite o mantequilla, sino en salsa de tomate, mostaza o hierbas aromáticas, porque formarán una costra sabrosa y conservarán todo su sabor.