Estrenos de cine: El coso recupera la figura de Federico Manuel Peralta Ramos y la magia de aquella bohemia porteña que no volverá

El coso, estreno del jueves 15
El coso, estreno del jueves 15

El coso (Argentina/2022). Guion, edición y dirección: Néstor Frenkel. Producción: Sofía Mora. Fotografía y cámara: Diego Poleri. Música: Gonzalo Córdoba. Voz: Damián Dreizik. Distribuidora: Independiente. Duración: 73 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

“Artista plástico y cosmólogo” resuena en los primeros minutos de El coso, el nuevo documental de Néstor Frenkel. Federico Manuel Peralta Ramos, también nombrado como el Gordo o Federiquito, “acuariano, rubio y de ojos celestes”, permanece como un enigma, fascinante e indescifrable. Son sus propias palabras las que juegan con sus múltiples definiciones, y las que el director expone como parte de su estrategia de correrse de la convención, de salirse de ese intento de captura definitiva de lo que resulta puro misterio.

La “oveja negra” de esa familia de apellido ilustre, fundadora de ciudades y pionera de las artes, fue una de las personalidades más interesantes del arte porteño del Instituto Di Tella, un transgresor de las normas, un exégeta de su tiempo desde el culto al absurdo. Ese corazón contracultural late en el documental sin ninguna formalidad sino con la libertad de su anárquica existencia.

Uno de los grandes méritos de Frenkel como documentalista fue el hallazgo de personajes imposibles. En la historia del traslado de la ciudad entrerriana de Federación en Construcción de una ciudad (2007) asoma el artista del Súper 8 Jorge Mario, cineasta al que le dedica Amateur (2011) para revelar la esencia del cine como fruto del coraje y el riesgo. Frenkel lo observa con humor y sin reverencia, sorteando el ángulo de la burla o el juicio a fuerza de consciente humanidad. Lo mismo ocurre en Los ganadores (2016) con los entusiastas recibidores de premios a lo largo y ancho del país, siempre dispuestos a la declaración sentida y la copa levantada, artífices de su propia representación. Célebres — como René Lavand en El gran simulador (2013)- o anónimos — como los diversos intérpretes de Papá Noel en Todo el año es Navidad (2018)-, los personajes de Frenkel traspasan un límite invisible para entrar en ese mundo único que él les diseña.

En el caso de Peralta Ramos, el director extiende su mirada más allá del personaje, sobre todo el universo que lo rodea. Están los que marcan la frontera con la realidad — como su hermano Diego, que refiere la posición de la familia ante la conducta de Federico y sus excentricidades-, y los que forman parte de su troupe, sus amigos artistas de “La Manzana Loca” y del Florida Garden, quienes como Pedro Roth lo sigue dibujando, o como Mario Salcedo lo fotografiaban en la mesa de su bar, o como Hugo de Marziani evocan las charlas a su regreso de Nueva York en los 70. Ese mundo tangible en las anécdotas y las frases escritas en servilletas — hoy curadas en museos- es aquel que ha desaparecido con la bohemia porteña y que El coso busca atesorar en sus imágenes.

Federico Peralta Ramos
Federico Peralta Ramos

Apoyado en entrevistas y material de archivo, Frenkel prioriza el intento genuino de conjurar la magia de su personaje, no tanto por su condición de avant garde del arte conceptual, sino como gesto de acercamiento a lo indecible de su interior, aquel que solo puede llamarse “coso” como en la canción que vendía en las farmacias. Revivida por los artistas que recrean sus gestos dadaístas, cantan sus himnos o festejan sus póstumos cumpleaños, su verdadera magia anida en el cine, allí donde queda inmortalizado.