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La primera esposa de Elon Musk contradice la versión del empresario sobre la muerte de su recién nacido

Justine Wilson en una foto de 2014 credit:Bang Showbiz
Justine Wilson en una foto de 2014 credit:Bang Showbiz

Elon Musk compartió la semana pasada una dolorosa experiencia personal, relativa a la muerte súbita de su primer hijo, para justificar su negativa a devolver al polémico Alex Jones su cuenta de Twitter. Sus palabras fueron contundentes y trataron de equiparar su sufrimiento con el que padecen las familias y demás seres queridos de la masacre ocurrida, hace diez años, en la escuela primaria de Sandy Hook, escenario de un macabro tiroteo que se saldó con 28 muertos, veinte de ellos niños.

"Mi primer hijo murió en mis brazos. Pude sentir el último latido de su corazón. No siento compasión alguna por la gente que utiliza la muerte de niños para su fama, beneficio personal o interés político", aseguró el empresario para explicar su decisión.

El mencionado comunicador, conocido por difundir bulos y defender posiciones de extrema derecha a través de sus programas, sugirió en su momento que el terrible suceso nunca había tenido lugar, que no era más que una farsa concebida para favorecer la campaña política que pretende restringir la pertenencia y el uso de las armas de fuego en Estados Unidos. Jones fue demandado por las familias de varios de los fallecidos y, además de tener que pagar una cuantiosa indemnización, la red social le expulsó de la plataforma.

Aunque las palabras del también fundador de PayPal y director gerente de Tesla fueron muy aplaudidas por quienes consideran necesario reforzar ciertos límites a la libertad de expresión, lo cierto es que Justine Wilson, su primera esposa y madre del difunto bebé, no ha tardado en contradecir, en parte, el emotivo testimonio ofrecido por Musk. Al ser preguntada precisamente en Twitter sobre el deceso del pequeño Nevada Alexander Musk, diez semanas después de su nacimiento, Justine ha revelado que fue ella quien tomó al niño en brazos tras ser desconectado del soporte vital.

"Entiendo que no sea relevante para nadie excepto para mí, porque se trató de uno de los momentos que han definido mi vida, pero fui yo quien le sostuvo en brazos. Los detalles son muy importantes para mí", ha explicado la escritora, quien ya describió los entresijos de la tragedia en un artículo publicado en la revista Marie Claire. "Cuando los paramédicos lograron resucitarlo, se había visto privado de oxígeno durante tanto tiempo, que ya se encontraba en muerte cerebral", señalaba.