Yahoo Estilo Esmeralda Pimentel repara su corazón buscando trabajo fuera de México y alejada de las telenovelas
Es uno de los rostros más bellos que han pasado por las pantallas mexicanas de televisión y cine mexicanos en los últimos años, aunque Esmeralda Pimentel es mucho más que eso: se trata de una intérprete virtuosa en todas las manifestaciones del arte y su talento ha llamado la atención incluso más allá de las fronteras.
Hace unos meses, Esmeralda explicó que ya no tenía intenciones de volver a los melodramas que fue el género en el que se hiciera famosa, porque ya no se sentía feliz trabajando en ellas: "siento que empecé a entrar en este camino en el que ya ni siquiera decides, ya es como de ‘oye te quiero en esto, te quiero en lo otro’ y empiezas a entrar como en una corriente, en la que yo dejé de cuestionarme las cosas o el para qué o el por qué" — y que prefería enfocarse en proyectos teatrales o cinematográficos que la retaran más.
Ahora, Esmeralda está más enfocada en explorar oportunidades en el extranjero, después de una exitosa intervención en la teleserie de Amazon Prime 'The Good Doctor'.
La ojiverde confirmó que será la protagonista de la nueva serie española "Montecristo", junto a William Levy, que llegará a la pantalla chica en el segundo semestre del 2022. "España es un país al que le tengo mucho agradecimiento y mucho amor y del que jamás creí que me iban a abrir las puertas, ya este va a ser el tercer proyecto y el más largo, el más complejo, con un personaje protagónico", expresó.
No obstante, no se descarta que un futuro intente abrirse camino en EEUU como han hecho otras actrices de su generación como Melissa Barrera, Eiza González o Adria Arjona, siguiendo la tradicional huella de figuras como Lupe Vélez, Dolores del Río, Katy Jurado o Salma Hayek, que se lanzaron a ese mercado obteniendo lugares importantes en la industria del cine y la televisión.
Este paso viene a ser una ocasión de renovarse para la actriz, en el que es un período complejo de su vida personal. Recientemente trascendió que su relación con Osvaldo Benavides (aunque no fue oficializada por ningún comunicado, en sus redes sociales había una confirmación tácita en cada publicación que hacían) terminó abruptamente y ella dejó la casa que compartían en el "pueblo mágico" de Tepotzotlán para volver a sentar base en Ciudad de México y viajar a Los Ángeles para estar presente en sesiones de casting con miras a la temporada de pilotos para la próxima temporada de TV.
(Al respecto de la ruptura no se sabe más, y hacer afirmaciones acerca de Benavides y cualquier presunta nueva relación que tenga es entrar al terreno de la especulación; si usted buscaba chisme, no es aquí.)
"Yo estaba muy clara que no quería seguir contando esas historias, sentía que me estaba llenando de vicios. Obviamente hacer telenovelas es dejar tu vida entera ahí, ya no tenía tiempo de leer, de ir al teatro, de ver cine (...) Todo era trabajar, trabajar, trabajar y, cuando lo dejé, fui muy feliz", confiesa Esmeralda, quien alejada de las telenovelas encontró la dicha profesional.
Ahora será en la búsqueda de nuevos personajes en nuevos panoramas que tal vez pueda, también, encontrar no solo la realización como actriz —que merece sin lugar a dudas— sino también la paz personal que necesita, apartada de las habladurías y publicaciones amarillistas, que deberían darle el espacio que todo aquél necesita cuando experimenta una separación, algo que al ser figura pública siempre es más difícil, aunque el tezón de Esmeralda siempre ha dejado fruto.
