Hábitos que pueden afectar tu salud íntima, aunque creas que son beneficiosos
Se entiende que el apuro de la cotidianidad y los muchos quehaceres diarios no nos permitan dedicarnos minuciosamente a acicalarnos. Usar productos específicos para ciertas zonas de nuestro cuerpo suena a un lujo de quienes tienen tiempo disponible. Pero ese tiempo que se invierte en cuidarnos adecuadamente, se retribuye en una mejor salud integral, y menos visitas a especialistas.
Es así como es necesario dejar de usar jabón común para tu zona íntima, así de simple, y este es solo un ejemplo de los muchos errores que podemos cometer con nuestra higiene personal y esta zona, específicamente, agradecerá todas las atenciones que le presentes.
Infecciones y picazón son algunas de las consecuencias que tiene el usar productos que en lugar de ayudar, dañan la flora bacteriana natural de la vagina. Muchas mujeres, por temor a oler, se someten a tratamientos absurdos que lejos de mejorarlas, pueden ocasionar daño a nuestra salud.
Incluso algunos médicos hacen en sus redes sugerencias insólitas, como la polémica del agua con enjuague bucal del 2020, en la que un cirujano se viralizó recomendando la mezcla para lavar la vagina; o el tan difundido tratamiento de yogur para la candidiasis. No. Lo que funciona es, en primer lugar, entender qué es normal y qué no en nuestro cuerpo, y en caso de molestias, ir a un especialista que haga el diagnóstico correcto.
“Muchas mujeres cometen locuras con distintos fines, sobre todo, esconder el olor natural de la vagina. Muchas creen que la vagina debe oler a flores, relacionan el olor natural con mala higiene y es cuando vemos que se usan productos inadecuados que pueden alterar la microbiota de la vagina”, así lo afirma la doctora Sofía Herrera, médico ginecólogo, co-fundadora de la plataforma Tu Salud Íntima y agrega que, a veces, el sentido común es el menos común. Si existen productos están diseñados específicamente para la zona íntima, por qué recurrir a otros recursos que pueden perjudicarnos.
La obsesión que debemos superar
Mantener la vagina extra limpia es una de las obsesiones femeninas más comunes y esto hace que exageremos con productos inadecuados. "Recibo muchos comentarios en redes sociales de mujeres comentando con entusiasmo que usan algo llamado jabón de cuaba para prevenir infecciones, después de tener relaciones y mantenerse limpias cotidianamente haciéndose lavados internos y externos. Este producto es sumamente astringente y abrasivo, porque es para lavar ropa, con lo cual deshidrata la piel. Esto es una absoluta locura”, dice Herrera.
La higiene frecuente, como después de la actividad sexual es fundamental, pero este lavado debe ser siempre externo con un producto adecuado y agua. “Productos diseñados para esta zona son los adecuados porque además de tener el pH balanceado, contienen sustancias como ácido láctico y ácido hialurónico que hidratan, previenen infecciones y suavizan la piel”.
Además, la piel de la zona íntima es delicada, con lo cual frotarla y secarla enérgicamente, también puede resultar muy agresivo. Es ideal hacerlo suavemente con la mano y enjuagar.
Asimismo, las duchas vaginales pueden causar varios trastornos, desde alterar el olor de nuestra orina, hasta hacernos más propensas a contraer infecciones incluso de transmisión sexual, según un informe publicado por la Oficina de Salud de la Mujer de Estados Unidos que refiere que, aunque los médicos no las recomiendan una de cada cinco mujeres entre 15 y 44 años las utilizan.
Incluso los lavados caseros, como los que se hacen con agua y alumbre con el fin de estrechar el canal vaginal son peligrosos. “Esto lo que hace en realidad es deshidratar el tejido, lo cual puede ocasionar heridas que se convierten en canales de infección. Se puede romper el tejido, más si se hace con frecuencia”, dice Herrera.
Perfumar para esconder el olor natural es otro de los errores frecuentes que se cometen con la higiene femenina. El talco, las lociones y los perfumes son contraproducentes para la salud de la zona íntima porque se altera el pH de la zona. “Debemos evitar introducir óvulos, perfumes o cualquier sustancia que altere la microbiota”. Si hay desajustes, es el especialista quien debe recomendar el producto ideal para reestablecer el ambiente natural de la mucosa vaginal”.
Por último, otro error común es someternos a depilaciones agresivas, que pueden oscurecer la piel y hacer más flácidos los labios externos de la vulva. Del mismo modo, puede ser negativo el afeitado o rasurado con hojillas que no son nuevas. Esto puede irritar la piel y ocasionar pequeñas heridas que se conviertan también en canales de infección.
La doctora Herrera acentúa que la vagina es autolimpiante y hace el trabajo higiénico a través del flujo, el cual es uno de los muchos mecanismos de protección que tenemos en esta zona. No lo alteremos y recurramos al médico si tenemos dudas acerca de la salud de nuestro cuerpo.