Las espectaculares imágenes de la princesa Leonor subiendo a uno de los palos del 'Juan Sebastián de Elcano'
Las primeras 24 horas de la princesa Leonor en el Juan Sebastián de Elcano han sido intensas. A las 16:00 horas del miércoles llegó al puerto de Cádiz para incorporarse a este buque escuela en el que pasará los próximos seis meses y desde entonces su actividad no ha cesado. En esta jornada ha comenzado la ambientación y el adiestramiento para familiarizarse con el que será su hogar y prepararse para la expedición, que recorrerá 18.000 millas náuticas. Ha estado acompañada en todo momento de sus compañeros, 75 guardamarinas de primero con los que también ha disfrutado de un plan de ocio por la ciudad andaluza.
Como guardiamarina de primero, durante su primer día en esta embarcación por la que también pasaron Juan Carlos I y el rey Felipe VI, la princesa de Asturias ha participado en varias actividades de instrucción marinera y maniobra. La más llamativa ha sido la subida a uno de los palos del buque escuela, un ascenso que se ha producido por una escala del trinquete, en todo momento con los arneses de seguridad puestos. Una vez alcanzada 'la cima', es decir, el punto más alto, ha descendido por el otro extremo. Mientras la heredera al trono subía, sus compañeros, todos pertenecientes a la 427º promoción del Cuerpo General y 157º de Infantería de Marina, bajaban, y viceversa. También el jefe el Estado hizo en su primer día en Elcano.
En su primera toma de contacto con el buque, el grupo de guardiamarinas al completo ya pudo comprobar la impresionante altitud de los palos del velero, que miden 48,75 metros. Se trata de una altura muy impactante, comparable a un edificio de 20 pisos. Es también lo que mide, por ejemplo, el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), país que precisamente visitarán con este crucero de instrucción. Leonor de Borbón y sus compañeros sabían que, al menos una vez en su travesía, deberían subirse trepando por las cuerdas a estos palos. Un ejercicio que ha llegado en plena cuenta atrás para comenzar la travesía, jornadas previas en las que se están familiarizando con el barco y conociendo cómo serán a partir del sábado sus rutinas.
Hace dos años se renovó el palo mesana, el más cercano a la popa y que hace de tubo de escape. En 2023 se cambió el trinquete, el más cercano a la proa. Además, se ha hecho una puesta a punto de los generadores y del motor principal de la nave y, por supuesto, la revisión de las balsas, botes y chalecos salvavidas, así como el lijado, barnizado de las cubiertas y pintado del casco para que Elcano luzca en perfecto estado de revista en cada una de sus paradas.
Aprovechando el descanso que tienen a mediodía, la princesa Leonor y algunos de sus compañeros han salido a comer por el puerto de Cádiz. Todos con el uniforme de guardiamarina, han elegido un local cercano al muelle, al que han llegado sobre las 13:00 horas y donde han coincidido con los familiares de algunos guardiamarinas, a los que la heredera al trono ha saludado muy cariñosa con dos besos antes. El restaurante en el que han estado se llama Café & Bar Muelle Uno, que tiene una agradable terraza que estaba llena por las agradables temperaturas de la ciudad. "Estoy muy contenta de estar en Cádiz", ha dicho en esta breve salida la Princesa.
El viernes volveremos a ver a la tripulación por las calles de Cádiz, y es que visitarán el Ayuntamiento de la ciudad y la Escuela de Suboficiales de la Armada de San Fernando. Según La Armada, va a ser "una experiencia profesional y personal que ni las damas y caballeros alumnos, ni la propia dotación, olvidarán nunca. Además, la mañana del sábado, antes de partir, acudirán a la iglesia de Santo Domingo para visitar a Nuestra Señora del Rosario, también conocida como La Galeona. Es tradición desde 1986 que esta imagen abandone al altar para subir al buque y tener su protección durante su largo periplo. Cuando regresen al puerto andaluz en julio, la Virgen regresará a su lugar habitual en la iglesia.
Así será la rutina en el buque escuela
La rutina en Elcano estará marcada por la disciplina, la misma que se sigue desde hace un siglo, y la igualdad. La princesa Leonor no tendrá privilegios sino que hará exactamente lo mismo que sus compañeros. A las 6.45 horas sonará el despertador para asearse y desayunar antes de comenzar las actividades y las clases teoricas, incluyendo asignaturas como Navegación, Astronomía, Meteorología, Operaciones Anfibias, Apoyos y Servicios de Combate y Maniobra. A las 12 del mediodía tendrán una pausa que precede a la comida, una hora más tarde. Por la tarde reanudan las maniobras y clases hasta que a las 18.00 horas tienen tiempo libre. A las 22.30 es obligatorio que todo estén silencio y siempre se turnarán para hacer las guardias nocturnas de cuatro horas.
La hija mayor de los reyes Felipe y Letizia se reparte con sus compañeros para dormir en los módulos, que son de tres o de seis personas. Además, tienen la Cámara de Guardiamarinas, una especie de salón en el que desayunan, comen, cena, dan clase y disfrutan del ocio. Elcano ha tenido mejoras en cuanto a las comunicaciones satélite y los sistemas de conexión WiFi, que harán posible las clases on line con algunos conferenciantes externos al buque y, por supuesto, mejorar la conexión con sus familias en España. También los camarotes han mejorado su climatización y hay muchas más tomas de corriente, imprescindibles para unos guardiamarinas que seguro que estarán provistos de dispositivos electrónicos.
Para todos será una experiencia única e inolvidable, tal y como avanzó Felipe VI durante el discurso que pronunció en la Pascua Militar, a la que se sumó la heredera al trono por segundo año consecutivo: “Tras su paso por la Academia General Militar de Zaragoza y por la Escuela Naval Militar de Marín, como guardiamarina de primero: dentro de unos días viajará a Cádiz para embarcarse en el Juan Sebastián de Elcano, como yo mismo hice hace casi cuatro décadas, en un viaje que está entre mis mejores recuerdos de formación militar. La mar es un aprendizaje infinito, así que te deseamos, querida Leonor, que aprovechéis al máximo, tú y tus compañeros y compañeras guardiamarinas, el conocimiento y de experiencia que os ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida”.