Las estrellas de Destiny's Child se mantenían en forma cantando mientras corrían

Kelly Rowland, Beyoncé y Michelle Williams credit:Bang Showbiz
Kelly Rowland, Beyoncé y Michelle Williams credit:Bang Showbiz

Se puede criticar al padre de Beyoncé por muchas razones, desde sus continuas infidelidades a la madre de la artista a la forma despiadada en que trataba a cualquiera que pudiera hacerle sombra a su hija en Destiny's Child, pero nadie puede negar que sabía cómo crear una banda de éxito.

Antes de separarse en 2006, el grupo acumuló sesenta millones de discos vendidos en todo el mundo y cambió para siempre el panorama de la música con su sonido, que mezclaba el hip-hop y el R B con el pop más comercial, y con la imagen pública de sus componentes, que se alejaba de las estrellas femeninas de la música que reinaban en las listas de éxitos en aquella época.

Mathew Knowles tuvo una influencia directa en ambos aspectos porque se ocupó de diseñar un programa de ejercicio que garantizaba que Beyoncé y el resto de miembros de Destiny's Child trabajaran al mismo tiempo su cuerpo y sus voces. Básicamente, consistía en hacerles cantar mientras corrían en una cinta estática para aumentar su resistencia.

"Ese era el entrenamiento de todas las jóvenes que formábamos parte de Destiny's Child. Él era un gran entrenador. Lo compararía con un entrenador que quiere asegurarse de que su equipo consiga ganar el campeonato", ha explicado Michelle a la emisora australiana KIIS FM. Desde luego, ese duro programa dio resultado por las tres cantantes eran respetadas por sus poderosos directos.