"Escuchar profundamente", la máxima de Helado Negro con 'Phasor', su nuevo disco bilingüe

Nueva York, 9 feb (EFE).- "Escuchar profundamente" es el concepto que ha guiado al artista estadounidense de raíces ecuatorianas Roberto Carlos Lange, más conocido como Helado Negro, en la creación de su nuevo disco, Phasor, una cálida meditación sonora en inglés y español que se publica hoy y que el cantante llevará a los escenarios de EE.UU. y Europa este año.

La idea de escuchar profundamente, o 'deep listening', que fue desarrollada en la década de los ochenta por la compositora estadounidense Pauline Oliveros, "es algo que puedes practicar en tu vida" como una manera de conectar "con las cosas pequeñas que están alrededor de ti", cuenta Lange a EFE en una entrevista.

El cantante ha vuelto a Nueva York, donde vivió durante más de una década, para presentar su nuevo trabajo, que como sus discos anteriores pasa indistintamente del inglés al español, recreando el ambiente bilingüe en que él se crio, en el sur de Florida.

En un sótano plagado de parafernalia en el club Baker Falls del barrio del East Village, donde Helado Negro dará un concierto pocas horas después, Lange explora las ideas y métodos que han dado luz a Phasor, una colección de canciones donde el detalle es la forma y las fantasías de su cabeza se ven ancladas por los ritmos electrónicos del sintetizador.

Encuentros imaginados

Un ejemplo de estas fantasías es LFO, la primera canción del disco, que imagina un encuentro (metafórico) entre Pauline Oliveros y Lupe López, una mujer de origen mexicano que fabricaba amplificadores de la marca Fender en la década de los cincuenta y los marcaba con su propia firma, pegada al interior.

Lange descubrió que existe todo un grupo de seguidores de los amplificadores de Lupe, que al parecer tienen un sonido único, y se obsesionó con esa idea de que "la gente 'escuchaba profundamente' lo que ella hacía" con su trabajo. De ahí el título de la canción, LFO, o Lupe Finds Oliveros (Lupe encuentra a Oliveros).

El tema destaca también por la urgencia, casi estridente, de la percusión y los sintetizadores que lo impulsan, aunque todavía se intuye la calidez que suele caracterizar la música de Helado Negro, en el trino de los pájaros que de pronto sustituyen a la cacofonía de sonidos electrónicos y se transforman en algo que casi parecen violines afinando.

El experimento, con todo, no alcanza a definir al disco, que sigue marcado por los suaves ritmos sincopados y la voz melosa del cantante, y ahora también, explica, por la paciencia que le ha dado su nueva residencia en Asheville (Carolina del Norte), lejos del bullicio y las expectativas de la Gran Manzana.

Crear sin urgencia

En Nueva York "siempre había este estrés detrás de todo, una presión de hacer cosas rápidamente", mientras que en Asheville, cerca de las famosas montañas de Blue Ridge, "no tenía ese estrés de la urgencia, o de pensar que tenía que terminar algo inmediatamente", confiesa el artista.

Esa paciencia, ese recrearse en los detalles y las texturas, resuena en baladas como Flores, inspirada en la mica y los arándanos de las montañas de Asheville, y en la que Lange susurra frases como "descansaré mi voz en tus brazos", o en I Just Want To Wake Up With You, sobre la felicidad de la vida doméstica.

En ocasiones, los sintetizadores sugieren caminos menos apacibles, casi sombríos, como en Wish You Could Be Here, marcada por un insistente retumbar de los bajos.

El artista no cierra la puerta a explorar sonidos menos melódicos en el futuro, tal vez en colaboración con otros músicos, pero avisa de que su proceso no es tan planeado, sino que, por lo general, busca lo que surge.

Así, su principal desafío en este caso fue encontrar un punto en que el disco estuviera terminado. "En eso me siento orgulloso, saber cuándo parar y saber alejarme, y saber que me puedo mudar a otro proyecto, porque eso es difícil para bastante gente", explica.

El cantante se embarcará ahora en un tour por Estados Unidos y Europa para promocionar Phasor que lo llevará a países como Letonia o Dinamarca, donde nunca antes ha tocado, antes de pasar por el histórico club Webster Hall de Nueva York, en abril.

(c) Agencia EFE