Este 2022 el cine recuperó el cauce que creíamos perdido

El cine en la gran pantalla parecía condenado a desaparecer tal y como conocíamos. Tras el impacto del COVID-19, por el que los espectadores pusieron el foco en el streaming y las salas se enfrentaron a una dura crisis, daba la impresión que solo los grandes blockbusters, franquicias y películas evento podrían tener su cabida en los grandes locales de exhibición, dejando géneros como el cine familiar, las propuestas adultas y, en general, las producciones de bajo o mediano presupuesto a merced de las plataformas.

O eso era lo que pensábamos a finales de 2021, cuando solo películas como Spider-Man: No Way Home conseguían despuntar o cintas animadas como Encanto se estrellaban en taquilla para después ser un fenómeno en Disney+. Y es que este 2022 ha demostrado que la exhibición cinematográfica se encuentra camino de volver a los tiempos de antes, porque hemos visto muchos ejemplos de que el público quiere seguir disfrutando del cine en pantalla. La secuela de Avatar no es la única que lo confirma.

Porque más allá de los $435 millones que Avatar: El sentido del agua (o Avatar: El camino del agua en Latinoamérica) recaudó en su primer de semana en taquilla, existe otro claro ejemplo como Top Gun: Maverick, película inicialmente programada para verano de 2020 que gracias a la presión de Tom Cruise evito acabar en el mercado del streaming. Pese a que Paramount vendió casi todas sus producciones a plataformas durante la pandemia, la insistencia y poder de la estrella de Misión Imposible llevó al estudió no solo a mantener su estreno en salas, sino a respetar al 100% las ventanas clásicas de exhibición y evitar que se viera en plataformas poco después.

De esta forma, Top Gun: Maverick, arropada también por la crítica como un espectáculo de primer nivel, llevó en masa a los espectadores a las salas y se convirtió en una de las cintas más taquilleras de la historia de Estados Unidos con 717,3 millones de dólares en su mercado doméstico y 1.487,3 en todo el mundo.

Su mayor logro fue el de mover de nuevo al público adulto de la comodidad del streaming a las salas de cine (la mayor parte de su audiencia provino de un target mayor de 35 años), puesto que hasta ese momento solo los espectadores jóvenes que disfrutan de franquicias como el Universo Cinematográfico Marvel estaban respondiendo a la exhibición en la gran pantalla. Pero no fue la única película que se colgó esta medalla.

Otra propuesta adulta que superó expectativas fue Elvis de Baz Luhrmann, que, pese a la pirotecnia del director de Moulin Rouge y las buenas críticas, hablábamos de un biopic de una figura mayormente adorada por un público de avanzada edad, aquel que llegó a disfrutar de este fenómeno estadounidense de los años 50, 60, 70 y su influencia posterior, que no estaba respondiendo ante estas producciones de mediano presupuesto.

Y es que, siendo sinceros, la pasión por grupos como Queen que llevaron a lo más alto películas como Bohemian Rhapsody no acompaña en nuestros días a Elvis Presley, y con el impacto de la pandemia a los cines la confianza en esta cinta no era alta. Sin embargo, el público adulto volvió a responder, haciendo que Elvis, que en su fin de semana de estreno atrajo a un 56% de espectadores mayores de 35 años y un 29% por encima de los 55, superara a otras películas de Baz Luhrman en Estados Unidos como El Gran Gatsby y se acercara a los 300 millones de dólares en todo el mundo.

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También podríamos decir lo mismo de Viaje al paraíso de Julia Roberts y George Clooney, un tipo de comedia romántica que hacía años que no veíamos destacar en cines y que, contra todo pronóstico, consiguió acaparar una buena taquilla tras su estreno en septiembre. Al público parecía costarle salir de la comodidad de su salón para ver estas producciones livianas, sin embargo, ya sea por la nostalgia de ver reunidas a dos estrellas de los 90 o por sentirse trasportados a tiempos que recordamos mejores donde estas comedias estaban a la orden del día, la cinta cerró su recorrido comercial con 164,9 millones con un presupuesto que se estima en 60. Y es que el público adulto sigue teniendo ansias de disfrutar del cine en pantalla grande, y con los ingredientes idóneos vuelve a ser fácil traerle de vuelta.

Lo mismo puede aplicarse al cine familiar, del que, ante la amplia oferta en streaming y el alto precio de adquirir entradas de cine para familias enteras con niños, parecía haberse asentado definitivamente en las plataformas. O eso nos hizo creer Disney mandando películas como Luca o Red directas a Disney+ o estrellándose en taquilla con Lightyear. Pero éxitos como Los Minions: El origen de Gru nos han demostrado que esto no necesariamente es así.

No hay más que ver que esta última entrega de las criaturas amarillas recaudó 939,2 millones de dólares en todo el mundo, erigiéndose en este momento como la cuarta película más taquillera de 2022 y el mayor éxito familiar postpandemia. Y es que hay una diferencia clara entre este título y la estrategia de Disney, porque, mientras la casa Mouse anuncia a bombo y platillo que sus producciones estarán en streaming tan solo 45 días después de su llegada a cines, Universal Pictures, estudio detrás de Los Minions, en ningún momento dio a conocer al público su llegada a plataformas.

Al final, queda claro que se trata más de un error de marketing y de andar a la deriva en estos tiempos aún complicados que de desinterés por ver estas producciones en pantalla grande, como también ha ejemplificado hace nada el fracaso de Mundo Extraño de Disney tras su pobre campaña promocional. De hecho, sin irnos muy lejos, en España ya hemos visto que películas familiares como Padre no hay más que uno 3, Tadeo Jones 3 o A todo tren 2 se han convertido en los grandes fenómenos nacionales de la taquilla del año.

Un último ejemplo es el de Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion, la secuela del título dirigido por Rian Johnson en 2019 que, pese a estrenarse en Netflix el 23 de diciembre, se estima que recaudó más de 13 millones de dólares en su estreno limitado en cines el pasado mes de noviembre en Estados Unidos. Todo un éxito valorando que solo se pudo ver en poco más de 600 salas del país. Fue tal el fenómeno que generó su predecesora que el público no ha querido perderse la oportunidad de disfrutarla en pantalla en grande, donde tienen claro que la experiencia va a ser mayor. Y es que, por mucho que el streaming pareciera imponerse, este 2022 las cosas han empezado a volver a su cauce y las salas de cine han recuperado un poco más el lugar que les pertenece.

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